(VOVWORLD) - Desde tiempos remotos, la etnia Thai en la provincia norteña de Son La preserva la costumbre “Xen huon”, un rito de veneración a los familiares fallecidos con motivo del año nuevo. Esta práctica tiene como finalidad agradecer a los antepasados por un año exitoso y rogar por la salud, felicidad y prosperidad de los seres queridos en el futuro próximo.
En la nueva primavera, el grupo étnico Thai elige la mejor fecha para celebrar el “Xen huon” y después, invitan a chamanes a organizar este ritual. Los Thai negro y Thai blanco celebran el rito en diferentes días dependiendo también de cada localidad. Los residentes de la ciudad de Son La suelen realizar la ceremonia el 4 o el 5 de enero del calendario lunar, los últimos del Festival del Tet.
Bandeja de ofrendas para el rito "Xen Huong" de la etnia Thai. |
La preparación del ritual se realiza de conformidad con las condiciones de cada familia. Las acaudaladas lo hacen anualmente y las con escasos recursos económicos, una vez cada dos o tres años. Al respecto, Ca Van Chung, conocedor de la cultura de la etnia Thai de la aldea Nong La de la comuna Chieng Ngan de la ciudad de Son La, dijo lo siguiente: “El rito de veneración a los antepasados ha sido una de las tradiciones más arraigadas de la etnia Thai durante mucho tiempo. La práctica tiene como objetivo pedir la bendición de los antecesores en materia de salud y prosperidad. Antes, este ritual se celebraba en julio del año lunar, pero ahora se hace en combinación con el Festival del Tet. Esta ceremonia se lleva a cabo en los momentos alegres y es también una ocasión para consolidar la unidad familiar, una costumbre que debe ser legada de generación en generación”.
La bandeja de ofrendas debe ser cubierta con hojas de plátano. Además de 5 tipos de frutas, inciensos, areca y betel, arroz glutinoso y aguardiente, son indispensables la carne de cerdo y pollo hervidas. Las familias que no tienen dinero para comprar un cerdo, pueden comprar sólo su cabeza, dos patas traseras y mollejas, y los cuecen bien, salvo su sangre.
Después, el chamán revisa la bandeja de ofrendas, coloca una prenda de vestir del dueño de la casa cerca de esta y chequea la libreta que registra los nombres de los fallecidos del hogar. Sobre esta labor, Tong Van Hia, chamán de la aldea Mong en la comuna Hua La de la ciudad de Son La, informó: “El chamán se basará en esta libreta para invitar a cada miembro fallecido a disfrutar del arroz y la sopa dulce con sus familiares. Cada vez que llama el nombre de un fallecido, el chamán usa palillos para recoger un trozo de carne mezclada con brotes de bambú agrio, y lo pasará por un pequeño agujero en el altar para que el difunto los coma, junto con un trozo de arroz glutinoso y una cucharada de caldo. Si el dueño de la casa ha perdido a sus padres, el chamán comenzará a invitar a comer primero a sus espíritus, luego al orden de los abuelos, hermanos, hermanas y descendientes fallecidos”.
Según la costumbre, cuando los padres mueren, el hijo les venera con un altar donde quema el incienso e invoca a sus espíritus a la casa.
Cada vez que se acerca la nueva primavera, las familias del grupo étnico Thai en Son La se concentran en organizar el rito de veneración a los antepasados, recordando a los desaparecidos con la esperanza de que los ancestros bendigan un nuevo año lleno de felicidad, paz y prosperidad. Este ritual sigue siendo preservado de generación en generación como una buena costumbre de la comunidad.