(VOVworld) - Tras más de una hora de vuelo desde Ciudad Ho Chi Minh y a más de 2 horas de Hanoi, los viajeros ven Phu Quoc, considerada como la isla de la perla verde, una belleza en alta mar. La mayor isla de Vietnam es privilegiada por su naturaleza, con playas vírgenes muy hermosas como Bai Sao (la Ribera de las Estrellas), que tiene arenas blancas finas y agua transparente que deja ver el fondo.

La primera impresión de los turistas al llegar a Phu Quoc es que la isla está cubierta de un fresco cielo de color verde, plantas y mar. Por ello, su primer deseo es lanzarse al agua fresca, mirar el mar azul, tomar el sol en la arena y respirar el aire sano del océano. Bai Sao siempre es la opción de cualquier visitante.

Este playazo se ubica en el Sur de Phu Quoc, de arenas blancas como cristal y aguas muy limpias, por la mañana la ribera está vacía, al mediodía se anima con la llegada los bañistas. Numerosos extranjeros quieren tomar el sol en el arenal durante todo el día y comparan esta playa hermosa con otras exóticas como Hawali o Balí, Indonesia. Los trabajadores de turismo local saben explotar todo el potencial que la naturaleza regala para agradar a los excursionistas. Phung Xuan Mai, director del hotel Saigon-Phu Quoc, nos dijo lo siguiente: “Explotamos principalmente productos de ecoturismo compuestos por recursos naturales submarinos, como son la natación, el buceo y la captura de peces y calamares. En cuanto a los bosques, organizamos tours de exploración, aventura y alpinismo. Estos recursos naturales constituye una de las mayores ventajas de Phu Quoc”.

Además de Bai Sao en el Sur, Bai Dai- la Playa Larga en el Norte de la isla- también es muy linda, esta tiene arenas amarillas. Debido a la escasa población, este lugar es muy tradicional y tranquilo. Fue elegido por una agencia de comunicación estadounidense como una de las 5 riberas más hermosas y limpias del mundo entre las que son poco conocidas. La aldea pesquera de Ham Ninh es otro destino atractivo para los visitantes. El poblado está entre el mar, los bosques y las montañas, y conserva su virginidad. Los lugareños se ganan la vida principalmente gracias a la explotación de las perlas de las ostras y la captura de holoturias. Al recorrer esta villa, los excursionistas conocen mejor la vida de los autóctonos.

Al hablar de Phu Quoc, nadie olvida su salsa de pescado. Este condimento tiene un alto grado de proteínas y el sabor dulce y aromático que proporcionan los arenques. Estos pescados crean el sabor simbólico del moje de Phu Quoc. Después de su captura, los mariscos son salados en barriles de madera hasta que se desintegren. Cuanto más larga es la conservación, más sabroso es el caldo que resulta. Decenas de barriles de madera que pueden contener hasta l5 toneladas de pescado constituyen una imagen inolvidable en este viaje. Dang Thi Gai, una turista que regresó recientemente de la isla, nos dijo: “En el recorrido por Phu Quoc visité una compañía que se dedica a la producción de salsa y escuché las explicaciones sobre los arenques y la técnica de procesamiento del condimento. Además me senté en el barco para pescar. Los productos marinos capturados fueron procesados por los cocineros del buque al servicio de los viajeros. El mar de Phu Quoc es muy lindo. Fue un viaje interesante”.

La isla se beneficia de paisajes naturales pintorescos y recursos de mayor calidad que los de otras localidades, como es el caso de la perla de ostra natural, el moje de arenques y la pimienta. Al igual que el caldo, la pimienta se ha convertido en un producto famoso de la isla. Los pimenteros forman partepla

No solo suministran un producto preciado, sino que los huertos de pimenteros de Phu Quoc son los sitios de visita preferidos por muchos de los excursionistas. Al juntarse en estas plantaciones, ellos pueden contemplar y respirar el aroma picante fuerte de los frutos maduros, olvidando así todas sus preocupaciones./.