(VOVworld) – Como parte de los esfuerzos para ayudar a los discapacitados a integrarse a la sociedad, el Estado, en coordinación con diferentes organizaciones sociopolíticas de Vietnam, ha promulgado numerosas políticas al respecto. Se trata de medidas destinadas a apoyar a dichas personas con subsidios y el acceso a empleos para que puedan desempeñarse como miembros activos de la sociedad. 

En años recientes, unos 7 millones de discapacitados vietnamitas se han beneficiado de la atención y asistencia de distintas organizaciones sociales, tanto nacionales como extranjeras. Para ello se han implementado muchos programas con vistas a incrementar la conciencia social sobre los derechos de las personas con discapacidad y divulgar las políticas del Estado para el sector, además de facilitar el intercambio entre ellas. Con el propósito de cumplir estas tareas, las asociaciones protectora de discapacitados, en todos los niveles, desempeña un papel trascendental en la conexión con los patrocinadores, organizaciones administrativas y no gubernamentales para ese grupo poblacional. Luong Phan Cu, vicepresidente de la Asociación Protectora de Discapacitados y Niños Huérfanos de Vietnam, informó: “Nuestra organización ha brindado a los discapacitados y su familia medios de subsistencia. Concretamente, ellos han participado en movimientos prácticos del Partido Comunista y el Estado, entre otros, el de apoyo a la renovación rural. Cabe destacar también otros programas efectivos como los de respaldo a víctimas de inundaciones y de cobertura de seguros médicos para las personas con discapacidad, niños huérfanos y compatriotas pobres. Se trata de actividades humanitarias. Mientras, los programas como “Un corazón'Un mundo” “Buen corazón” y “Día comunitario”, implementados en diferentes localidades, han logrado nutrir el humanismo social, contribuyendo de manera significativa a la integración de los discapacitados a la sociedad”.

La Organización Internacional de Asistencia Humanitaria, en coordinación con la Asociación Protectora de Discapacitados y Niños Huérfanos de la provincia central de Thanh Hoa entrega sillas de ruedas para las personas necesitadas de la localidad (Foto: Tran Hang)

En el programa de apoyo a ese grupo poblacional, resaltan también los aportes del sector empresarial. Ejemplo de ello es la compañía de bordado y confección Babeeni, específicamente su filial en la norteña provincia de Hai Duong, la cual ha coordinado con la Asociación Protectora de Discapacitados y Niños Huérfanos de Vietnam la organización de cursos de orientación vocacional para 110 personas con discapacidad. Después del curso, la empresa empleó a 60 estudiantes aprobados, con un salario mensual de 5 a 6 millones de dongs (de 250 a 300 dólares). Al respecto, Nguyen Thanh Hai, vicedirector de la empresa, comentó: “El bordado y la costura son labores apropiadas para los discapacitados porque son sencillas. Les estimulamos a aprender el oficio en la empresa y cuando dominan la técnica, se sienten muy felices ya que pueden crear productos para vender. El entorno laboral y las palabras de motivación les ayudan a ganar seguridad y cambiar su forma de pensar. Una vez que logran capacitarse profesionalmente, pueden obtener ingresos regulares y así se sienten más orgullosos en la vida”.

Personas honradas en el programa titulado: “Los discapacitados en la vida cultural y artística” (Foto: Cong Tam)

Gracias a la asistencia del Estado y distintas organizaciones sociales, numerosos discapacitados han superado las dificultades para incorporarse a la sociedad. Ejemplo de ello es Tran The Dat, quien perdió la visión después de sufrir una grave enfermedad. Tras una etapa de desorientación, decidió sobreponerse a su discapacidad para desempeñarse como un miembro activo de la sociedad. Aprobó los exámenes de ingreso a la Facultad de Lengua Inglesa de la Universidad de Hanoi y al Departamento de Gestión de Negocios de la Universidad Abierta de la capital. Durante sus estudios en ese último centro, logró una beca para un curso en Australia. The Dat es hoy el presidente de la Asociación de Invidentes del distrito de Thanh Tri, en Hanoi. Al respecto, explicó: “En la vida no existe la equidad absoluta. Cada dedo tiene su propia longitud, pero esa diferencia no importa, porque todos conviven en una mano. Aunque soy discapacitado, he logrado superar la inferioridad y las dificultades gracias al estímulo de amigos, familiares, el Estado y la sociedad. Cabe destacar también el papel de las empresas y los benefactores, quienes me han ayudado a prosperar en el camino de la integración a la comunidad”.

Vietnam tiene un sistema práctico de bienestar social y políticas preferenciales a favor de la población con discapacidad, desde el cuidado de la salud y la recuperación funcional, hasta la educación. De esta manera, mediante los eventos de conexión comunitaria, los discapacitados disfrutan de más oportunidades para continuar sus esfuerzos de superación y ganarse el sustento.