(VOVWORLD) - Cada día son lanzados al mercado reproductores de audio modernos y medios digitales de alta calidad para satisfacer las necesidades de entretenimiento, pero Nguyen Xuan Thuy, residente en el distrito de Long Bien, Hanói, elige escuchar música a través de casetes. Siguiendo su pasión por el sonido rústico, pero muy peculiar que emana de las radios antiguas, durante los últimos cuatro años, ha tratado de “cazarlas” a través de sus visitas a diferentes lugares tanto en el país como el extranjero. Hasta la fecha, su colección supera las mil piezas, con un valor de hasta decenas de miles de dólares.
Un espacio expositivo de la colección de radiocasetes antiguos en la casa de Nguyen Xuan Thuy. (Foto: VOV) |
En una espaciosa casa de dos pisos, el señor Nguyen Xuan Thuy, de 52 años de edad, limpia las radios apostadas en un estante de madera de cuatro niveles montado en la pared. En su mano sostiene un plumero para desempolvar la parte delantera y trasera de los artefactos. Para los rincones pequeños, utiliza una toalla absorbente, suave y especializada para evitar rayar la superficie. Sus ojos miran con orgullo su colección, especialmente cuando la limpia o la presenta a alguien. Justo al lado, se encuentra un gabinete de madera de un metro de altura el cual contiene estuches de plástico con cintas de casete apiladas. En la esquina más alejada, hay algunas cajas de espuma de poliestireno, dentro de las cuales hay radiocasetes envueltas en celofán listas para ser expuestas. Al terminar la limpieza, el dueño pone una cinta en la puerta de un radiocasete de color rojo de marca Toshiba y presiona el botón “reproducir”.
Habiendo comenzado a coleccionar casetes antiguos hace 4 años, su colección contiene más de mil dispositivos de diferentes modelos y marcas, producidos tanto en Vietnam como en otros países, como China, Rusia, Japón, Alemania y Países Bajos. Para conseguir estos radiocasetes usados y de alta calidad, Thuy ha dedicado mucho esfuerzo para llegar a los lugares que los venden a pesar de que están lejos de su casa, incluso viajando a las provincias sureñas. Sin embargo, según él, vale la pena porque lo hace por pasión.
“Soy diseñador gráfica, por eso también amo el arte. Quienes crecieron en los 70s y 80s probablemente recuerdan con cariño y nostalgia los audios casetes. Probablemente sea la razón de este hobby mío. Todavía recuerdo que la primera radio que mi madre me compró fue una C40. Su precio equivale a dos taels de oro. Es, sin duda, un recuerdo que no puedo olvidar. Poco a poco, empecé a coleccionar aparatos y me pareció muy interesante”.
Thuy (primero a la izquierda) y otros miembros del Club de Coleccionistas de Radiocasetes presentan parte de sus tesoros en un encuentro efectuado en el Lago Hoan Kiem, Hanói. (Foto: Facebook/Nguyenxuanthuy) |
La recolección de reproductores de audio casetes es más fácil y económica que la de los discos de vinilo y cintas analógicas. A pesar de esto, según Thuy, para satisfacer su pasión, los aficionados también deben tener conocimientos básicos para saber seleccionar los productos y conservarlos de la mejor manera. Dijo lo siguiente: “Como coleccionista, se debe tener el espacio limpio y bien ventilado para los radiocasetes, además de adquirir ciertos conocimientos técnicos para solucionar los problemas que puedan surgir durante el uso. También es necesario limpiar periódicamente la superficie de los dispositivos, evitando el polvo y el moho, que pueden causar daños en los circuitos eléctricos”.
Gracias a su pasión por el coleccionismo, Thuy tiene la oportunidad de entablar amistad con personas del mismo interés. Por ello, creó desde hace dos años el Club de Coleccionistas de Radiocasetes, cuyo número de miembros ahora llega a 2.690, no solo procedentes de Hanói, sino también de muchas otras provincias del país. Antes del brote de la epidemia, sus miembros a menudo se reunían en la casa de Thuy el día 25 de cada mes para compartir sus experiencias en la recolección e información en general sobre los dispositivos. Además, establecieron una página de fans llamada “Asociación de Amantes de la Radiocasete de Hanói”, con el deseo de nutrir y difundir su pasión. “Creo que este es un alimento espiritual muy interesante, así que quiero reunirme con muchas otras personas con intereses similares para poder aprender uno del otro. Para ello, establecí un club de coleccionistas de radiocasetes con el deseo de conectar con los aficionados en todo el mundo, especialmente los países con mayor cantidad de usuarios de radio, tales como Rusia, Brasil, Argentina, Tailandia e Indonesia. Además, espero poder transmitir esta pasión a las próximas generaciones para que tengan la oportunidad de experimentar este dispositivo, a fin de guardar recuerdos del pasado de sus padres, hermanos y familias”.
El sonido analógico rústico emitido de los radiocasetes aún está presente en la memoria de muchas generaciones de vietnamitas. La colección de ellos está atrayendo cada vez a más aficionados no solo en Vietnam sino también en todo el mundo. ¡Por lo tanto, si están interesados, pueden conectarse a la página de fans “Asociación de Amantes de la Radiocasete de Hanói” para hacer amigos y satisfacer su pasión!