(VOVWORLD) - Los símbolos de solidaridad Ho Chi Minh-Fidel y Vietnam-Cuba, que nunca han mermado durante décadas continúan siendo una inagotable fuente de inspiración para diferentes generaciones de ambos pueblos tanto en la pasada guerra como en la época de paz. Las historias sobre el legendario Comandante cubano y su amor hacia Vietnam han nutrido el alma de José Llamos Camejo desde que tenía 9 años de edad. Concibió un sueño de saber el por qué una nación del otro hemisferio mantiene las relaciones tan entrañables con su pueblo. Su aspiración solo vino a cumplirse en 2017 cuando hizo un viaje de trabajo en Vietnam para escribir un libro sobre la histórica visita de Fidel Castro a la provincia central de Quang Tri en 1973. En esta ocasión, les ofrecemos una serie de artículos bajo el título: “Periodista José Llamos Camejo y sus contribuciones a revivir la solidaridad Cuba-Vietnam”.
Artículo 1: Viaje de trabajo corto pero emocionante
Después de su visita a Vietnam en 2014 junto con sus compañeros de la Unión de Periodistas de Cuba, José Llamos Camejo concibió un plan para escribir un libro sobre el recorrido de Fidel Castro a la zona recién liberada de Quang Tri en 1973. Creó una lista de propuestas con los destinos más importantes, los testigos históricos y las preguntas para la entrevista y después contactó con la Voz de Vietnam para solicitar ayuda al respecto. Estalló de alegría al saber que podría regresar al país del Sudeste Asiático para realizar su proyecto. La estadía, del 27 de noviembre al 5 de diciembre, reviste un significado trascendental para su carrera profesional. Insistió en que en los próximos meses va a dedicarse únicamente a escribir el libro, renunciando incluso a recibir un salario, porque hasta que no termine la obra no va a establecer compromiso laboral con ninguna institución. El también presidente de la Unión de Periodistas de Cuba en la provincia de Guantánamo espera con ansia presentar su producto en septiembre del próximo año, coincidiendo con el 45 aniversario de la visita a Vietnam del admirable líder.
El periodista cubano en una entrada a los túneles de Vinh Moc en la provincia de Quang Tri (Foto: Tuan Anh/VOV5) |
Al llegar al Aeropuerto Internacional de Noi Bai, en Hanói, en los primeros días del invierno, José, ya de más de 50 años de edad, no se sentía nada de cansado, urgiendo a los compañeros vietnamitas a acelerar el viaje a la región central. Quiso aprovechar el tiempo muy limitado en su recorrido para investigar sobre la visita de Fidel a un país que entonces estaba en guerra. “Yo creo que es una mezcla de compromisos con una tarea de gran magnitud por una necesidad de aprovechar de la manera más óptima posible el tiempo”, dijo y además, confesó que hay una ambición, pero una sana por la que tratará de apartarlo todo lo más posible.
“Cualquier esfuerzo que haga, cualquier empeño que ponga siempre será poco para la estatura de un hombre como el Comandante en Jefe, para rendirle tributo también a una obra tan hermosa que ha sido construida durante muchas décadas Cuba-Vietnam, lo menos que puedo hacer es este esfuerzo”, expresó.
En apenas 9 días de trabajo, el veterano periodista recorrió mil kilómetros para entrevistar a numerosos testigos históricos que participaron como fotógrafos, traductores o miembros del equipo de seguridad que acompañó al legendario líder de la Revolución cubana. Cada pulgada de tierra vietnamita revelaba ante sus ojos una historia del patriotismo, desde el embarcadero de Tung Luat, el paralelo 17, el puente de Hien Luong, el monumento de Aspiración de la Independencia y los túneles de Vinh Moc hasta el cementerio de los Mártires de Truong Son y la ruta número 9. “Cuando estuve en la Colina 241, el paralelo 17 y el complejo de túneles de Vinh Moc, me desbordó la emoción, porque encierran una incomparable lección de valor y heroísmo para el mundo entero, porque son testigos, tanto de la brutalidad con que la potencia imperialista arremetió contra Vietnam, como del patriotismo y la audacia sin límites de los vietnamitas”, contó.
José continuó diciendo que le ocurrió lo mismo en el cementerio a los Mártires de Truong Son donde él pudo confirmar que los vietnamitas conquistaron su felicidad a un precio altísimo y doloroso. “Este camposanto es una prueba de ello. Los restos de muchos de los soldados sepultados aquí, jamás se han podido identificar”, manifestó. Asimismo, amplió: En el Museo de la Historia del puente Hien Luong, cuando estuve ante las escenas de crímenes, de horror y dolor, de osadía frente a la barbarie, experimenté la fugaz sensación de que el tiempo se había detenido entre aquellas paredes. Me conmovieron las imágenes. Y medité que la humanidad toda debería presenciarlas, porque la conciencia del mundo necesita de una sacudida, un estremecimiento que ayude a evitar la repetición de similares tragedias; y esas imágenes, por su impacto conmovedor y profundamente sensibilizador, aportan a ese propósito, al igual que los fragmentos de artefactos mortíferos que vi allí, y los cráteres que aún persisten sobre el terreno, abiertos por los millones de toneladas de bombas arrojadas sobre esa porción sagrada del suelo anamita. Fidel me mostró el camino para descubrir Vietnam y admirarlo”, compartió.
José Llamos Camejo (d) visita al fotógrafo Ho Sy So, quien tomó 250 instantáneas de Fidel Castro, el primer líder extranjero que visitó la zona liberada de Vietnam en septiembre de 1973 (Foto: Tuan Anh/VOV5) |
La franja de tierra en forma de la letra S ha grabado en la mente del periodista cubano no sólo las memorias dolorosas que atesoró durante su viaje por donde pasó Fidel, sino también la amistad emanada de la solidaridad con el pueblo vietnamita sobre la base del espíritu “Por Vietnam estamos dispuestos a dar hasta nuestra propia sangre”. Este hecho resurgió cuando visitaba el hospital de Amistad Vietnam-Cuba Dong Hoi en la provincia central de Quang Binh. Después de presenciar los avances del centro médico que marcó la hermandad entre ambas naciones, no ocultó la emoción al saber que la semilla que cultivó el Comandante en Jefe durante la visita a Quang Tri se ha convertido en un árbol. Sin embargo, lo que más le impresionó eran las heridas de la pasada guerra dejadas en los sitios históricos sin que estas se reflejaran en los rostros de los habitantes de esta región donde la vida se ha transformado. “En una semana en Vietnam, casi no pude ver el sol, porque estamos en invierno, pero he visto la luz de Vietnam, he visto un Vietnam resplandeciente, he visto que la obra del pueblo vietnamita se ha consolidado en lo económico, en lo social y en el bienestar de su pueblo. Es realmente para mí impresionante como sigue asimilando elementos de renovación, de modernidad, de avance, sin perder la esencia, conservando su cultura y aplicando consecuentemente aquella advertencia de Ho Chi Minh cuando decía que la raíz hace sólido al árbol”, dijo José.
De vuelta a Vietnam es el encuentro del pasado, el presente y el futuro. La visita corta pero colmada de sentimientos le ayudó a profundizarse en la guerra por la reunificación de Vietnam y los lazos de este país con el pueblo cubano, que van más allá del espacio y del tiempo sin importar diferencias de idioma, cultura y zona horaria.
(CONTINUARÁ)