(VOVworld) – Cada una de las 54 comunidades étnicas de Vietnam tiene especificidades culturales, lo cual es manifiesto en las tradiciones familiares. Hoy seguimos hablando de los Nung, una de ellas, refiriéndonos especialmente a sus costumbres relacionadas con el casamiento.
Anteriormente, los jóvenes Nung se casaban luego de un arreglo decidido por sus padres. Hoy en día, tienen toda la libertad para conocerse y contraer matrimonio, pero deben recibir el visto bueno de sus progenitores. Las jornadas de trabajo juntos en el campo, las fiestas tradicionales o las sesiones de canto “sli” son ocasiones propicias para los primeros contactos y el desarrollo de los sentimientos de amor.
Una pareja Nung invinta té a los invitados en su boda
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Para este grupo étnico, el matrimonio es un acontecimiento sumamente importante. Al respecto, Luong Van Thiet, investigador de la cultura popular en el Museo de Etnología de Vietnam, explicó: “Cuando un muchacho o una muchacha decide quién será su pretendiente, intercambian objetos considerados como testimonios de su amor. El chico puede entregar a su novia un pañuelo y ella regalarle una pulsera, por ejemplo. Luego los enseñan a sus padres al informarles de su aspiración a vivir juntos bajo un mismo techo. Pero antes de llegar a esto, la familia del novio trata de conocer más a fondo la de la novia. Quieren saber, ya por empezar, si ella es trabajadora y si tiene una buena salud, lo cual es muy importante para garantizar que engendre hijos buenos y fuertes”.
Una vez culminadas esas “indagaciones” y satisfechas las condiciones, las dos partes empiezan a realizar los preparativos para la boda. En la comunidad Nung, el futuro esposo debe honrar a su amada con presentes de todo tipo, tanto en el pedido de mano y en la ceremonia nupcial como en el primer regreso de ella a la casa de sus padres después de la boda, entre otras ocasiones.
Parientes y amigos de la novia le acompañan a la casa de su amado en el día de casamiento
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La propuesta familiar sobre el casamiento de la pareja se efectúa al menos unos meses antes de la petición oficial. Se debaten asuntos como los relativos a los obsequios de la familia del novio a la novia, los dotes de ella, la fecha de la boda y la hora cuando se recuperará a la joven en su casa.
La fiesta nupcial de la comunidad se efectúa durante tres días, todavía según algunos procedimientos ancestrales. La familia del enamorado debe designar a una persona que dará la bienvenida a la novia (llamada “Ông đón”), mientras la responsabilidad de esta última es encontrar a quien la acompañará al nuevo hogar (o sea, “Ông đưa”). A pesar de sus diferentes funciones, comparten el mismo requisito de tener una familia feliz, e hijos tanto varones como hembras.
Loc Cong Hung, un residente Nung en la provincia de Lang Son, tocó este papel en varias bodas y dejó saber: “Según nuestras costumbres arraigadas, el que recibe y el que lleva a la pretendiente deben tener un encuentro previo a la ceremonia nupcial para revisar sus desempeños”.
En la fecha indicada, llega a la casa de la novia una delegación familiar de su amado, con “Ông đón” al frente, seguido por una tía, el futuro cónyuge y sus amigos. Entre las ofrendas, son indispensables un cerdo asado, una cesta de “xôi”, comida típica hecha de arroz glutinoso, ocho gallos emasculados, un pollo hervido y una tela hermosa.
Los vecinos también comparten la felicidad con los nuevos cónyuges
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Un canto popular “sli” será el saludo de estos delegados al llegar a la casa de la futura esposa. Entonces, un miembro de su familia sale a revisar las dotes antes de invitarlos a entrar.
En el homenaje a los antepasados que sigue después, un sacerdote escribe el nombre y la edad de los enamorados en un amuleto. Luego lo envuelta con una franja de seda o un papel de color rosado, símbolo del matrimonio contraído, y ora por su felicidad eterna.
A diferencia de otros grupos étnicos, al casar a sus hijas, los Nung preparan todo lo necesario para la formación de una familia, como por ejemplo un armario, una cama, frazada y mosquitero, ropa, ollas y cazuelas, incluso pozuelos y palitos para comer.
Hasta ahora mantienen la costumbre de elegir a una mujer virtuosa con familia feliz e hijos de ambos sexos, tendiendo la cama nupcial. Se trata de un acto simbólico, con el deseo de felicidad y fertilidad para la pareja.
Hoy en día, los Nung han eliminado muchas formalidades innecesarias y tabúes relativos a la boda. Se adaptan a un nuevo estilo de vida, lo cual les permite ahorrar dinero. Lo más bonito de estas evoluciones, es que los jóvenes se casan porque se enamoran y deciden ellos mismos unirse.