Hun May es un instrumento musical típico de la etnia Khang, fácil de elaborar. La mayoría de los jóvenes, ancianos, hombres y mujeres de esta comunidad de 4 mil personas saben tocarlo. Este instrumento está hecho de distintos tipos de bambú, los cuales se golpean en la palma de la mano siguiendo el ritmo de la música, gongs, melodías y la danza, creando así sonidos muy animados.

Hun May - un instrumento musical tradicional de la etnia Khang.

Lo Thi Phau, del grupo étnico Khang en la comuna de Chieng On del distrito de Quynh Nhai, contó que en el pasado su pueblo solía vivir en zonas montañosas y bosques frondosos junto a ríos y arroyos. La vida era dura porque se basaba principalmente en la agricultura migratoria y las prácticas de producción dependían en gran medida de la naturaleza. Por lo tanto, la etnia Khang sabe cómo adaptarse, aprovechar la naturaleza y crear instrumentos musicales como “Hưn mạy” muy específicos y adecuados para las actividades culturales de la comunidad. El “Hưn mạy” generalmente está hecho de un trozo viejo de Neohouzeaua (un tipo de bambú). Se sostiene desde un extremo, y del otro salen 2 púas que se golpean en la palma de la mano. Para que el instrumento sea más bonito, muchas personas también hacen borlas de tela de colores para atarlo y decorarlo: 

“Para hacer el ‘Hưn mạy”, la gente irá al bosque para cortar viejos árboles de bambú, enderezarlos y llevarlos a casa para secarlos en el horno hasta que su color se vuelva dorado. Después, corta cada pieza de 40 a 60 centímetros de largo. Un extremo se divide en 2 púas, mientras el tubo está perforado con 2 orificios para garantizar un sonido resonante”, informó la señora. 

Jóvenes participantes en la danza Hun May (grupo femenino) y el baile Tang Bu (grupo masculino) de la etnia Khang.

Antaño, en las aldeas de la etnia Khang, los muchachos solían reunirse para bailar y cantar en el patio de recreo del poblado. En las noches de luna llena, tocaban el “Hưn mạy” y bailaban. Las muchachas golpeaban el instrumento musical en la palma de sus manos siguiendo el ritmo de la música, los tambores y gongs y cantando, lo que hacía amainaba la sensación de cansancio después de un duro día de trabajo. En esas galas, muchas parejas también se enamoraban y se amaban gracias a las letras del canto y la resonancia de los instrumentos musicales.

Lo Thi Phau dio a conocer: “En el invierno, los muchachos encenderán un fuego para mantenerse calientes mientras bailan. Cuando estén cansados, todos se sentarán alrededor de la fogata y disfrutarán aguardiente en tinajas con pajas largas de bambú. Se invitan mutuamente entonando melodías que tienen alas y rebosan de cariño”. 

Hoy en día, en los días festivos de la etnia Khang o las actuaciones masivas en Quynh Nhai, siempre hay un espectáculo de danza con “Hưn Mạy” que atrae a mucha gente. El grupo habitualmente compuesto por 8 o 10 personas baila, golpea y camina en círculos o se mueve horizontalmente, haciendo más emocionante la atmósfera del festival y al mismo tiempo estrechando la unidad comunitaria. Estas actividades evidencian la razón por la cual los Khang siguen preservando el “Hưn Mạy” de generación en generación.