(VOVWORLD) - La prisión de Son La, construida por los franceses en 1908 en la provincia homónima del norte de Vietnam, sirvió de reclusorio a más de mil patriotas en la época colonial. Inicialmente de 500 metros cuadrados, su superficie se cuadruplicó entre 1930 y 1940 con el objetivo de reprimir el espíritu revolucionario de los vietnamitas. Su zona de reliquias fue declarada en 1962 Patrimonio Nacional y ascendida a la categoría de especial en 2014.
El vestigio de la prisión de Son La |
El antiguo centro de detención está situado en la colina de Khau Ca, desde donde puede tenerse una vista panorámica de la ciudad de Son La. El paisaje es encantador, pero abajo, lo que queda de esa construcción recuerda al infierno en la tierra.
Era un edificio macizo de piedra y ladrillo, compuesto por celdas de diferentes tamaños, incluidas las subterráneas y las especiales, de solo 1,2 metros cuadrados cada una. En la mayoría de estos recintos de techos de chapa están colocadas camas, también hechas de piedra y cubiertas de cemento, a las cuales permanecen unidas hileras de esposas y cadenas. Con este diseño el lugar era un verdadero horno en verano y una nevera en invierno. Es más, la oscuridad y la humedad de la prisión contaminaban el ambiente y hacían que las dolencias se propagaran fácilmente entre los presos. Estas condiciones y los escalofriantes métodos de tortura no tenían otra intención que doblegar el espíritu luchador de los vietnamitas. Sin embargo, el lugar se convirtió en una escuela política donde se cultivaron el patriotismo y el ideario revolucionario.
Mai Vi, un ex prisionero, contó: “Yo fui encarcelado en la prisión de Son La de 1940 a 1945. Durante esos cinco años me instruí más que en cualquier etapa anterior de mi vida, tanto en el aspecto cultural como en el político. Fui uno de los redactores principales del periódico Suoi Reo (Arroyo de Emoción), creado tras las rejas del presidio. Después de liberado, me dediqué a movilizar a las masas para estimular la participación del pueblo en los movimientos revolucionarios. Este lugar era una verdadera escuela política”.
La zona de reliquias de la prisión de Son La preserva preciadas huellas de un heroico pasado de Vietnam |
Importantes figuras del Partido Comunista y el Estado de Vietnam sufrieron prisión aquí, como Truong Chinh, Le Duan, Van Tien Dung, Nguyen Luong Bang y To Hieu. Entre los restos de la antigua penal aún permanece un melocotonero plantado por To Hieu, uno de los líderes del movimiento de lucha entre los reos. El árbol se convirtió en un símbolo de la indomabilidad de los combatientes comunistas. El veterano Mai Vi dijo: “Todos los prisioneros respetaban a To Hieu, considerado el alma de todos los compañeros encarcelados aquí. Él cuidaba de nosotros, tanto en lo material como en lo espiritual, y luchaba para mantenernos firmes y tratar de aliviar las penalidades que enfrentábamos, sin miedo a los chantajes del enemigo”.
Visitantes escuchan presentar sobre el antiguo centro de detención de combatientes comunistas |
En 1952, antes de abandonar Son La, los colonialistas franceses destruyeron la prisión con el objetivo de borrar las huellas de su crimen abominable. En 1965, los bombardeos estadounidenses dañaron aún más las edificaciones. Las autoridades provinciales realizaron en 1980 y 1984 importantes restauraciones para recuperar partes de la construcción, tales como muros con alambre de púas, dos torres de vigilancia, la cocina, la celda grande y las subterráneas. El lugar es hoy uno de los enclaves históricos más significativos de la región del noroeste y atrae a muchas personas.
Dinh Huu Duc Tho, un turista de la ciudad central de Da Nang, expresó: “Oí hablar de la prisión de Son La de pequeño y supe de su historia a través de libros, pero esta es la primera vez que la visito para conocer un poco más sobre una de las bases revolucionarias de nuestro país. En mi grupo viajan algunos niños a quienes quiero enseñar la tradición patriótica y el precio de la independencia y la libertad”.
Testimonios de un tiempo de lucha en la gloriosa historia del pueblo vietnamita se preservan en este antiguo centro de detención, que cada año recibe a cientos de miles de visitantes nacionales y extranjeros. Tienen la oportunidad de recorrer el cercano Museo de Son La, que atesora miles de piezas relativas a la historia de la localidad y la rica cultura de sus 12 comunidades étnicas.