La comuna de Yang Mao vuelve a su curso normal a dos meses del paso del potente huracán Damrey

Al mediodía, la comuna de Yang Mao luce espléndida con sus casas recién construidas bajo la luz del sol, señal de la vitalidad recuperada en esta área azotada por el huracán número 12 del año pasado. La familia de la señora H’Thu Nie en la aldea Tar se reúne alrededor de un horno caliente en una vivienda reedificada con la ayuda de los soldados locales. Según cuenta la mujer, hace 2 meses, decenas de casas fueron destruidas por el tifón. En ese escenario devastador, el humanismo se ponía de manifiesto mediante el apoyo y los abastecimientos ofrecidos por las autoridades locales, el ejército y los benefactores. La familia de H’Thu Nie recibió un respaldo que alimentó sus esperanzas de un año nuevo más tranquilo. Ella reveló: “Esta casa fue reconstruida por soldados locales. Estamos muy alegres porque el Año Nuevo Lunar se acerca y todos tenemos un hogar cálido. En los últimos días se entregaron a mi familia 3 vacas. En 2018, planeamos cultivar yuca junto a otras plantas y esperamos remozar nuestra vivienda”.

La nueva casa de H’Thu Nie reconstruida por soldados

Entretanto, la casa del señor Y’B’hiong Nie, patriarca de la aldea Tar, desapareció después del huracán. Sin embargo, insistió en visitar cada hogar del poblado, movilizar a los jóvenes aldeanos a participar en la limpieza ambiental y tranquilizar a los lugareños. Con sus labores abnegadas, el Comando de la provincia de Dak Lak apoyó a este veterano revolucionario con 70 millones de dongs (más de 3 mil dólares) para edificar una nueva vivienda. El prestigioso ciudadano dijo:  “Los combatientes me ayudaron a reedificar la casa y esta tarea se cumplirá antes del Año Nuevo Lunar. Acudí a cada familia de la aldea para animarles a mantener los esfuerzos de superación. En el aspecto económico, dije que quienes tenían huertos de café necesitaban consolidar las raíces de la planta, mientras que quienes habían perdido sus viviendas tendrían otras nuevas con apoyo de los soldados. Las ayudas son muchas, pero hay que redoblar los esfuerzos propios para acelerar el reasentamiento”.

La vivivenda en construcción de Y’B’hiong Nie, patriarca de la aldea Tar, con el apoyo de 70 millones de dongs del Comando militar de la provincia de Dak Lak

Según estadística del Comité Popular de la comuna de Yang Mao, el tifón Damrey derrumbó 106 viviendas, voló el techo de otras 450 y destruyó más de 200 hectáreas de cultivos. Las pérdidas se estiman en más de 40 mil millones de dongs (cerca de 2 millones de dólares). Tran The Huong, funcionario de la comarca informó que durante el último mes, los habitantes locales se han beneficiado de una importante asistencia del Estado y las organizaciones sociales. Al respecto dijo: “Informadas de las consecuencias del desastre natural, numerosas instituciones nos han ayudado a superar las dificultades a fin de recuperar la producción. Algunas delegaciones nos apoyaron financieramente, mientras otras nos enviaron abastecimientos con víveres y alimentos. La asistencia alcanzó los 150 mil dólares. Entretanto, los benefactores nos respaldaron con materiales de construcción y obreros para reedificar las viviendas”.

La familia de otro habitante de la comuna está contenta al recibir la asistencia de benefactores para renovar el tejado de su casa

Además de los combatientes, el grupo humanitario “Círculo de solidaridad”, de la ciudad altiplana de Buon Me Thuot, envió delegaciones al distrito de Krong Bong para ayudar a las familias víctimas del huracán. El jefe de dicho equipo, Nguyen Duy Hoc, reveló: “Después de actualizar la situación en la comuna de Yang Mao en el periódico de la Voz de Vietnam, urgí a los compañeros del grupo y los benefactores a recaudar fondos y aportar jornadas de trabajo para ayudar a los habitantes locales a superar las consecuencias del huracán. El 31 de diciembre del año pasado estuvimos en Yang Mao para respaldar la reparación de viviendas y celebrar la Nochevieja con los lugareños. El día siguiente continuamos el trabajo humanitario”.

A dos meses del desastre natural, los compatriotas de la comuna de Yang Mao sienten un cierto sosiego gracias al cariño y a la solidaridad de la comunidad y trabajan con dinamismo para retornar a su vida cotidiana.