(VOVWORLD) - La primavera es la temporada de las fiestas. En Vietnam, el número de celebraciones primaverales es mucho mayor al de los festejos que se organizan en otras estaciones del año y, además, estas fiestas por la primavera se celebran en todas partes del país. Los recorridos primaverales, que no discriminan ni por edad, sexo o clase sociocultural, son principalmente espirituales, para pedir a los dioses por un año lleno de bendiciones, con mucha salud, felicidad y prosperidad.
Un espectáculo que da inicio a la fiesta de la Pagoda del Perfume, en las afueras de Hanói, en 2020. (Foto: baotintuc.vn) |
Las fiestas primaverales tradicionales son actividades mixtas en las que se entremezclan en armonía las ideas de la población sobre aspectos de lo material, espiritual, religioso, cultural y artístico de cada grupo étnico en relación con todo aquello sagrado y misterioso en el universo, así como con la sencillez de la vida humana.
La demanda de participación en esos eventos se ha convertido en un rasgo característico de los vietnamitas, algo que se transmite y se preserva de generación en generación. Al sumarse a las festividades primaverales, las personas se sienten libres de toda inquietud, tristeza y estrés, y tienen más esperanza y optimismo hacia el futuro.
Con el transcurso de tiempo, estos festejos, en especial los tradicionales, se han ido desarrollando en forma y dimensión, atrayendo cada vez una mayor participación por parte de los diferentes grupos de la sociedad.
Al respecto, el doctor Tran Huu Son, vicepresidente permanente de la Asociación del Arte Folclórico de Vietnam, dio a conocer: “Las fiestas primaverales dan inicio a un nuevo año, por lo que confiamos en ellas todas nuestras ilusiones y esperanzas. Al participar en ellas, uno se siente despejado, como si todo lo que le rodea adopte un nuevo color. Cada persona se deleita retornando a sus raíces y por ser partícipe de un ambiente lleno de vitalidad y humanismo. Por esta razón, las festividades primaverales tradicionales ostentan un gran valor comunitario. Todos desean lo mejor para ellos mismos, su familia y su país, y comparten la alegría de vivir y compartir esta experiencia”.
La fiesta de la apertura de los sellos reales del templo de los reyes Tran en la provincia de Nam Dinh en 2019. (Foto: VNA) |
Vietnam cuenta con más de ocho mil festividades, es decir, un promedio de cerca de 30 festejos al día. Entre ellos, las celebraciones relacionadas con hechos históricos y revolucionarios representan el 4%; los religiosos, el 16% y el resto son las fiestas tradicionales que suelen celebrarse en la primavera. Se puede mencionar, entre muchas, la fiesta del Templo Hung, en veneración a los reyes fundadores de la nación en la provincia norteña de Phu Tho. También hay que referirse a la fiesta de la pagoda Huong (Perfume) en las afueras de Hanói, la del montículo de Dong Da, también en la capital, la festividad de apertura del cuño real en el Templo Tran de la provincia de Nam Dinh, la fiesta de Lim en la provincia de Bac Ninh, y la de la montaña de Ba Den en la provincia meridional de Tay Ninh. Las mencionadas son unas de las celebraciones populares más atractivas a nivel nacional y a las que acuden peregrinos de diversas localidades de todo el país.
El doctor Ban Tuan Nang, del Instituto de Cultura y Desarrollo, de la Academia Nacional de Política Ho Chi Minh, opinó: “Vietnam cuenta con 54 grupos étnicos y, de ese modo, es poseedor de numerosos tesoros culturales. Creo que la cifra de ocho mil fiestas no está al día, ya que en realidad muchas celebraciones han caído en el olvido y necesitan una restauración con el apoyo del Estado. La primavera es la estación de las festividades y la oportunidad de la comunidad de intercambiar su credo y fe”.
Al igual que otras actividades de ese tipo, cada una de las fiestas que se celebran en Vietnam en la primavera también se divide en dos partes: una ceremonial y otra festiva. Dependiendo del tiempo, el espacio y de las particularidades de cada grupo étnico, estas fiestas tienen diferentes referentes espirituales y de creencia. Sin embargo, por lo general, los participantes en estos festejos suelen rendir culto a las deidades, los antepasados, los héroes y las personas con grandes méritos en la construcción y defensa de la nación. Es más, casi todos ellos están vinculados a la cultura popular y contribuyen a preservar y promover la idiosincrasia del pueblo vietnamita.
El doctor Nguyen Viet Chuc, director del Instituto de Estudios Culturales Thang Long, destacó: “Al hablar de la necesidad de preservar la identidad cultural nacional, nos referimos a la cultura popular. Esta no solo abarca las interpretaciones folclóricas, sino además el intelecto de todo un pueblo. En este sentido, si conservamos la cultura popular, salvaguardamos la cultura nacional”.
La primavera es la estación que da lugar a la reproducción, la renovación y el desarrollo de la naturaleza, con nuevos brotes en las ramas y las flores presumiendo de su hermosura. Las fiestas primaverales, a su vez, cultivan la gratitud de los vietnamitas hacia sus ancestros, el respeto al pasado y su esperanza en el futuro.