(VOVWORLD) - El 25 de marzo de 1971 es un gran hito en las relaciones entre Vietnam y Chile, porque marcó el establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales. Sin embargo, antes de esta fecha, ya existían lazos estrechos entre vietnamitas y chilenos. La visita que realizó a Vietnam en mayo de 1969 el presidente del Senado, luego presidente de la República de Chile, Salvador Allende, marcó el inicio del acercamiento entre los dos pueblos situados a los dos lados opuestos del Océano Pacífico. Junto con el presidente Ho Chi Minh, Allende fue quien cimentó la amistad y la cooperación entre ambas naciones y convirtió a Chile en el primer país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas con Vietnam, poco después de su llegada al poder. Aquel acontecimiento pasó a formar parte de la historia de ambas naciones.
El presidente de Chile, Salvador Allende, y en el segundo plano, el retrato del presidente Ho Chi Minh, líder de la revolución vietnamita. |
Una visita histórica
Un día de mayo de 1969, en medio de la resistencia del pueblo vietnamita contra las tropas invasoras estadounidenses, llegó a este país una delegación chilena. A pesar de estar integrada por el presidente del Senado y uno de los fundadores del Partido Socialista de Chile (1933), Salvador Allende, y Eduardo Paredes Barrientos, recién graduado de médico y miembro del Comité Central de esta organización política, el equipo se presentó como una delegación del pueblo, cuyo objetivo fue brindar a los vietnamitas la solidaridad de los chilenos y estudiar en el lugar las experiencias de combate de Vietnam.
Como médico y político que había desempeñado el cargo de Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social de Chile, durante su estadía de dos semanas en este territorio asiático, Allende recorrió varios lugares y estuvo muy atento a comprender la realidad de la lucha y las experiencias de los vietnamitas en la construcción de un amplio frente nacional solidario y una red de primeros auxilios y tratamiento de las víctimas de la guerra.
Los visitantes estuvieron en algunas provincias norteñas de Vietnam como Hanói, Hai Phong, Nam Dinh y Quang Ninh, donde se reunieron con trabajadores, soldados, campesinos y líderes locales, y a quienes no pararon de manifestar su solidaridad y admiración.
Durante esta visita, Salvador Allende tuvo una charla inolvidable con el presidente Ho Chi Minh. Fue el último político extranjero en reunirse con el gran líder de la Revolución vietnamita antes de su fallecimiento.
Un encuentro inolvidable
Encontrarse con el presidente Ho Chi Minh era uno de los más entrañables anhelos de Allende, y durante su visita a Vietnam este deseo se cumplió. A las 8 del 23 de mayo de 1969, en una pequeña sala del Palacio Presidencial, fue recibido por el que fuera Héroe Nacional de Vietnam y Celebridad Cultural del mundo, aunque en aquel entonces ya no se encontraba muy bien de salud.
Acompañado por el primer ministro Pham Van Dong y otras dos autoridades, el líder vietnamita agradeció a Salvador Allende y a los chilenos en general su solidaridad y apoyo en la lucha contra los Estados Unidos. Luego, le mostró una foto tomada con los jóvenes combatientes de la región del sur, presentando a los visitantes el nombre, la edad y las hazañas de cada uno de ellos. Más tarde, abrió una libreta y les habló sobre los niños destacados con el título de “Excelentes nietos del tío Ho”, cuyo número aumentaba año tras año. La charla duró unos 45 minutos. Antes de despedirse, el presidente Ho Chi Minh entregó a cada uno de los visitantes chilenos una foto suya en que se leía “Un cordial saludo y seguro del triunfo” y una firma suya. A su vez, Allende le entregó al presidente Ho Chi Minh un plato y al primer ministro Pham Van Dong un cenicero, ambos objetos de bronce. Posteriormente, tras su regreso a Chile y su investidura como presidente de la República, esa instantánea fue colocada en el escritorio de Allende en el Palacio de la Moneda.
La misma noche de la reunión con el prócer de la independencia de Vietnam, Allende escribió un artículo expresando sus sentimientos y pensamientos sobre su estadía en la nación indochina. En el artículo, hay un párrafo dedicado al que los vietnamitas llaman cariñosamente tío Ho. “El presidente Ho Chi Minh es la historia; es el hijo y también el padre de la revolución. Su vida ejemplar y su estilo de vida sencillo están grabados en nuestra mente. Su determinación se expresa a través de declaraciones breves, simples y puras, que contienen el coraje y la voluntad poderosa de las generaciones vietnamitas en la causa de la defensa nacional, así como en las obras de construcción. Lo que nos dijo el presidente y lo que enfatizó hablaba de la determinación de toda una nación, nos hacen entender claramente por qué triunfa esta nación”, escribió.
El parque Ho Chi Minh, en Santiago de Chile. |
Un cimiento sólido para las relaciones de asociación integral
La visita de dos semanas a Vietnam y el histórico encuentro con el presidente Ho Chi Minh fueron hechos muy importantes en la vida de Salvador Allende. Poco después de ganar las elecciones presidenciales y asumir el poder en septiembre de 1970, una de las primeras decisiones de Allende fue establecer las relaciones diplomáticas con la República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam, además de reconocer al Gobierno Provisional Revolucionario de Vietnam del Sur y aceptar el establecimiento de su oficina de representación en Chile.
Ese es el legado invaluable que ambos líderes visionarios dejaron a sus países, abriendo una nueva era en la historia de los vínculos entre Vietnam y Chile.