(VOVWORLD) - En la isla de Tran, la más lejana de tierra firme de la provincia norteña de Quang Ninh, se encuentra una escuela especial. Espaciosa y cómoda, con ocho salas funcionales, alberga sólo nueve alumnos de primaria y tres párvulos. Se escuchan en sus clases las enseñanzas de la maestra y las lecciones leídas de los estudiantes, junto con el sonido de las olas del mar.
La escuela, situada en el distrito de Co To, se recuesta sobre una pequeña colina, mirando al inmenso mar. (Foto: VOV) |
Inaugurada en mayo de 2016 en una isla que se sitúa a tan sólo cinco kilómetros de la línea de demarcación del Golfo de Tonkín, la referida escuela, en la aldea Tran, perteneciente al distrito de Co To, se recuesta sobre una pequeña colina, mirando directamente al embarcadero y al inmenso mar.
Sus 12 estudiantes son hijos de las tantas familias establecidas en la isla de Tran desde 2014. Antes en este lugar había unidades militares estacionadas y un solo hogar.
La escuela tiene tres clases de primaria cuyos alumnos estudian juntos. Hay siete estudiantes de primer y segundo grado, y dos de tercer y quinto grado. Para el curso escolar 2022-2023, tres maestras fueron trasladadas desde la escuela primaria en la isla de Thanh Lan a esta instalación. Tran Thi Hoa, profesora del tercer y quinto grado, expresó: “Las bases materiales de la escuela, sus aulas y áreas de recreo satisfacen básicamente las demandas de la enseñanza y del aprendizaje. En este curso escolar el alumno de tercer grado ya tiene acceso al estudio del inglés y puede además utilizar el ordenador portátil de su maestra, por lo que se ha familiarizado con la clase de computación”.
En el tiempo de recreo los alumnos salen al patio donde se instalaron toboganes, trampolines y mesas para pintar, obsequiados por la unión juvenil de la provincia de Quang Ninh en 2021. A todos les gusta ir a la escuela y jugar con los compañeros.
Espaciosa y cómoda, con ocho salas funcionales, la escuela alberga sólo nueve alumnos de primaria, además de tres párvulos. (Foto: VOV) |
Actualmente, la vida de las familias en la isla es más cómoda. Los estudios de los menores son gratuitos, los pobladores están cubiertos por el seguro médico y se benefician de la red eléctrica nacional y de una infraestructura de transporte cada vez más completa. Mientras tanto, sus faenas en el mar, la reparación de barcos y los servicios de salud cuentan con la asistencia de las fuerzas armadas en la isla.
Viviendo lejos de la familia, a la que sólo puede visitar unas veces al año, las maestras de esta escuela especial mantienen vínculos muy estrechos con su alumnado, como si estuvieran en la misma familia. Nguyen Thi Ly, quien se encarga de los tres párvulos de la escuela, compartió: “Los alumnos son buenos y laboriosos. Sin embargo, como viven en la isla, son más tímidos que los de tierra firme. Los padres cuidan mucho de sus hijos y prestan atención a nuestro trabajo. Nosotros intercambiamos con frecuencia sobre el estado de salud y los estudios de los menores. Aún estando lejos de tierra firme, nos sentimos bien acogidas en este lugar y estamos contentas”.
Al cierre de la jornada matutina, las docentes cocinan para preparar el almuerzo de los niños antes del comienzo de la clase de la tarde. Incluso en las charlas extraclase con los infantes insertan historias interesantes para que ellos tengan un conocimiento más amplio sobre el entorno que les rodea. La maestra Pham Thi Mai dijo lo siguiente: “Los niños en la isla enfrentan limitaciones en el acceso a los medios de comunicación. Además de enseñarles a leer y escribir, también los ayudo a tener una visión sobre el mundo. Educo a niños que son ciudadanos de la isla de Tran, un territorio de avanzada del país, quienes cuando crezcan deben esforzarse por embellecer la tierra donde nacieron y construir la patria”.
Después de finalizar el nivel primaria estos niños serán llevados a tierra firme para continuar sus estudios internados en alguna escuela, llevando consigo las instrucciones inculcadas de sus profesores en la lejana isla...