(VOVworld) – Para la etnia Nung como para la mayoría de los vietnamitas, la fiesta del Año Nuevo lunar (el Tet) es el evento anual más importante. Procede de sus costumbres específicas, en particular con los Nung Phan Slinh, uno de sus grupos radicado en la provincia septentrional de Lang Son. Sus miembros mantienen aún la tradición de preparar la comida del Tet para evitar las eventualidades desagradables en el nuevo periodo que comienza.
Los festejos de los Nung Phan Slinh se inician con la última comida del año lunar, cuyos platos de pato son infaltables. Según la creencia de este pueblo, dicha ave acuática es el mejor animal para ayudarles a eludir el infortunio. Al respecto, Luong Van Bach, residente de Lang Son, explicó: “El último día de diciembre lunar marca el intervalo entre los dos años, el viejo y el nuevo. Nuestra comunidad considera que el pato es indispensable para la ocasión. Tenemos la convicción de que al comerlo, las desgracias dejarán paso a las dichas y alegrías. Además, la familia gozará de buena salud y energía para el trabajo y el estudio en el calendario que va a comenzar”.
El pato asado con hojasde "mắc mật" es uno de los platos importantes de la comida de fin de año para los Nung
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La última comida del año de los Nung es la más rica, con diversos platos. El pato es elaborado en formas muy diferentes, cociéndolo en una cazuela con malanga, o asándolo con miel de abeja y hojas de una planta local llamada “mắc mật”, o simplemente hirviéndolo en el agua. Pero la receta más popular consiste en preparar un tipo de caldo con carne de pato y “măng chua”, retoños de bambú fermentados. De cualquier modo, es obligatorio consumir dichos platos antes del comienzo del año nuevo.
De acuerdo con Luong Chi Sung, funcionario de Lang Son a cargo de la cultura, se prohíbe en la comunidad Nung - y en el grupo Phan Slinh en particular - comer pato en enero lunar, con el fin de protegerse de las desventuras. Lo mismo ocurre con el pollo, durante el mes de julio del mismo calendario. Pese a que esta costumbre remonta a tiempos desconocidos, se mantuvo hasta la fecha.
Nunca se olvida de organizar la casa y limpiar el altar familiar y los objetos de culto con el agua obtenida del hervido de hierbas aromáticas
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En paralelo a la elaboración de la última cena del año, los Nung dedican bastante tiempo a preparar los manjares para saludar el nuevo calendario y presumir su habilidad en la cocina con los visitantes. Hoang Van To, miembro del mismo grupo, dijo: “La forma de festejar el Tet nos difiere de otros grupos étnicos tanto en la comida, como en el vestuario o en el culto. Por ejemplo, las ofrendas culinarias para el 1 de enero no se limitan al pastel tradicional de todos los demás vietnamitas, el “bánh chưng”. Con nosotros, incluyen siempre, también, un pollo emasculado hervido, arroz glutinoso cocido, luego machacado y tostado, y dulce “bánh khảo” hecho de la harina del mismo grano”.
A sus ancestros no les faltan ofrendas ni protocolos. Antes de dar la bienvenida al año nuevo lunar, los Nung atienden sin negligencia el altar familiar. Lo limpian con el agua obtenida del hervido de hierbas aromáticas, y lo embellecen con papeles de color rojo. Además de platos de cerdo y pollo, pasteles y dulces, se ponen en él una bandeja de cinco frutas y dos plantas “vạn niên”, que simboliza fortuna y suerte. Durante los primeros días del Tet, se vigila para que los inciensos no se apaguen nunca.
Los Nung dedican mucho tiempo para preparar las comidas para antes y después de la fiesta del Tet (Año Nuevo lunar)
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La Nochevieja es el momento más esperado y emotivo, en una reunión de la familia. Tras la cena, todos sus miembros aguardan juntos la llegada del nuevo año, y reanudan una ronda de encendido de inciensos abriendo todas las puertas y ventanas. Mientras, las mujeres salen a recoger agua en los riachuelos cercanos; la traen a casa, como un gesto simbólico de recibir las suertes y fortunas bendecidas del cielo y de la tierra. Una vez que vuelven a sus hogares, todos intercambian los mejores votos para un nuevo año venturoso.
En los primeros días del calendario recién comenzado, tratan de evitar ciertas acciones, tales como limpiar la casa, lavar ropa y usar morteros. Del mismo modo, procuran no visitar a los vecinos hasta después del mediodía del 1 de enero lunar. Mantienen estos tabúes creyendo que eso les apartará de problemas y malas suertes.
Además, en su concepto ancestral, confían en que si un hombre de mayor edad, con buena salud y una familia feliz, visita a alguna casa para felicitar sus dueños, se irán todas las desdichas del año viejo. Y si pega un papel cuadrado de color rojo en el establo, el ganado se multiplicará. Por eso estas personas siempre son bienvenidas y colmadas de regalos.
Todas estas costumbres, basadas en una creencia y filosofía ancestral, pueden parecer curiosas. Pero tienen el mérito de haber preservado las particularidades culturales de los Nung Phan Slinh hasta hoy en día.