(VOVWORLD) - El yoga es una combinación de ejercicios físicos y mentales destinados al equilibrio entre la mente, el cuerpo y el espíritu. El propósito de esta disciplina es alcanzar la concentración, por lo que popularmente se hace en silencio. Siguiendo esta tendencia iniciada en varias partes del mundo en 2019, en Vietnam, el ejercicio del yoga al ritmo de la música se ha hecho muy popular. En el programa de hoy, les contamos más acerca de esta variedad de la práctica milenaria.
Happy Flow Club participó en el Festival de Yoga Saigón, celebrado en enero de 2021. (Foto suministrada por Happy Flow Club) |
La clase de yoga Happy Flow en línea del yogui Nguyen Nhut Binh se lleva a cabo en la plataforma zoom y atrae a casi 200 participantes. Vestido con un traje de ejercicio sencillo, el maestro de 40 años de edad les enseña a sus discípulos distintas posturas al ritmo de la canción "Hello" de Lionel Richie. Los movimientos que flexionan el cuerpo hacia arriba y hacia abajo, y la inhalación y la exhalación consciente se combinan con la melodía suave y emocional de la canción, lo que contribuye a la relajación tanto física como mental, necesaria para mejorar la salud, especialmente durante la pandemia de covid-19. Al preguntarle si esta forma de yoga se puede confundir con la danza, el fundador del sendero de yoga musical Happy Flow, compartió: “Happy Flow Yoga no es una variedad de danza, sino que se enfoca en los criterios de limitación corporal para proteger los músculos, huesos y articulaciones, y asegura la combinación armoniosa entre la respiración y los movimientos del cuerpo siguiendo la secuencia denominada Vinyasa. Usamos la música para que el practicante pueda penetrar profundamente en su interior, conectándose con sus propios sentimientos. La energía de la música fluye hacia cada célula e impulsa la felicidad, como el nombre Happy Flow".
El creador Nguyen Nhut Binh en una sesión de yoga. (Foto suministrada por Happy Flow Club) |
La palabra "vinyasa" en indio significa "conexión". Las posturas en esta serie no tienen un marco determinado, sino que se combinan fluida y lógicamente siguiendo las instrucciones del entrenador.
Hace tres años, cuando vio a extranjeros practicando yoga con música, Nhut Binh investigó la mezcla entre el vinyasa yoga y la música. Esto despertó su interés por la práctica, algo que no había sentido en las clases de yoga que había tomado con anterioridad. A partir de allí, introdujo un nuevo estilo de yoga en Vietnam. El Happy Yoga Club, ubicado en la calle 519 del distrito de Go Vap, en Ciudad Ho Chi Minh, se convirtió en un lugar popular entre numerosos aficionados.
Su creador habló de la singularidad de Happy Flow: "En el yoga tradicional, se siente el estiramiento de los músculos mientras se sostiene una postura, mientras que Happy Flow Yoga se centra en moverse al ritmo y la energía de la música. Elegí una base determinada, es decir, el ritmo o beat, para mantener estables la respiración y el movimiento a fin de aumentar los beneficios en la práctica. Happy Flow se basa en dos compases en un pentagrama musical. En el primer compás, la música sube y la energía también la hace mientras que en el segundo, la música y la energía disminuyen. Así, en la primera mitad de la frase, inhalamos para recibir el oxígeno y realizamos las posturas abiertas como la apertura del pecho y el levantamiento de los brazos, el estiramiento de la columna. En la mitad restante, exhalamos y hacemos las posturas cerradas".
Una actividad ai aire libre de Happy Yoga Club. (Foto suministrada por el club) |
Al comienzo del establecimiento de Happy Yoga Club, Nhut Binh enfrentó muchas dificultades. La creación de la coreografía para una sesión de yoga musical lleva semanas. Según el yogui, a muchos practicantes les resulta difícil sentir el ritmo de la música porque no saben nada de teoría musical. Esto les aburre. Sin embargo, siguiendo el lema ´Haz lo que te gusta hacer y ¡que te guste lo que haces!´, Nhut Binh aún persiste en el camino que ha elegido. Comenzando con unos pocos cientos de seguidores, Happy Flow ha logrado atraer a más de 50.000. Happy Yoga Club no sólo es un lugar para practicar para aquellos que aman esta modalidad de yoga, sino también un lugar para entrenar a los yoguis. Hien Thuong, de 32 años de edad, participante en el primer curso de entrenadores compartió: "Hace 3 años, tuve la suerte de conocer a Nguyen Nhut Binh. La razón por la que sigo Happy Flow hasta la fecha es el lema ´Haz lo que te gusta hacer y ¡que te guste lo que haces!´, es decir, podemos alcanzar la libertad y la felicidad. Sentimos una inspiración infinita gracias al yoga y su energía positiva. Para mis alumnos, la pasión por el yoga se expresa en cada movimiento y el flujo musical. Enseñar Happy Flow es más difícil que enseñar el yoga tradicional porque los entrenadores deben aprender la teoría musical, pero sigo persistiendo en este sendero".
A otra seguidora, Huong Thao, Happy Flow le ha animado después de padecer algunos problemas familiares. De ser una persona que no sabía nada sobre el yoga y la teoría musical, la mujer de 40 años de edad se ha convertido en una inspiradora de esta variedad con sólo un año de aprendizaje y práctica.
"No estudié música, pero siguiendo a mi profesor Nhut Binh, entendí el ritmo de la música y también inspiré a los demás a practicar yoga. Gracias al yoga musical, no sólo he superado la depresión y las dificultades en la vida, sino que también entablé amistad con muchas personas. Cuando comencé a enseñar esta forma de yoga por primera vez, algunos estudiantes abandonaron la práctica estando acostumbrados al yoga tradicional. Por eso, decidí impartir el 50% de la clase con yoga tradicional y el 50%, con Flow Yoga. Pero ahora todas las clases son completamente de yoga musical. Happy Flow también nos ayuda a mejorar la memoria y nos transmite emociones positivas".
Flow Yoga se presentó en muchos eventos de yoga en el país, como el Festival de Yoga de Hanói 2020. Debido al impacto de la pandemia covid-19, el club Happy Yoga debió comenzar a impartir sus clases en línea, pero aún así atrae a una gran cantidad de participantes. Su creador Nguyen Nhut Binh espera que cuando la epidemia se controle, pueda continuar ofreciendo tanto clases presenciales como en línea, y tanto las básicas como las avanzadas, así como talleres con el objetivo de difundir el espíritu de ´Haz lo que te gusta hacer y ¡que te guste lo que haces!´.
Con un precio de solo 1,4 millones de dongs (un poco más de 60 dólares) por 4 meses, los interesados en practicar el Happy Flow en la plataforma Zoom pueden registrarse a través del enlace zalo.me/g/omuyol780. Se pueden participar en tres sesiones por semana, y cada sesión es de 75 minutos y con una sola canción. Si los participantes están ocupados, también pueden practicar una vez a la semana.