(VOVworld) – Hue, la antigua capital imperial de Vietnam atrae a la gente por sus abundantes reliquias históricas y culturales, con los palacios y tumbas reales de la dinastía Nguyen, así como las casas- jardines singulares. Pero uno no conocerá del todo esta tierra sin navegar en su río Huong (del Perfume) y escuchar sus cantos tradicionales. Ahora, haremos un paseo en barco sobre las aguas del río del Perfume para disfrutar de esta “especialidad turística” en el Centro de Vietnam.
Viajeros se suben a barco para un paseo musical por el río del Perfume
Las tiernas melodías de Hue representan un plato espiritual muy particular de esta tierra desde hace tiempo. A tono con el desarrollo turístico de la localidad, los cantos tradicionales de Hue tienen un nuevo escenario- los barcos que navegan en las aguas tranquilas del río del Perfume. Cuando la ciudad comienza a alumbrarse, y el puente de Truong Tien brilla con luces multicolores, es el momento en que los barcos- dragones abandonan unos tras otros el embarcadero, llevando a los visitantes y aficionados sobre las inmensas aguas del río del Perfume. Luego, se detienen y se dejan llevar por la corriente. En el ambiente romántico de la noche de Hue, en cada embarcación aparecen los artistas en trajes tradicionales. 5 cantantes y 3 músicos con una flexión saludan al público. Así comienza el espectáculo.
En la calma de la noche, inundan el río los sonidos vibrantes de la cítara de 16 cuerdas, y de los laúdes de 2 o 4 cuerdas, mezclándose con las voces melodiosas de los artistas. Las piezas musicales de la corte retornan a los espectadores como recuerdo de un pasado remoto en los palacios dorados y mansiones reales, haciendo que se olviden del presente y se impregnen de un mundo lleno de poesía y música.
Noche tranquila y romántica en el río Huong
Para asistir a este concierto único, 150 mil dong son suficientes. Actualmente, este viaje es propuesto por 13 agencias turísticas de Hue. 100 barcos y 400 artistas están a la disposición todas las noches. Estos artistas provienen de distintos grupos. La mayoría de ellos son profesionales que trabajan en teatros o conjuntos artísticos de la provincia el resto del tiempo. Para ellos, participar en los espectáculos en el río del Perfume es una manera de satisfacer su pasión por el folclor, y también para aumentar sus ingresos. Sin embargo, hay también aficionados que se integran sólo por estar dotados de una bella voz y otras cualidades. Ton Nu Thi Hoa, jefa de un grupo artístico expresó:“Pertenecemos a un club de aficionados de la música de Hue. Ofrecemos estos conciertos todas las noches. Para nosotros, esto no es un trabajo, sino más bien un deleite. Yo soy jubilada, pero el cantar me llena de energía, alegría y felicidad.”
Letras sabias, estilos elegantes y nobles, es lo que se puede resumir de los cantos de Hue. Los turistas pueden descubrir entre otras las melodías muy características de Nam Ai y Nam Binh. Los artistas revelan que la remuneración es poca, pero lo hacen por el amor a esta profesión y para divulgar un rasgo cultural peculiar de Hue, deben entrenarse todos los días, pese a que tienen al menos de 3 a 5 años de experiencia. Thanh Tu, una joven cantante nos explicó que los artistas como ella deben dominar muchos temas para responder a las demandas del público:“Amar la profesión, eso es lo más importante. Para poder interpretar los cantos de Hue, seguimos una formación seria. Y para poder vivir de la profesión, debemos esforzarnos y renovarnos constantemente. Solo así podemos comprender las canciones e interpretarlas en nuestro propio estilo, sin copiar el de otros.”
Las cantantes ofrecen tanto piezas musicales tradicionales como
temas contemporáneos a la demanda de los espectadores
Para responder mejor a las amplias demandas de los espectadores, las cantantes representan a veces temas contemporáneos dedicados a Hue, que todos los vietnamitas conocen, pero que solo con las voces tiernas de las mujeres locales, adquieren un especial color.
Cuanto más avanza la noche, se nota una mayor cercanía entre los artistas y los espectadores, quienes se identifican en el amor a la música. Tal es así que antes de despedirse, sueltan juntos faroles flotantes en el río abrigando el deseo de encontrarse otra vez en este romántico escenario.