(VOVworld) - La etnia Giay tiene un tesoro de versos folclóricos, refranes y acertijos singulares relativos a las historias y fenómenos naturales y sociales entre estos se destacan las coplas populares. Consideran que cantar es para escuchar y no para contemplar, por eso, las actividades artísticas atraen la participación de todo el mundo.
Las coplas populares suelen realizarse en la fiesta tradicional de Roong Pooc
de los etnicos Giay en Sapa
Esta minoría étnica cuenta con numerosas melodías y ritmos diferentes que reflejan la vida, pasión y sentimiento de los montañeses. Las tonadas populares son muy ricas, las que elogian la naturaleza y el amor o las que dedican a los ricos y los pobres. En general, se dividen en tres tipos: trovas entonadas cuando se bebe el aguardiente; cantos románticos y de despedida. En los funerales, bodas y otras fiestas, sobre todo, cuando los jóvenes intercambian expresiones de amor, también se entonan ritmos folklóricos. El señor San Chang, recopilador de canciones populares antiguas de los Giay en la comuna Ta Van Giay, Sapa, Lao Cai, dio a conocer que solo en el casamiento se interpretan tres armonías diferentes: “En la comida fraternal en la casa de la novia, sus amigas cantan para expresar tristeza por su partida. Seguidamente su madre o tía alza la voz para recomendarle lo que debe hacer en la casa de su esposo. Por último, para manifestar gratitud a los méritos de sus padres por la atención, la joven también se manifiesta. Además, cuando llega a la casa de la novia la delegación de la familia del yerno, debe interpretar una copla para que se abra la puerta. Entonces ambas familias intercambian tonadas nupciales.”
Cantar en la entrega de la nuera es una hermosa costumbre mantenida hasta hoy por los Giay. Las letras de las melodías han sido complementadas, para que resulten cada día más ricas y positivas, respecto a las jóvenes nueras que entran en las familias de sus esposos. Este es un rasgo hermoso en su vida espiritual.
Para los Giay, los cantos antiguos son muy emotivos para cada persona, la relación social y la conciencia de la comunidad. Depositan su expectativa en cada canto, de cómo las jovencitas deben saber coser y moler el arroz y los jóvenes que deben cocinar y tejer. Todas las personas deben trabajar laboriosamente.
Cantar en la entrega de la nuera es una hermosa costumbre mantenida hasta hoy por los Giay
En la vida cotidiana, los Giay tienen distintas formas de cantar, pero la más generalizada es la del intercambio de amor entre los jóvenes. Consideran mucho esta tonada, ya que para ellos éste es un protocolo obligatorio, expresando la fisonomía aldeana y la hospitalidad de los jóvenes hacia sus amigos. El recolector de coplas antiguas de los Giay, San Chang explicó: “Si los visitantes permanecen 2 o 3 días en la casa de una persona y no escuchan ningún canto, al regresar ellos pueden interpretar tonadas para criticar la falta de hospitalidad. Generalmente se canta en 2 o 3 noches sin repetir las melodías ya escuchadas. Ante todo, se pide a las autoridades aldeanas que les permitan quedarse, después se desea felicidad a la familia y por último, se intercambian trovas. Las melodías relativas a la medianoche, luna, estrellas, plantas, flores, viento y nubes son indispensables. También las hay sobre la madrugada y el alba. Cuando el sol sale, el dueño de la casa pide a los visitantes regresar al trabajo.”
Las coplas populares forman parte inseparable de la vida cotidiana de los Giay. Ellos levantan sus voces cuando están tristes o alegres, incluso cuando trabajan. La señora Ma Thi Hien de la etnia Giay en Sapa, expresó: “Cuando los amigos se encuentran en el camino, sobre todo en el quermese, se preguntan sobre sus lugares de residencia y se comprometen a cantar para despedirse. Pueden caminar juntos un tramo o acompañarse hasta sus casas.”
Las melodías interpretadas por los Giay en la comida o reunión familiar tienen como objetivo enseñar a sus hijos y nietos el comportamiento y la atención a sus abuelos y padres. Este rasgo cultural tradicional está lleno de carácter humano y constituye un puente para que los Giay se acerquen y construyan una comunidad unida.