Cada joven de la etnia Tay tiene la libertad de “Ket Tong” con una persona del mismo sexo de Tay u otra etnia.

“Tong” en el dialecto local significa “llevarse bien” y “parecido”. Y el deseo de todos los jóvenes Tay es encontrar a la persona adecuada para ser su amigo "Tong", alguien similar a un hermano de sangre de otros grupos étnicos de Vietnam. La única restricción para establecer esta relación especial es que nunca se desarrolle entre una mujer y un hombre. Cada joven de la etnia Tay tiene la libertad de “Ket Tong” con una persona del mismo sexo de Tay u otra etnia. Este vínculo puede formarse por las similitudes que poseen, como el mismo año de nacimiento, nombre, aspiración, tierra natal o condiciones de vida, entre otros.

Una vez establecido este lazo, todos los trabajos y eventos importantes de la familia se celebran con la compañía del amigo “Tong”, incluso con sus hijos y parientes. De esta forma, los dos pueden compartir juntos todos los momentos de alegría y de tristeza. Según Loc Ninh Tan, un residente de la ciudad distrital de Na Hang, provincia de Tuyen Quang, el afecto y el acompañamiento en la vida de dos amigos “Tong” son respetados y apreciados por todos:

“La ceremonia es simple, pero esta unión permanece por siempre, tanto en los tiempos más difíciles como en los mejores”, informó Tan.

Hoang Hung Chanh, jefe de Asuntos Étnicos del distrito de Na Hang, comentó que al establecer un vínculo de "Tong", las dos personas comparten también el cariño, la posición y la forma de dirigirse a otros miembros de sus respectivas familias.

“Mi familia y amigos, así como los de mi “Tong” nos tratan y llaman de la misma manera. Siempre debemos respetar esta costumbre de nuestros ancestros, porque esa es también nuestra identidad”, dijo Chanh.

Lo que más caracteriza esta relación especial son los sentimientos dichosos y cercanos que se expresan los dos amigos. Chau Minh Vi, un habitante de Tuyen Quang, comentó que tras la ceremonia, el amigo “Tong” suele traer un regalo al visitar la familia del otro:

“Los obsequios que se llevan pueden ser un paquete de glutamato, azúcar o caramelos, con el deseo de que sea siempre un nexo dulce”, informó Vi.

Esos encuentros no necesitan un motivo, a veces se realizan simplemente para verse uno a otro, dijo Loc Ninh Tan, quien también añadió: “Esas visitas no solo se realizan con frecuencia en uno o dos años, sino que se efectúan durante toda la vida”.

Los amigos “Tong” también educan a sus hijos y nietos sobre su relación cercana, para que esas generaciones entiendan y se comporten adecuadamente con el hermano de sangre de su padre. Esta costumbre muestra la identidad cultural del pueblo Tay, quienes siempre aprecian, respetan y mantienen los máximos esfuerzos para conservar este vínculo especial. Loc Ninh Tan dijo: “Le conté a mi familia, a mis hijos y nietos inmediatamente después de formar este vínculo, para que ellos lo sepan y también lo mantengan conmigo”.

Esta enseñanza de los ascendentes crea una relación muy estrecha entre las dos familias. Incluso, cuando uno de los dos muere, sus hijos y nietos siguen ayudando y tratándose como si fueran de la misma familia. Loc Ninh Tan compartió: “Aunque mi amigo se ha ido para siempre, el vínculo se mantiene intacto. Sus hijos aún me llaman padre y los trato como si fueran hijos míos. Las dos familias siguen respetándose”.

Hoy, con los dispositivos inteligentes, la gente puede comunicarse rápidamente sin tener que ir a la casa del otro. Pero, los Tay prefieren visitar el hogar de su amigo “Tong” en persona, para abrazarse y mostrar así su afecto sincero y profundo.