Los peculiares cuévanos de los Gie Trieng

(VOVworld) – Los étnicos Gie Trieng se asientan principalmente en el norte de la provincia de Kon Tum, en la región altiplana de Tay Nguyen (Meseta Occidental). Llevan una vida estrechamente vinculada a la naturaleza, lo que se refleja incluso en su peculiar cestería. Ellos son expertos en la fabricación de utensilios domésticos con los materiales que pueden encontrar fácilmente en sus alrededores como el bambú, junco, mimbre y lianas forestales de todo tipo. Entre esos productos destaca el cuévano, para el uso diario de los autóctonos y especialmente de las mujeres.

Los cuévanos de la comunidad aborigen tienen la forma de un cilindro alto y fino, de tres partes: la base (pang), las correas (lay) y el cuerpo (ania), cuyos motivos decorativos son una o más líneas de relieve.

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Los diferentes tipos de cuévanos de los Gie Trieng (Foto: Museo de Etnología de Vietnam)

Hay tres tipos de esos tejidos que distinguen la cestería de los Gie Trieng de la de otros grupos étnicos de la zona. Se trata del Nom, destinado a guardar objetos, el Ka, para transportar arroz, verduras y otros enseres, y el K’lek, de tres compartimentos, que suelen usar al ir a los sembradíos y bosques. El primero es el más peculiar, con una boca ancha, un cuerpo, grande arriba y más pequeño abajo, y en especial cuenta con una tapa de forma de cono truncado.

Estos cuévanos con tapa son utilizados para guardar ropas o joyas, los otros sirven para almacenar o transportar arroz al igual que  leña,  mandioca y  agua, e incluso hacen otros de menor tamaño destinados a los niños. 

Al referirse al papel de los cuévanos en la vida cotidiana de estos aborígenes, Nguyen Thi Huyen, quien se dedica a los estudios etnológicos de la Universidad Nacional de Hanoi, dijo: “Los Gie Trieng siempre llevan a cuestas los cuévanos al campo. Los utilizan para transportar el arroz, el maíz y la yuca cosechados, así como las frutas que recolectan en el bosque”.

Además de sus formas particulares, estas canastas son fabricadas con técnicas complicadas. Los materiales, el bambú y mimbre, tras ser seleccionados, son colgados sobre la cocina bajo el techo hasta que estén secos. Luego, estos se colocan en agua durante unos tres días para que una vez cortados en varitas finas, estas sean flexibles y resistentes.

El tejido es el paso más primoroso y requiere de mucho tiempo. Tras finalizar la primera capa, comienzan con la segunda, desde la base hasta el tercio del cuerpo del cuévano. Entonces, se les añade entre ellas hojas de un árbol silvestre, blandas y resistentes al agua, antes de continuar trabajando con las varitas de bambú. Finalizan poniendo tiras largas de mimbre en la boca del cuévano uniéndola con el cuerpo mediante preciosos nudos de ese mismo material. Mientras, la tapa es tejida de igual manera, con mucho esmero y delicadeza, con bambú y mimbre también.

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Mujeres Gie Trieng con cuévanos a la espalda (Foto: Editorial Giao duc)

Los cuévanos con motivos decorativos de mucha creación, demuestran la destreza y estética singular de los fabricantes locales. Además, estos utensilios son una adaptación por excelencia a las condiciones del entorno que les rodea. Al moverse en las selvas prístinas, sobre estrechos senderos, con el cuévano a cuestas y el cuchillo en una mano, los Gie Trieng pueden trasladarse e incluso recolectar recursos forestales fácilmente. Los llevan a la espalda con correas en sus dos hombros, muy cómodo para su circulación hasta los cultivos, e incluso a la casa de sus seres queridos con todo tipo de viandas y enseres dentro.

Al respecto, Nguyen Manh Hung, del periódico en línea del Partido Comunista de Vietnam, comentó lo siguiente: “Me impresionan mucho los cuévanos de los Gie Trieng, sobre todo cuando los portan sus mujeres. Pese a la topografía accidentada del lugar, se mueven con suavidad y agilidad, llevando las cestas llenas. Estas acompañan a las féminas étnicas durante casi todo el tiempo, en sus quehaceres diarios y también acentúan más su encanto. Los motivos decorativos singulares en ellas permiten su reconocimiento entre sus hermanas de otras comunidades aborígenes”.

En la vida moderna de hoy, los cuévanos siguen siendo una herramienta indispensable de los autóctonos, aunque muchos disponen de bicicletas y motos. Se mantienen como un rasgo cultural que les identifica entre las poblaciones aborígenes de las Tierras Altas centrales de Vietnam.

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