Las campanadas en la vida de los vietnamitas

(VOVworld) - Desde tiempos inmemoriales, la pagoda y sus campanadas se convirtieron en cotidiana imagen vital de cada vietnamita. A la mañana o al atardecer el sonido del tañer proporciona alivio a las personas. Para muchos los campaneos no solo evocan memorias del pasado, sino que forman parte de su conciencia cultural.

Hoy día, en todo el territorio vietnamita, se encuentran mugosas pagodas clásicas que datan de cientos de años. La imagen de la pagoda y los toques de campana constituyen una prueba de que el Budismo entró en Vietnam desde hace mucho tiempo y se convirtió en rasgo cultural espiritual de los vietnamitas. Según la doctrina budista, la campana de la pagoda se llama también Bát Nha que significa inteligencia, ya que las campanadas despiertan en parte al ser humano. De acuerdo con la concepción budista estos sonidos pueden volar lejos hasta el infierno, haciendo que las criaturas que allí habitan se liberen de dolores y se sientan tranquilas. Por este significado sagrado, al tañer los bonzos las campanas se recuerdan a sí mismos que deben mantenerse lúcidos. Para ellos al venerar al Buda, deben llevar su doctrina mesericordiosa y el amor a todos, pidiendo tranquilidad para el país, paz para el mundo y felicidad para los seres humanos. Respecto a los vietnamitas, el concepto del Budismo sobre el universo y la vida humana es profundo, cercano y fácil de comprender. Las campanadas son mensajes que despiertan la sinceridad en los seres humanos y eliminan la codicia, la lujuria y el fanatismo, aligerando el alma. 

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La campana se convirtió en una parte importante
de la vida religiosa de los vietnamitas

En la actual vida parece que el talán conlleva sonidos y el espíritu sagrado del país, por ello en la concepción de los vietnamitas la construcción de una pagoda y la fundición de una campana revisten significados de suma importancia. La fundición de un carillón deben realizarla artesanos calificados que tengan buen corazón y sean virtuosos. No solo se lleva el cobre al horno para fundirlo, sino que antes de hacerlo, se debe efectuar una solemne ceremonia. También es indispensable que los lugareños aporten el oro para fundir la sonajera. En la técnica de fundición tradicional la mezcla de oro y cobre proporcional determinada garantiza que sus sonidos repercutan más lejos. El oro es un metal precioso, por lo tanto muchas personas quieren donarlo a la fundición de la campana para expresar su fe en el Buda, considerándolo como un honor de su familia y linaje. Vu Thi Minh, una donante de oro en Hanoi, compartió:“Hoy en la ceremonia de fundición de la campana ofrezco el oro para depositar mis expectativas en sus sonidos y pedir suerte para mi familia.”

Después de concluir el trabajo la campana será colocada en el campanario. Entonces cada mañana o la tarde el talán resuena y penetra en la vida humana. El profesor, doctor Pham Minh Khang, investigador de cultura popular consideró: “La campana no solo es un instrumento que resuena cuando se le toca, sino que sus sonidos son generados por el cielo, la tierra y el mundo sagrado. El hombre quiere depositar su deseo en las campanadas y conducirse mejor en la vida. Además de llevar un significado en la vida normal, reviste otro espiritual, para que la gente evite desastres y fantasmas. Estos no son simplemente campanadas, sino el alma y anhelo del hombre que ruega por la paz del país, felicidad del pueblo, buen tiempo y trabajo favorable”.

En Vietnam la pagoda y las campanadas siempre se vinculan al campo y la vida de los campesinos que trabajan afanosamente en sus parcelas. Diariamente desde las horas tempranas las campanadas resuenan, despertando a los agricultores para ir al trabajo. Al atardecer las campanadas avisan el fin de la jornada laboral. Aparentemente estos toques alivian las preocupaciones, relajando a la gente. Desde hace muchas generaciones las campanadas de la pagoda son muy cercanas a la vida de los vietnamitas. A través de innumerables siglos el Budismo se vincula estrechamente con la imagen tranquila de la pagoda. Las campanadas forman parte de la vida social y crean un profundo significado humano en el alma de cada vietnamita./.

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