Oculto en lo profundo de las montañas, Pu Sam Cap fue descubierto en julio de 2006 por lugareños, mientras despejaban tierra para el cultivo. En palabras de la población local, ese complejo de cuevas magníficas, a la altura de entre 1300 y 1700 metros, es un tesoro maravilloso y una obra maestra de la naturaleza. Incluso muchos opinan que Pu Sam Cap es nada inferior a cuevas renombradas como Phong Nha-Ke Bang, en la provincia de Quang Binh; Thien Duong, en Quang Ninh; y Huong Tich, en Hanói.

Le Van Tranh, funcionario del Servicio de Cultura, Deportes y Turismo de la provincia de Lai Chau, presentó: “El conjunto de cuevas está a 6 kilómetros de la ciudad cabecera de Lai Chau, en el camino que lleva al distrito de Sin Ho. En el dialecto de la etnia Thai, ‘Pu Sam Cap’ significa ‘el monte de tres pedruscos’. Se compone de tres principales cuevas, Thien Duong, Thien Mon y Thuy Tinh. Las dos primeras están abiertas al turismo”.

Desde el piedemonte, el viajero tiene que subir unos cientos de escalerillas de piedra para llegar a la entrada a la cueva de Thien Mon. Allí, al extender la vista hacia abajo, se fascinará ante el aspecto enigmático y la infinita profundidad de la caverna, solo para asombrarse después por las vívidas obras de arte de la Madre Naturaleza en su seno. Las estalactitas colgando del techo y las estalagmitas brotando del suelo, unas entrelazadas con otras, conforman un bosque frondoso del Noroeste en miniatura. Cómo interpretar sus formas depende de la imaginación de cada observador.

La zona central de la cueva sobresale por una cúpula alta y amplia, de hasta seis mil metros cuadrados; el suelo es bastante llano y salpicado con cenotes de diferentes tamaños. Especialmente, los paisajes en el extremo final de la galería son tan espléndidos como un palacio, con columnas iridiscentes que necesitan unas cuantas personas para abrazar su entera circunferencia.

“La cueva de Thien Mon posee estructuras geológicas bastante antiguas y también unas nuevas que están en proceso de formación. Es grandísima, pues caben hasta miles de personas. La parte más elevada del techo mide de 50 a 60 metros. Las estalagmitas y estalagtitas son únicas”, compartió Van Tranh.

Saliendo de Thien Mon, el aventurero se encontrará en la ruta hacia la caverna de Thien Duong (literalmente “paraíso”), una tierra de las hadas sosegada y misteriosa tal y como su nombre indica. Cerca de su entrada hay una estalagmita en forma de un león imponente.

Al adentrarse a la cueva y mirar hacia arriba, el visitante no tardará en exclamar ante el inmenso espacio protagonizado por una cúpula tan vasta como un cuenco gigantesco boca abajo. Quedará atónito recorriendo cuantiosas creaciones de la naturaleza, incluidas las estalactitas en formas y colores curiosos que recuerdan a un enrejado de flores. A lo lejos podrán divisar una columna colosal con patrones elaborados como si fuera obra de ingeniosos artesanos.

En el seno de la caverna hay además un cenote de agua cristalina, en medio del cual emerge una torre formada con capas de estalactitas superpuestas a través de la tectónica geológica. Según los investigadores, el proceso de acumulación se remonta a millones de años.

Para quienes dan más rienda suelta a la imaginación, el recinto de Thien Duong parece un reflejo vívido de la vida cotidiana en las regiones montañosas del Noroeste. Las formaciones minerales ahuecan acantilados para crear capas similares a las terrazas de arroz doradas en la temporada de cosecha, mientras las columnitas al piedemonte y en el suelo de la cueva se asemejan a campesinos trabajando con diligencia. Do Duc Thanh, oriundo de la ciudad de Lai Chau, comentó:

“Cada cueva es bonita de manera propia. Además de sus valores culturales, las explicaciones sobre el origen de las grutas muestran más o menos las prácticas cotidianas de la gente local desde hace tiempo. El complejo de Pu Sam Cap sirve como un escudo adyacente a la cordillera de Hoang Lien Son, que cobija a la ciudad de Lai Chau”.

Junto con las citadas Thien Mon y Thien Duong, la cueva de Thuy Tinh, suspendida en un piso más alto de Pu Sam Cap, figura entre los mayores atractivos del enclave. No se ha logrado abrir esta caverna al público por falta de accesibilidad, aunque muchos lugareños equiparan su hermosura a la de Thien Duong.

Dejando a un lado los rincones inexplorados, los viajeros a Pu Sam Cap son bienvenidos a conquistar las cuevas ya conocidas, pero que todavía prometen un sinfín de curiosidades para los entusiastas de la espeleología.