(VOVworld) - En septiembre de 1973 Fidel Castro viajó a Quang Tri, febril campo de batalla de la guerra por la salvación nacional de los vietnamitas. En su visita, Fidel se trasladó en un vehículo al Paralelo 17 en el río Ben Hai en la provincia de Quang Tri donde se sintió impactado por la determinación de los combatientes a los que se dirigió durante un recorrido por sitios todavía peligrosos. De regreso se topó en la carretera con casi una niña de 16 años que acababa de recibir heridas por el estallido de una mina explosiva. De inmediato dispuso que uno de los vehículos de la caravana la transportara junto a un médico que lo acompañaba al hospital más cercano, donde salvó la vida. Esa afortunada joven es Nguyen Thi Huong. Han pasado 40 años, y el ejército y el pueblo de Quang Tri nunca olvidan aquel periplo y el noble gesto del comandante en jefe de la Revolución cubana.
Hace 40 años, Nguyen Thi Huong, una joven de la comuna de Doan Vinh Thanh, distrito de Vinh Linh, participaba junto a un contingente encargado de llenar los “cráteres” del camino y construir la nueva vida de la tierra recién liberada. Cuando supieron de la visita de Fidel, miles de lugareños saludaron a su paso a la delegación cubana durante más de 10 kilómetros. Mientras Huong y su grupo trabajaban con ahínco, estalló una mina que la hirió severamente. Intentó correr hacia la carretera a donde llegó casi a rastras y luego se desmayó en el borde del camino. En aquel momento, el convoy en que se trasladaba el presidente cubano Fidel Castro y al primer ministro Pham Van Dong, se encontraron con la muchacha. Fidel pidió que se detuviera el coche, y ella fue conducida inmediatamente a la sala de urgencias en el Hospital de Vinh Linh. La metralla le había perforado partes del intestino con afectaciones en la aorta junto con otras lesiones graves. En esta crítica situación, el líder cubano pidió al hospital que buscara la manera de salvarle la vida y la trasladaran a Quang Binh, que contaba con suficientes equipos médicos para curarla. Gracias al rescate a tiempo, la salud de la muchacha se fue recuperando gradualmente. Cuando se despertó, se sentía afortunada por haber sido salvada por un gobernante de Cuba, en un lugar lejos de su país. Ella recuerda: “Me siento muy afortunada. La guerra definitivamente terminó, pero tuve la suerte de que me salvara el líder revolucionario de Cuba. Si no hubiera estado el convoy, pienso que estaría muerta. En ese momento, yo estaba despierta, y todavía veo la cara del líder cubano”.
Nguyen Thi Huong se siente afortunada por haber sido salvada por
el líder cubano Fidel Castro, en un lugar lejos de su país
Al regresar a casa, le avisaron que acudiera al Comité municipal porque alguien le enviaba un obsequio. No podía creer que fuera del presidente de Cuba que le enviaba medicamentos, vitaminas, y especialmente una tarjeta firmada por Fidel Castro, primer Secretario del Partido Comunista de Cuba. En los años posteriores, cada vez que cualquier delegación cubana visitaba Vietnam, Fidel le enviaba a ella regalos. En abril de 1985, Fidel Castro la invitó a visitar Cuba para realizarle exámenes médicos. Pero en ese momento, ella estaba criando su pequeña hija, por lo que perdió la oportunidad de poner un pie en la tierra natal del presidente cubano, a quien siempre agradece. “Creo que soy una ciudadana de a pie. Si Fidel Castro no me ayuda, ya no estaría en este mundo. Gracias a él, nací de nuevo. Ahora no sé qué más decir, sólo desearía que el presidente Fidel goce de buena salud”.
Hace unos años, la señora Huong se hizo tomar una foto familiar para enviarle al presidente Fidel Castro. Recientemente, la Unión de Mujeres de Vietnam realizó una visita a Cuba, Huong también obsequió a Fidel con algunos paquetes de pimienta seca.
La foto que envió Nguyen Thi Huong a Fidel Castro
como un recuerdo inolvidable
La histórica visita a la zona liberada de Vietnam del Sur, le dejaron al Comandante en jefe Fidel Castro imborrables huellas en el corazón, tal como cuenta en un artículo de rememoración. En aquel viaje también propuso apoyar a Vietnam con la construcción de un hospital llamado "Vietnam-Cuba", en la ciudad de Dong Hoi, para servir a los pobladores cuando terminó la guerra.
Los vestigios de la antigua guerra feroz en la tierra de "acero" Quang Tri han dado paso al “verdor” de la integración y el desarrollo. Sin embargo, los recuerdos del periplo de Fidel Castro a este lugar nunca se desvanecerán en el corazón de los lugareños como la señora Huong. Estos sentimientos han contribuido a profundizar aún más las especiales relaciones de amistad entre Vietnam y Cuba.