(VOVWORLD) - La cueva de Lung Khuy es un destino que no puede ser ignorado cuando visitan el Geoparque Mundial de Dong Van, en la provincia norvietnamita de Ha Giang. Su atracción peculiar se debe a las estalactitas con millones de años de antigüedad y por una leyenda de amor detrás de su historia.
El camino hacia la cueva de Lung Khuy visto desde arriba (Foto: ihay.thanhnien.vn)
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La cueva de Lung Khuy se sitúa en una montaña alta, a unos 3 kilómetros de Tam Son, cabecera del distrito de Quan Ba. Para acceder a ella, los visitantes tienen que caminar por una ruta pequeña y deben prestar mucha atención para poder encontrar la entrada, de solo 1,5 metros de altura y 1 metro de ancho. Posiblemente, esta es la razón por la cual ese lugar ha sido descubierto recientemente y aún mantiene su belleza virgen. Nguyen Ngoc Hai, un excursionista, dijo: “Trabajé cinco años en Quan Ba pero nunca oí hablar de esta cueva. Cuando me enteré de su descubrimiento, decidí visitarla.”
La singularidad de ese sitio es la cantidad de estalactitas y estalagmitas que hay, de diferentes formas y tamaños, sorprendiendo y cautivando a los turistas. Pham Hung, otro visitante, manifestó: “En esta cueva no hay rastros ni alteraciones provocadas por los seres humanos. He visitado muchas pero ninguna de ellas tiene la belleza tan virgen como la de Lung Khuy, lo que demuestra que las autoridades locales se han esforzado mucho en la gestión y la preservación de la originalidad de este lugar.”
Las estalactitas y estalagmitas dentro de la cueva (Foto: dulich.vnexpress.net)
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Antes de su apertura al público, la cueva de Lung Khuy era un sitio sagrado de los compatriotas de la minoría étnica Mong en Ha Giang, quienes siempre cuentan sobre la leyenda de amor detrás de su historia. Hace mucho tiempo, la Meseta Rocosa de Dong Van enfrentó una sequía tan grave que podría haber acabado a todos los seres vivos. Por esta razón, los Mong subieron a la montaña más alta para pedir ayuda de las deidades. Entonces, empezó a llover mientras el dios del Dragón bajó del cielo y se transformó en un hombre de dicha etnia, quien enseñó a los demás una corriente de agua pequeña en la cueva de Lung Khuy. Luego, el Dragón se enamoró de una chica Mong. Ellos se casaron y formaron una familia dentro de dicha cueva. Refiriéndose a esa leyenda, Nguyen Ngoc Hai expresó: “Todos los locales conocen ese cuento. Es realmente una historia de amor maravillosa.”
Actualmente, la corriente de agua en la cueva de Lung Khuy sigue siendo admirada por los étnicos Mong. En los festivales importantes, acuden a ese lugar para coger agua y llevarla a su casa a fin de ponerla en un recipiente en el altar, con el propósito de pedir a los antepasados por la salud, la fecundidad, la prosperidad y las buenas cosechas.