(VOVworld) – Los intérpretes del circo drama “Mi aldea”, al emplear el bambú para la decoración y representación, logran crear una pintura campestre poética y acogedora. La obra es una combinación de diferentes artes escénicos, como la pantomima, canto, acrobacia y malabarismo, entre otros. Se trata de un género bastante novedoso en Vietnam, sin embargo el talento y la creatividad de los artistas hacen que las funciones de “Mi aldea” sean impresionantes tanto para los espectadores nacionales como para los extranjeros.
La obra se inicia con una serie de escenas vivaces, que transportan a los espectadores a una buena y temprana mañana en una aldea de Vietnam. Campesinos, con instrumentos agrícolas en sus manos, se preparan para una jornada laboral, con el quiquirikí de los gallos. Luego llega la noche, bajo el techo de una familia, la madre se mece en la hamaca arrullando a su bebé con dulces nanas. Mientras tanto, una niña está enfrascada en el tejido y un chico entona canciones sentimentales sobre la gratitud de los hijos hacia sus progenitores. La vida campesina se reproduce en el escenario, con faenas diarias, desde la captura de peces y camarones, siembra de arroz en una noche de la luna llena, ferias aldeanas, compras y ventas ambulantes, sonido de cascabel de monjes y citas de amor entre jóvenes, hasta la construcción de casas y bodas en las tradicionales zonas rurales de Vietnam. 20 artistas de circo interpretan diferentes escenas de la vida rural con palos de bambú, largos y cortos, como el instrumento principal, para revivir ese ambiente constantemente móvil pero apacible del campo vietnamita.
Se puede decir que el bambú protagoniza el circo drama “Mi aldea”. Participa en la historia como un personaje más en la vida de los vietnamitas. Trozos y palos de bambú, de todo tamaño, son utilizados y transformados sin cesar, en puentes, casas y también ríos y canales. Los intérpretes hacen juegos malabares y saltos acrobáticos sobre el bambú y con éste. Los espectadores se percatan de la vinculación estrecha entre el bambú y el ser humano. El bambú es considerado un amigo y un instrumento con el que las personas ganan el sustento. La señora Aster, una maestra de Escocia, que vive en Ciudad Ho Chi Minh expresó: “Casi todos mis colegas y conocidos han visto esta obra y muchos me comentaron que es excelente, lo que hoy puedo comprobar. A través de este programa, conozco un poco más de la vida de los vietnamitas en las zonas rurales. Me impresionó sobremanera la creatividad de los artistas al introducir el bambú en sus interpretaciones, en las cuales puedo apreciar su fuerza, talento y habilidad. Es increíble la combinación entre la luz y el sonido en este circo drama.”
El escenario de “Mi aldea” es decorado de modo sencillo pero a la vez estético, sin colores vistosos ni suntuosas luces. La obra retorna a los espectadores a la infancia, con el canto de gallos y la música transparente de la flauta. Entran en una aldea de bambú, mediante el arte performance, juegos malabares, prácticas acrobáticas y de equilibrio, así como cantos folclóricos típicos de la tierra campestre en las tres regiones del país, Norte, Centro y Sur. Manuela, una turista alemana observó: “Qué interesante ver con mis propios ojos a los artistas emplear el bambú para levantar casas en el escenario del teatro. Es la primera vez que veo esta obra, tras leer por casualidad el anuncio sobre el programa. La verdad que la disfruté mucho, nunca había visto construir una casa con bambú. Creo que el programa es muy creativo.”
La obra de circo drama “Mi aldea” se estrenó en Vietnam en el 2005 pero solo se perfeccionó y comenzó a representarse en el exterior desde el 2009. El productor Tuan Le compartió: “Este es un programa especial para Vietnam y el resto del mundo, pues es la creatividad en el teatro con herramientas muy rústicas que tienen vinculadas a la cultura y la vida de los vietnamitas, y es una combinación entre el arte cirquense, el baile y el canto. Las primeras ideas sobre este programa se concibieron en el 2003, y la primera versión data del 2005. Después de 2009 con sus primeras interpretaciones en el exterior, “Mi aldea” ha realizado unas 300 funciones en diferentes países.”
Quedar impregnados en el espacio apacible del campo de Vietnam, o asombrarse por los movimientos cirquenses e ingeniosos de los intérpretes, son sensaciones que acompañan a los espectadores de “Mi aldea”, atesorándolas como gratos recuerdos.