(VOVworld) – En la meseta de Moc Chau, además de contemplar paisajes pintorescos, numerosos turistas optan por hacer recorridos y descubrir las aldeas para conocer la vida de los grupos étnicos de Muong, Thai y especialmente de los compatriotas Mong. El camino hacia el poblado de Chieng Di, comuna de Chieng Yen, distrito de Van Ho es estrecho pero impresionante gracias a los huertos de melocotones seculares en la temporada de florecimiento. Las casas de madera gris oscuro resaltan entre gamas de rojo ligero de las flores.

Turistas andan por una ruta de tierra para entrar a la aldea de la etnia Mong

El camino hacia la aldea de Chieng Di no tiene suficiente espacio para que los turistas se trasladen en coche, así que es necesario detenerse en la entrada y andar por una ruta de tierra para llegar al poblado. A lo largo de ambos lados del camino, los huertos de melocotones seculares comienzan a florecer, lo que marca la llegada de la primavera, impresionando a los excursionistas. Vu Thuy, turista de Hanoi compartió: “No es muy lejos viajar desde Hanoi hasta aquí. Nada más pisé la aldea, vi que se preservaban intactos los rasgos originales de la etnia Mong. Cada mañana vienen los visitantes y por la tarde experimentan la vida aquí. Me interesan mucho las actividades cotidianas de los Mong en la aldea”.

Casa sobre pilares de la etnia Mong

En la aldea de Chieng Di, los visitantes son bienvenidos por todas las familias. Habitualmente, los grupos de turistas acuden a la casa de Vang A Chu, patriarca del poblado. En su casa de madera tradicional de la etnia Mong, los visitantes escucharán la presentación sobre la vida cotidiana de este grupo étnico, sus manjares y viviendas. El patriarca Vang A Chu dijo: “Antiguamente esta casa tenía 3 columnas pero ahora no existe más el pilar principal que medía 3 metros. Cuando la familia organiza ceremonias, coloca inciensos en las columnas. La vivienda de los Mong tiene dos puertas. La principal se cierra cuando un miembro de la familia está enfermo y se deja abierta la secundaria”.

La risa sonora reina sobre la casa del señor Vang A Chu, despejando la curiosidad de los visitantes de Hanoi que pisan por primera vez la aldea de Chieng Di. Todos son bienvenidos por los lugareños. Acostumbrados a edificios, numerosos turistas se sorprenden al ver la vida de los Mong en sus casas sencillas de madera carentes de utensilios modernos. En especial, las actividades cotidianas están colmadas de cariño. La señorita Vu Thuy compartió: “Me gusta visitar a las familias de la aldea para experimentar la vida aquí, viendo a los lugareños cumplir con sus faenas en el campo y terrazas, además de saborear sus comidas diarias. En especial, los turistas tienen la oportunidad de cooperar en los trabajos cotidianos”.

Aldeanos molen el maíz para alimentar a sus ganados y aves de corral

En cada vivienda de los Mong en Chieng Di, se pone en el patio un molinillo de maíz, grano principal en la localidad que antiguamente servía de alimento diario de los aldeanos. Hoy día, la etnia Mong come arroz en lugar de “mèn mén”, plato elaborado con la harina de maíz cocida. Así es que el molinillo se usa para moler el maíz que alimenta al ganado y a las aves de corral. A Thanh Tam le llamó mucho la atención este utensilio ya que es la primera vez que lo maneja. Ella dijo: “Al principio me pareció que no era muy difícil de usar el molinillo pero luego, entendí que no era nada fácil. Sin embargo, me interesa mucho pues pude experimentar la vida aquí. Por primera vez lo hice y me sentí estupendo”.

Al despedir Chieng Di, los turistas no pueden olvidarse de las sonrisas relucientes, los ojos amables, el sabor del “mèn mén” y del aguardiente lleno del cariño de los lugareños dedicado a los visitantes. Una vez llegan a Chieng Di, los excursionistas sentirán la delicia hasta que su cansancio disminuya y así amarán cada vez más su vida.