(VOVWORLD) - La central hidroeléctrica de Hoa Binh, en la provincia norteña homónima, es el fruto de más de 20 años de construcción, con la ayuda de hasta 700 técnicos expertos de la disuelta Unión Soviética. Algunos de ellos, incluso, sacrificaron su vida para la edificación de la planta. Esta obra se puso en funcionamiento en 1988 y sigue aportando hasta el 80% de la producción nacional de electricidad. Ahora, es un símbolo de la amistad histórica entre Vietnam y la antigua Unión Soviética, así como de la asociación estratégica actual entre el país indochino y Rusia.
Construida sobre el río Da, la central de Hoa Binh se considera como la obra más importante del sector eléctrico de Vietnam (Foto: baocongthuong.com.vn)
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A pesar de las grandes inundaciones en los meses pasados de septiembre y octubre, la central hidroeléctrica de Hoa Binh mantuvo el normal funcionamiento de sus 8 turbinas. Durante las últimas tres décadas, ha sido la principal planta de suministro eléctrico de todo el país, con rendimiento promedio de 10 mil millones de kilovatios por hora al año. También, ha ayudado a la prevención de las inundaciones y al suministro de aguas destinadas a la producción agrícola en la llanura del norte del país.
Hoy en día, al acudir a este sitio, se puede encontrar una estructura deteriorada por el tiempo, conformada por muchas lápidas de piedra en las cuales hay grabada la frase “La Patria recuerdan sus contribuciones” en homenaje a las 168 personas, incluidos 13 trabajadores rusos, que murieron durante su construcción. Cada año, recibe cientos de visitas para mostrar la gratitud a los fallecidos. En ocasión del centenario de la Revolución de Octubre de Rusia, Bui Thuc Khiet, primer director de la central hidroeléctrica de Hoa Binh, regresó a este lugar al que dedicó más de 12 años de su vida. La imagen de los expertos rusos trabajando en la obra ha quedado profundamente marcada en su mente. “Durante decenas de años de construcción de la central, los amigos rusos llegaron para ayudarnos con todos sus esfuerzos. Varios de ellos sacrificaron su vida. Eran un gran apoyo y una amistad preciosa.”
En los años 70, al comienzo del proceso de la edificación, Vu Xuan Bang, fue el intérprete para los expertos rusos. Las memorias de aquellos momentos siguen manteniéndose frescas en él. El hombre contó: “Me acuerdo de las inundaciones históricas en 1978. Cuando realizábamos las actividades de preparación y cimentación del terreno, uno de los diques estaba a punto de romperse. Entonces, todos los técnicos rusos que estaban trabajando en ese momento estuvieron dispuestos a usar su cuerpo para evitar la ruptura de la presa.”
Durante el proceso de construcción, los expertos rusos se acomodaron en la ciudad y fundaron la que ellos llamaban “Aldea de la Unión Soviética”. No solo eran apasionados en el trabajo, sino también fueron siempre muy amables y crearon una verdadera amistad con los habitantes locales. Pham The Dung, radicado en el barrio 10, de Hoa Binh, recordó: “Por las tardes, iban acompañados de sus esposas e hijos, solían acudir al mercado y hablar con los vendedores. Mientras, los niños locales aprendían el ruso para poder conversar con ellos.”
En aquel momento, la edificación de la central hidroeléctrica de Hoa Binh era uno de los proyectos más complicados en el mundo. Nguyen Van Minh, su actual director, dio a conocer: “Como parte de nuestro proceso de educación de la cultura empresarial, celebrábamos frecuentemente varios concursos sobre los conocimientos de la historia de la construcción y el desarrollo de la planta, para que nuestro personal entendiera mejor sobre las ayudas valiosas de la antigua Unión Soviética y de Rusia a Vietnam.”
Se puede decir que la central hidroeléctrica de Hoa Binh es un orgullo de los dos pueblos y un símbolo de la amistad tradicional entre ambas naciones. En esta obra, se guarda un documento dirigido a las próximas generaciones, el cual se abrirá en 2020 para recordarles que tienen que respetar, conservar y cultivar las buenas relaciones de solidaridad entre Vietnam y Rusia.