Pa Vi Ha acomoda a 26 familias de la etnia minoritaria Mong con paisajes pintorescos y un estilo único de arquitectura –se parece a un ramo de flores en plena apertura–, lo que maravilla a los turistas. La naturaleza virgen en esa localidad, situada a unos 4 kilómetros del centro del pueblo de Meo Vac y a 160 del corazón de la ciudad de Ha Giang, capital provincial, se armoniza con la impronta cultural del grupo étnico Mong y los oficios tradicionales que aún se traspasan entre los lugareños.

Sobre más de 46 000 metros cuadrados, esa zona de turismo comunitario posee palafitos diseñados a diversos estilos pero que tienen en común el aire a la flor de durazno, típica de la meseta rocosa, una casa comunitaria, una casa de exposición acerca de las tradiciones de la etnia autóctona, y un patio hexagonal donde se realizan actuaciones culturales y artísticas. El jefe de la aldea, Tho Mi Po, indicó:

“Nuestros alojamientos familiares entraron en servicio en 2018. Ha habido muchos cambios desde que desplegamos el modelo de Aldea de Cultura y Turismo Comunitario. Nuestra vida va mejorando”.

Los mencionados alojamientos familiares (“homestay” en inglés) llevan la arquitectura tradicional de viviendas del grupo étnico Mong. El cuerpo de casa,  de tres compartimentos y dos cobertizos laterales, está hecho de arcilla, con pilares y vigas de madera, mientras el techo se cubre con dos capas de tejas cóncavas y convexas denominadas “yin-yang”. Cada homestay tiene unos 300 metros cuadrados de superficie y cercas de piedra.

Quienes lleguen a Pa Vi Ha se sumergirán en un espacio imbuido de la identidad cultural de los Mong, es decir, pueden pasar un día ataviados de su traje tradicional, practicando la tejeduría y cocinando. También se les recomiendan cafeterías singulares, comedores con diseño campestre y puestos de suvenires tales como brocados u objetos diarios de esos pobladores.

La dueña de Pa Vi Homestay, Hoang Thi Hien, compartió lo siguiente: “En invierno suelen venir muchos más turistas que en verano. Les tratamos con especialidades como carne ahumada, salchichas caseras, licor de maíz y productos elaborados con el alforfón. Volvimos a operar solo hace más de 2 años, después del covid-19. Los años previos a esa etapa las instalaciones no eran las óptimas, pero las hemos reparado para atender mejor a los clientes”.

Efectivamente, la aldea de Pa Vi Ha a inicios de invierno, cuando las flores de alforfón alcanzan su mejor momento, ha dejado una tremenda impresión en los viajeros. Las alfombras florales suaves y fragantes brillan bajo el sol matutino, mientras se vislumbran a lo lejos encumbradas montañas en la niebla.

“Eligí viajar a Ha Giang, a su meseta rocosa y a Pa Vi a principios de invierno porque había oído entonces de su belleza. Es realmente impresionante. La aldea está enclavada entre dos acantilados, tan majestuosa que resulta sobrecogedora. He estado aquí una noche. Me divertí mucho y a mis hijos les encantó. Degustamos muchos platos locales, cantamos al lado de la foguera y conocimos más la cultura de aquí”.

“No sabía la belleza de la flor de alforfón hasta venir aquí. Es muy bonita. La pristinidad de los montes y otros paisajes me dejan estupefacta. Volveré, quizá muchas veces más”.

Si los turistas visitan la localidad en la misma ocasión de festivales como Gau Tao (literalmente “ir a jugar a la montaña en la primavera” en el idioma Mong) y el ritual al Dios del bosque, podrán disfrutar de canciones y melodías tocadas con la flauta tradicional de bambú “khen”, para comprender mejor lo que constituye la identidad de dicha comunidad étnica.

La Aldea de Cultura y Turismo Comunitario de la etnia Mong en Pa Vi Ha es una interesante parada para los turistas nacionales y foráneos, especialmente aquellos que quieran experimentar de cerca la vida en la meseta kárstica. Seguramente, les brindará recuerdos inolvidables en su exploración de la provincia de Ha Giang y su gente.