(VOVworld) – El 31 de diciembre de 2015 Vietnam se convirtió en miembro de la Comunidad de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). En este proceso de integración regional, la cultura será un factor de identificación de cada país del bloque, pero el nuevo contexto también representará una buena oportunidad para impulsar el desarrollo de ese sector.
Desde los comienzos de la integración de Vietnam, su primer puente con el mundo exterior siempre ha sido la cultura. En las últimas décadas, este proceso favoreció su acceso a los distintos valores culturales universales, tanto en la vida ciudadana, como en la política y la economía. En este contexto, el conocimiento sobre otras culturas y la convergencia gradual con ellas resultan sumamente importantes.
Banderas de los países de la ASEAN en una obra de un pintor vietnamita
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Los problemas principales que se ciernen sobre la integración cultural de todos los países del mundo es la diferencia de idiomas, costumbres y estilos de vida. De igual manera, la incorporación de Vietnam a la Comunidad de la ASEAN entraña retos nada pequeños. Sin embargo, en su historia de construcción y defensa de la Patria, el país siempre considera la integración una exigencia inevitable para consolidar la fuerza de la nación. El historiador Duong Trung Quoc señaló: “Un ejemplo de ello es que durante la dinastía Ly, un estado fuertemente autónomo de Vietnam, se aceptó rendir culto al confucianismo y promover el chino como la escritura nacional, sin perder la lengua vietnamita y la identidad cultural de la nación. Nuestros antepasados también avanzaron hacia el sur para acercarse y dar la bienvenida a la cultura de las comunidades étnicas jemer y champa, y anteriormente a las civilizaciones de Phu Nam y Oc Eo. La diversidad cultural forja nuestra voluntad de integración.”
En realidad, esta voluntad y la realidad histórica son las grandes ventajas de Vietnam en su camino hacia la integración internacional. El profesor Nguyen Quang Ngoc, del Instituto de Vietnamología, estimó que la cultura, regida por las leyes de evolución y transformación, siempre se renueva. En su opinión, el ser miembro de la Comunidad de la ASEAN, sentará una base importante para renovar la cultura del país, tras analizar bien sus ventajas y limitaciones con vista a poner en alto sus potenciales en este proceso integracionista. Nguyen Quang Ngoc profundizó al respecto al señalar: “Desde la antigüedad, las culturas de la India y de otras regiones del mundo, en su cruce con la cultura nativa de Dong Nai, hicieron que ella se nutriera para alcanzar el nivel de la cultura de Oc Eo, base para el nacimiento y la poderosa expansión del Reino de Phu Nam. Pongo este ejemplo para tranquilizar a quienes se preocupan por los impactos de culturas extranjeras en nuestra identidad cultural. Creo que este es un cambio positivo, al servicio del renacimiento de la cultura nacional y evidentemente es una buena oportunidad para nuestro país.”
Con una posición geográfica favorable, Vietnam es un lugar donde convergen dos culturas importantes de Asia Oriental y de las islas del Sudeste Asiático. Los miles de años bajo la dominación de imperios del Norte, las guerras y los contactos con la cultura de Occidente a inicios del siglo XX propiciaron una relevante flexibilidad del pueblo vietnamita. Otra de sus características dominante es su capacidad de adaptación.
Ahora el problema es cómo mantener los valores esenciales de su cultura, algo así como un “carné de identidad”. En el contexto de la integración, usar el inglés es un imperativo para facilitar su acercamiento a diversos espacios culturales. Si el mercado es el factor que impacta directamente en las actividades económicas, los conocimientos culturales servirán de utilidad para ampliarlo sin provocar choques.
Según estimó el historiador Duong Trung Quoc, además de los elementos semejantes que crean el enlace natural, la diversidad cultural es algo imprescindible.
Numerosos investigadores y activistas culturales opinan que como país en vías de desarrollo, es lógico que para Vietnam su primera prioridad sea el desarrollo económico. No obstante, si se deja de prestar atención al mantenimiento y la promoción de la cultura, ello se traducirá en una degradación de la base espiritual y en otras adversas consecuencias sociales.
Por lo tanto, en calidad de miembro de la recién formada Comunidad de la ASEAN, Vietnam está muy interesado en preservar la idiosincrasia nacional para integrarse al mundo confiado en sí mismo, sin el temor de perder su identidad cultural.