(VOVworld) – La lectura se ha convertido en una actividad cultural entre muchos vietnamitas. Este hábito se estimula no sólo por la conciencia individual, los esfuerzos de la familia y los profesores, sino también por las ediciones de buena casta. En este sentido, cada libro publicado debe promover entre los lectores el enriquecimiento del acervo intelectual.
Un untercambio entre escritores y lectores
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En los últimos años, los festivales de libros han atraído a un número cada vez mayor de visitantes. Los padres acompañan a sus hijos a comprar textos mientras otros los adquieren como regalos para sus seres queridos. Estos acontecimientos son también puntos de encuentro adonde acuden estudiantes para intercambiar y participar en los conversatorios sobre el tema. En muchas localidades, dichos festivales son habituales gracias al desarrollo de programas de creación de estanterías, intercambio de libros y la promoción de la lectura en las escuelas y aldeas. Esas labores confirman que en Vietnam la lectura, como actividad cultural, se ha preservado, lo que estimula el acercamiento del público a las obras tanto impresas como en formato digital. Al respecto, Do Quy Doan, presidente de la Asociación Nacional de Casas Editoriales, afirmó: “La demanda de libros crece por día, lo que se reflejó en el último Festival de Libros de Ciudad Ho Chi Minh en el cual participaron muchísimas personas, incluidos ancianos, jóvenes y niños. En ese encuentro los escritores pudieron intercambiar también con el público. Hubo libros, como el del autor Nguyen Nhat Anh, que llamaron mucho la atención no sólo de los niños, sino también de sus padres. En este caso, creo que la obra logró enaltecer los valores humanos y contribuyó a educar a los lectores en la estética”.
Cada año en Vietnam se publican decenas de miles de libros. En 2015 se registraron más de 29 mil números de depósito legal para las publicaciones sin contar más de 2 mil 700 electrónicos. Estas cifras demuestran que la demanda de libros, cada vez más diversificada, se satisface. En idéntico sentido, Nguyen Anh Vu, director de la editorial de Literatura, comentó: “Como empresas, las editoriales satisfacen la demanda de diversos sectores del mercado. Por ejemplo, es necesaria la publicación de libros recreativos con contenidos sencillos al servicio de lectores a quienes no les interesan los temas académicos. Mientras, a los investigadores y estudiantes se les deben ofrecer ediciones en correspondencia con sus intereses y evitar las de mala calidad”.
Un festival de libros en Hanoi
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El desarrollo del hábito de leer como actividad cultural depende no sólo de la conciencia individual y los esfuerzos de la comunidad, sino también de las ediciones de alta calidad. En cuanto a este tema, Nguyen Quang Thach, presidente del proyecto de popularización de textos en áreas rurales, afirmó: “Criticamos los libros de mala calidad en Internet, especialmente los que tienen errores graves de traducción y edición. Por mi parte, crearé grupos encargados de evaluar las ediciones”.
Antes, cada editorial publicaba anualmente sólo algunas docenas de libros. Sin embargo, hoy la cifra se sitúa entre 100 y 200. Al incrementar el número de ediciones, se requiere al mismo tiempo mejorar su contenido. De esta manera, las editoriales asumen la responsabilidad de ofrecer al público, cada vez más, obras de alta calidad para convertir los libros en un manjar espiritual y así contribuir a elevar el conocimiento y los valores estéticos de los lectores.