Muy temprano por la mañana, Le Thach Tu y su amigo cubano, Yohan Carlos Torres Bejerano, se encuentran en la pequeña cocina de El Gusto Cubano, de unos 12 metros cuadrados, para preparar los platos del día. Mientras Thach Tu lava el arroz, Yohan limpia coles y tomates para la ensalada.

Yohan, uno de dos dueños de El Gusto Cubano, está cocinando.

Sobre la idea de establecer este restaurante, Thach Tu dijo: “Yohan y yo estudiamos juntos durante 6 años Ingeniería en la Universidad Tecnológica de La Habana. Durante ese tiempo comía muchos platos cubanos y me gustaban mucho. Después de regresar a Vietnam, trabajé como guía turístico. Pero debido a la pandemia de covid-19, mi trabajo tuvo que detenerse temporalmente. Entonces, volví a encontrarme con Yohan en Vietnam. Él cocina muy bien. Sus platos cubanos son elogiados por muchos vietnamitas. Por lo tanto, a Yohan y a mí se nos ocurrió la idea de establecer El Gusto Cubano para presentar la comida cubana a más amigos vietnamitas”.

Fundado en junio de 2021 cuando Hanói imponía el distanciamiento social, El Gusto Cubano se enfoca en las ventas en línea. Para atraer a los comensales, el restaurante cambia el menú a diario. Cada mañana, su página de Facebook publica los platos del día.

Yohan Carlos Torres dijo: “Decidimos hacer platos tradicionales cubanos. En Cuba hay muchos tipos de platos y muchas formas de hacer la comida. Pero los tradicionales son reservados para momentos festivos, fechas especiales, cumpleaños, etc. Normalmente se cocinan estos tipos de comidas: arroz congrí, algún tipo de carne, ensalada, fritas, chicharritas y chicharrón. Esas son las comidas tradicionales cubanas que en estos momentos estamos haciendo. Cada día un menú diferente; un plato fuerte, una carne diferente cada día. Entonces, el cliente llama a nuestra página o envía un mensaje y allí decidimos lo que tenemos ese día. Es así cómo estamos funcionando”.

Una porción de comida de El Gusto Cubano cuesta de 60 mil a 80 mil dongs (2,63-3,5 dólares).

Actualmente, El Gusto Cubano sirve principalmente almuerzos, con un número limitado de porciones. Sin embargo, los platos del restaurante siempre son abundantes, llenos de nutrientes y elaborados con los ingredientes más frescos.

“Una comida lleva bistec, arroz, ensalada, fritas, chicharrón y aguacate. Todos incluidos en una sola comida. Un plato nuestro cuesta 80 mil dongs, todo incluido. De 60 mil dongs también los hay, todo incluido pero de menor porción. Todos los días, las comidas son frescas. La carne se compra por la mañana y se hace por la mañana. El arroz se hace por la mañana. No se hace nada de varios días de cocina. A veces, cuando es temporada de plátanos, hacemos tostones cubanos. Hacemos tamales con maíz y yuca. Pero eso depende de la temporada. Si hay yuca, hacemos yuca. Si hay maíz y está bueno, hacemos también maíz. Vamos haciendo por tiempo”, sostuvo Yohan.

Para brindar a sus clientes el sabor cubano, Thach Tu y Yohan siempre intentan encontrar especias típicas de la isla. El socio vietnamita dio a conocer: “Enfrentamos algunas dificultades puesto que no podemos encontrar algunos ingredientes en Vietnam. En general, nuestros platos son bastante originales, pero los queremos más perfectos y auténticos, por lo que necesitamos todos los condimentos. Desafortunadamente, hay algunos que son difíciles de conseguir aquí. Tratamos de resolverlo. Por ejemplo, el comino es una especia que se utiliza fundamentalmente en la comida cubana. Inicialmente, debido a nuestra falta de experiencia, tuvimos que importarlas a un precio muy alto. Afortunadamente, después encontramos un suministro directo en el país, lo que nos ha ayudado a ahorrar costos”.

Empaquetan las comidas.

Actualmente, los clientes de El Gusto Cubano son principalmente extranjeros, especialmente cubanos residentes en Vietnam, y vietnamitas que se han acostumbrado a la comida de los países latinoamericanos. Sin embargo, para llegar a más paladares vietnamitas, Thach Tu y Yohan siempre buscan formas para adaptarse a su gusto, pero conservando el alma de la cocina cubana.

El socio cubano expresó: “La comida cubana es un poco fuerte en su sabor. Entonces trato siempre de eliminar un poco este sabor intenso; que no sea tan fuerte sino intermedio, pero sin quitar el sabor de Cuba. Aunque quiero que a los vietnamitas les guste, quiero que les guste el sabor de Cuba, no el sabor de Vietnam. Disminuyo un poco el sabor, o sea la potencia del sabor porque en Cuba se come un poco más, por ejemplo, si es ácido, se come un poco más ácido, si es con sal, se come un poquito más salado que aquí, etc. Entonces, trato de que los vietnamitas no sientan esa diferencia”.

Con la pasión y el entusiasmo de Thach Tu y Yohan, El Gusto Cubano es cada vez más conocido y amado. Tu Trang Anh, una cliente leal, compartió: “Los ingredientes son muy frescos, puedo sentirlo cuando como. La comida que sirven es muy abundante. Creo que se necesitan dos personas para comerlo todo. El contenido nutricional es muy equilibrado, entre fibra, proteína, grasas y carbohidratos. Ya que hay muchos elementos en un plato, no me aburre. Por ejemplo, con el chicharrón, la parte grasa huele rica y la piel es muy crujiente. El aguacate también es muy fresco, de perfecta madurez, por lo que no resulta amargo”.

Los platos del restaurante son abundantes, deliciosos y llenos de nutrientes.

Según los dueños de El Gusto Cubano, la manera correcta de disfrutar la comida de la isla, en general, y sus platos, en particular, es poner un poco de cada alimento en una cuchara y comer todo junto en un bocado. Así, se siente una mezcla de diferentes sabores y texturas, desde el crujir del chicharrón y la suavidad del arroz hasta la suculencia de la carne y la untuosidad y cremosidad del aguacate. Cuando se comen todos juntos de una vez, se crea un sabor único que sólo se encuentra en la comida cubana.

Para el futuro, en particular cuando la pandemia de covid-19 esté bajo control, Thach Tu y Yohan tienen la idea de convertir El Gusto Cubano en un verdadero restaurante, donde la gente no sólo venga a disfrutar de la comida cubana sino también a conocer la cultura del país caribeño.