Según la leyenda, tras expulsar a los invasores extranjeros del territorio, el héroe Ban Vuong se casó con la hija del rey Binh Vuong con quien tuvo 12 descendientes, seis varones y otras tantas hembras. El rey le puso a cada uno un apellido distinto y con el tiempo estos constituyeron los 12 linajes principales de los Dao. Cuando el monarca murió, Ban Vuong tomó las riendas del reino. Sin embargo, mantuvo un estilo de vida sencillo y enseñó a sus súbditos a cultivar arroz, tejer y ser mejores cazadores. Su muerte llenó de dolor a todo el pueblo, que siempre lo recuerda en las grandes ocasiones.

Unos hechiceros están realizando los rituales en homenaje al rey Ban Vuong. (Foto: bienphong.com.vn)

Según el hechicero Trieu Choi Quyen, radicado en la aldea de Tan Minh, de la comuna de Ho Thau, del distrito de Hoang Su Phi, provincia septentrional de Ha Giang, sus compatriotas rinden culto al rey Ban Vuong junto a los antepasados y las deidades del arroz, el arte, la cacería y la ganadería. En las grandes celebraciones y ceremonias de la comunidad como el “cap sac” (reconocimiento de hechicero), “tao mo” (limpieza y remozamiento de tumbas) y los funerales, es obligatorio homenajear a Ban Vuong. “Antes nosotros rendíamos culto al rey Ban Vuong en el entorno familiar en presencia de los parientes. Antes de celebrar el ritual todos los miembros del linaje se reunían para ponerse de acuerdo sobre los preparativos y ninguno debía faltar en la ceremonia. Si esta coincidía con el otorgamiento del título de hechicero, los ritos duraban hasta tres días con sus noches”, dijo.

Actualmente, el alcance de esta práctica se extiende y la conmemoración de los Dao en la comuna de Ho Thau reúne a 12 linajes Dao que la efectúan en una loma cercana al centro administrativo local.  

Las ofrendas incluyen dos cerdos, uno a Ban Vuong y otro a los antepasados y las divinidades, así como dos grandes tinajas de aguardiente, repartidas de igual modo, junto a otros productos agrícolas. El altar es espléndidamente decorado con papes de color, pinturas votivas, telas y numerosos objetos hechos de bambú.

El juego "Vat chay" es una actividad recreativa tradicional de los Dao que trae mucha alegría a la audiencia. (Foto: bienphong.com.vn)

Después de que el hechicero termina los protocolos, los representantes de los linajes con apellidos Ban, Trieu, Dang, Phuong, Ly, Le, Phung, Truc, Tran, Truong, Hoang y Sam rinden tributos a sus antepasados, incluyendo al rey fundador de la etnia Dao y a las divinidades.

El hechicero Trieu Choi Quyen dejó saber: “En el culto leemos siete oraciones. La primera es para evocar a las deidades y al rey Ban Vuong para informarles sobre el motivo de la celebración. La segunda consiste en un baile de campanas a fin de solicitar a los espíritus darle la bienvenida a Ban Vuong e invitarle a recibir las ofrendas. La tercera se funda en un baile folclórico cuya finalidad es pedir las bendiciones del rey”.

Esta actuación, acompañada por la alegre y rítmica música de varios instrumentos tradicionales, reproduce actividades productivas y quehaceres diarios de los autóctonos desde los tiempos remotos. Luego, todos se suman al juego tradicional “Vat chay”.

En referencia al significado de este festejo, Vu Manh Ha, secretario del Comité del Partido Comunista de Vietnam en el distrito de Hoang Su Phi, valoró: “El festejo en homenaje a Ban Vuong es una ocasión en la que los pobladores locales, especialmente los de la etnia Dao, recuerdan sus raíces y la historia de desarrollo de esta comunidad. También les sirven como un espacio de intercambio, para compartir experiencias en la vida cotidiana y la producción, y el mismo gusto por los buenos platos tradicionales, al tiempo que estrechan los lazos de solidaridad”.

De ser una práctica familiar, el culto al rey Ban Vuong pasó a ser un festejo común de los Dao. Demuestra la conexión entre sus miembros y linajes, en la cual se funda su fuerza en pro del desarrollo económico y cultural de la comunidad.