(VOVWORLD) - Junto con todos los estratos sociales, a lo largo de la historia, los compatriotas católicos de Hanói siempre han sido ejemplares, tomando iniciativas y haciendo contribuciones positivas al desarrollo general de la capital. Muchos feligreses y grupos religiosos se han convertido en ejemplos de los movimientos patrióticos y el desarrollo socioeconómico.
El ambiente navideño reina la Catedral de San José de Hanói. (Foto: Quyet Thang/VOV2) |
En la comuna de Ngoc Hoi, distrito de Thanh Tri, Hanói, los lugareños conocen a Pham Van Diem como un feligrés ejemplar de los movimientos de emulación patriótica y desarrollo económico, así como su activa participación en actividades sociales. Este hombre es el jefe de la secta Ngoc Hoi, y también el propietario de un conocido negocio en el campo de la ingeniería mecánica, que crea puestos de trabajo para unos 50 trabajadores locales.
Como miembro del Comité de Solidaridad de Hanói, durante años, junto con el departamento pastoral, Van Diem siempre ha estimulado a los feligreses a cumplir las políticas del Partido Comunista, las leyes del Estado y la normativa de la localidad. Asimismo, desempeña con eficacia su papel como puente que conecta la comunidad de creyentes cristianos con los organismos competentes y promueve el apoyo mutuo en el desarrollo de la economía local.
“Cuando el Comité de Solidaridad Católica de la ciudad recaudó fondos para ayudar a las personas con precariedades o a las afectadas por desastres naturales, mi familia donó de 5 a 15 millones de dongs (de 212 a 635 dólares). También establecimos un fondo anual para apoyar a los compatriotas con escasos recursos económicos”, dijo Diem.
De los movimientos de emulación patriótica han surgido muchos ejemplos en la práctica de una buena vida social y religiosa. En particular, en las zonas suburbanas y cercanías de Hanói, el pueblo católico siempre ha fomentado el espíritu de laboriosidad en la producción, respondiendo activamente a la política de concentración de terrenos y transformación de la estructura de cultivos y ganadería.
Numerosos feligreses en sus lugares de origen y distritos como Phu Xuyen, Thanh Oai, Thach That y Chuong My han invertido audazmente capital para desarrollar nuevos modelos de ganadería y así han logrado un ingreso de 200 a 400 millones dongs (de casi 8,5 mil a cerca de 17 mil dólares) al año. Los católicos de la capital también han hecho una importante contribución para acelerar la renovación rural en muchas comunas, cambiando por completo la fisonomía de numerosas parroquias, especialmente con la donación de terrenos para construir caminos y pavimentar las vías para el sistema de transporte rural.
No solo encabezan movimientos de desarrollo económico, erradicación del hambre y alivio de la pobreza, sino que muchos feligreses y grupos religiosos en la capital también están a la vanguardia del mantenimiento de la seguridad y el orden y la protección del medio ambiente.
En este sentido, cabe destacar el modelo de protección ambiental de la parroquia de Cam Co, en la comuna de Hong Van, del distrito de Thuong Tin. Al respecto, Le Danh Lam, jefe del Comité de Solidaridad Católica del distrito de Thuong Tin, informó: “Desde el despliegue del primer modelo hasta ahora, se ha extendido el movimiento de protección ambiental en la zona, incentivando a los católicos de la capital a cumplir bien las metas socioeconómicas”.
Según Pham Huy Thong, vicepresidente del Comité de Solidaridad Católica de Vietnam en Hanói, en los últimos tiempos se han desplegado ampliamente movimientos de emulación patriótica entre los creyentes, con muchos modelos eficientes, como los denominados “Todos los católicos capitalinos son buenos ciudadanos”, “Construcción de parroquias avanzadas” y “El país y la religión unidos en la protección del medio ambiente y la respuesta al cambio climático".
A partir de estas actividades, se ha multiplicado fuertemente el espíritu de unidad nacional, al servicio del desarrollo socioeconómico y la construcción de una capital más próspera y moderna. De esta manera, Huy Thong destacó: “Las personas religiosas y no religiosas de la ciudad no sólo cooperan entre sí y comparten alegría en las celebraciones y la fiesta tradicional del Año Nuevo Lunar, sino que también se ayudan mutuamente a avanzar en todos los aspectos. Por ejemplo, las personas que no son religiosas están dispuestas a contribuir y aportar dinero para ayudar a los feligreses a construir iglesias. Y viceversa, los católicos también están dispuestos a compartir recursos con los demás”.
De hecho, con más de 200 mil personas radicadas en 428 parroquias, en 326 de las 579 comunas, barrios y cabeceras de Hanói, los católicos han estado haciendo una importante contribución al movimiento de emulación patriótica en esta ciudad, a favor del desarrollo de las zonas residenciales y de toda la capital milenaria de Vietnam.