(VOVWORLD) - La Universidad Pedagógica de Guangxi, en la homónima provincia de China, cobija a varias generaciones de estudiantes vietnamitas. Entre estos, muchos consideran a la profesora Ngo Tue Quan, como su segunda madre, no solo porque comparte con ellos el mismo origen sino también por tanto amor y cariño que les profesa, a través de hechos muy concretos.
Oriunda de la provincia de Binh Duong, Ngo Tue Quan pasó su vida universitaria y parte de la profesional en Ciudad Ho Chi Minh. Después de unos años impartiendo clases en la Universidad de Huflit, en esta mayor urbe sureña de Vietnam, en 1998 se fue junto a su marido a vivir y trabajar en la Universidad Pedagógica de Guangxi, en la ciudad china de Guilin, de la mencionada provincia. La profesora Tue Quan también es asistente del Servicio de Cooperación Internacional de la misma instalación docente.
La profesora Ngo Tue Quan en la sala memorial de internados para estudiantes vietnamitas en Guangxi |
Casi todos los jóvenes vietnamitas que cursan estudios allí la llaman “madre” a esta mujer de 45 años de edad con mucho afecto y respeto. Para ellos, la vida lejos de la familia y en una sociedad diferente, tan pronto después de su egreso de la escuela preuniversitaria, resulta muy complicada. Pero gracias al apoyo atento de su compatriota desde los primeros días de su estancia en el país vecino, pueden superar poco a poco las dificultades y concentrarse en los estudios. Una de esos alumnos, Huynh Thi Ngoc Luu, expresó: “Ella es simpática y buena con todo el mundo, pero especialmente con los estudiantes, prestándonos mucha atención y toda la asistencia necesaria. Siempre da la bienvenida a los nuevos alumnos. Fue ella quien me recogió en el aeropuerto cuando llegué a este país por primera vez. Los compañeros procedentes de otros países tienen la suerte de beneficiarse de su ayuda como nosotros”.
Lo que brinda a los estudiantes esta profesora es parecido a lo que suele hacer una madre atenta a sus hijos. Desde los más pequeños detalles, la adaptación de los muchachos a la nueva vida en el albergue hasta su integración en el ambiente universitario y los resultados de sus estudios. Al empezar cada clase, lo primero que hace es observar si hay algún estudiante ausente para luego indagar sobre la causa y ayudarle. Al respecto, Ngo Tue Quan comentó: “Me gusta mucho mi profesión. Además de impartir clase, me da oportunidades de acercarme a los estudiantes, conversar con ellos y ayudarles cuando están enfermos y tienen algún problema. Quisiera considerarme como una madre, una tía o una hermana para ellos y apoyarles en todo lo que pueda”.
De esta manera, la profesora Tue Quan es un gran sostén espiritual para los alumnos vietnamitas, sobre todo en los primeros momentos difíciles de su nueva vida académica en China. Además, es consciente de su responsabilidad en la promoción de la cultura nacional a los amigos del mundo. En la Universidad de Pedagogía de Guangxi hay una sala memorial donde se exponen imágenes y objetos de las residencias para los estudiantes vietnamitas en esa provincia. Al asumir el papel de instructora de este espacio, dice que no se cansa de presentar a los visitantes los materiales con todo detalles para que puedan conocer más y estar orgullosos de las diferentes etapas históricas gloriosas de su país y las relaciones de amistad entre Vietnam y China. Al respecto, la maestra dijo: “La casa memorial es donde los estudiantes vietnamitas y chinos interesados enriquecen sus conocimientos sobre las relaciones tradicionales de amistad entre los dos países y los rasgos culturales típicos de Vietnam. Creo que esto les estimulará a estudiar con mayor ahínco y poner en alto ese precioso legado diplomático y de amistad”.
Por sus esfuerzos incansables y méritos, en 2017, Ngo Tue Quang recibió una distinción del Consulado General de Vietnam en la provincia china de Nanning. Para ella este premio es muy importante y le motiva a contribuir más a la movilización comunitaria a fin de impulsar el desarrollo nacional.