(VOVworld) – En lugar de realizarse en la única y pequeña sala de la Cinemateca de Hanoi, el Ciclo del Cine Latinoamericano 2016 fue mudado al Centro Nacional de Cinematografía, en esta capital, favoreciendo así a un mayor público. Una vez más, los cinéfilos capitalinos y los apasionados por la cultura e idioma castellano tuvieron la oportunidad de acceder así como entender mejor acerca de la gente, la cultura, la historia, y la vida cotidiana de países de esa subcontinente. Celebrado del 24 al 29 de octubre, el evento logró un éxito que superó las expectativas.

 

- ¡Muy graciosa y muy interesante! Está adecuada también con el gusto de los jóvenes, supongo. No creo que Argentina, en particular, y América Latina, en general, cuenten con una película tan excelente. ¡Me impresionó mucho!

- Voy a ver todas las cintas participantes en este evento. Me encanta la cultura y lengua castellana. Adoro a todos los países de habla hispana. Las cosas relativas a ellos las quiero conocer todas.

- ¡Me fascina! Estos filmes no son iguales a los de Hollywood de Estados Unidos que he visto, pero son buenos. Voy a buscar y  ver más en el futuro.

Un ambiente excitante y un gran número de espectadores caracterizaron el cuarto Ciclo del Cine Latinoamericano. Solo 9 películas fueron proyectadas en esta ocasión, pero todas demostraron la alta calidad y el avance del cine de la región. De ellas, ocho reflejaron distintos aspectos del pasado y el presente tanto de Chile, Colombia, México y Uruguay, como en Panamá, Venezuela, Cuba y Argentina; más una cinta animada peruana que específicamente se dedicó a los más pequeños. Especialmente, en esta edición, se llevaron al público dos obras galardonadas en prestigiosos Festivales de Cine del mundo.

Espectadores hacen colas en espera de ver la primera película del ciclo, "Historias de Fútbol", de la cinematografía chilena

El drama y  la aventura de la coproducción colombiana-venezolana “El abrazo de la serpiente” ganó el Premio Art Cinema en el Festival de Cine de Cannes 2015 y fue nominada a Mejor película de habla no inglesa para el Oscar 2016. Sedujo al público por las imágenes en blanco y negro que ofrecieron una nueva visión del colonialismo sobre la cultura indígena, a través de dos historias paralelas que suceden con cuatro décadas de diferencia a través de los trayectos por selvas densas del Amazonas de dos exploradores, uno alemán y otro estadounidense, con el último superviviente de una tribu ya colonizada: el Chamán Karamakate, para buscar una planta sagrada. Es una travesía épica donde se mezclan el pasado y la modernidad, además de una confrontación de culturas: una indígena preservada a lo largo de miles de años y otra considerada civilizada. Nguyen Thai Ha, una espectadora, contó sus experiencias: ¡Qué peculiar la cultura sudamericana! He adquirido bastantes conocimientos sobre las plantaciones de caucho, los colonizadores y los aborígenes. También, he visto que la cinta fue grabada con mucho cuidado, tanto en la elaboración del guión, selección del contexto y construcción escenográfica, así  como la creación de los sonidos y la filmación. Me preguntaba también, si los artistas en ella son indígenas reales o no. Me sorprendió que su director es muy joven, que nació en 1981.” 

La ministra consejera de Venezuela, Katiuska Maestre, en entrevista a La Voz de Vietnam

La galardonada venezolana con el Premio Goya de la Academia de Cine de España, como la Mejor película Iberoamericana, “Azul y no tan rosa”, brindó al público un cuento humanista. La audiencia, en momentos, podía reír ante una acción o una conversación chistosa. Pero, por otro lado, se echaban a llorar con emoción ante los hechos culminantes cuando el protagonista Diego – un homosexual – se enfrentaba en un mismo momento a la discriminación social, las críticas de su hijo y aun más, la muerte de su amante, todo debido a su orientación sexual. Sin embargo, el feliz final brinda una visión optimista sobre el futuro. Esta comedia romántica, finalizó con enormes aplausos del público. La ministra consejera y segunda jefa de la misión diplomática de la embajada venezolana en Vietnam, Katiuska Maestre, compartió con alegría sobre su sentimiento después de la proyección: "Muy sorprendente porque vino mucha gente. Tuvimos que sacar más sillas, ocupamos toda la sala, personas de todas las edades la recibieron con mucho agrado, hubo muchas risas pero también hubo lágrimas. La película llegó al corazón de los vietnamitas, tanto con alegría, como con  tristeza".

Para los organizadores, en particular las embajadas de dichos 9 países sudamericanos aquí, el cuarto Ciclo de Cine Latinoamericano fue una perfecta oportunidad para presentar a Vietnam su identidad cultural, vida cotidiana y su gente  e igualmente para estrechar aún más los lazos bilaterales. Se puede decir que las cintas de América del Sur son como un nuevo alimento espiritual con un atractivo muy especial para los cinéfilos del país indochino. Definitivamente, después de este éxito, las venideras ediciones del Ciclo de Cine Latinoamericano serán más populares entre los vietnamitas, sobre todo los jóvenes.