(VOVworld) – En Vietnam existe un mercado que se abre a principios de la primavera, para la alegría y suerte tanto de compradores como de vendedores llamado Vieng, en la provincia Nam Dinh. Esta feria solo funciona una vez al año desde la medianoche del día 7 hasta la madrugada del 8 de enero lunar. Lo especial consiste en que tanto los vendedores como los clientes no piensan en ganancias y precios caros o baratos, y solo desean “comprar suerte” en el inicio del año nuevo.
Decenas de miles de personas acuden anualmente al mercado Vieng
Desde la tarde del día 7 del Tet (es decir, el 6 de febrero solar), muchas personas de las provincias en el delta del río Rojo llegaron a Nam Dinh para asistir al mercado Vieng. Se desconoce desde cuando se formaron en Nam Dinh dos ferias que se llaman Vieng Phu en la comuna de Kim Thai, distrito de Vu Ban y Vieng Chua, en la cabecera de Nam Giang, distrito de Nam Truc. En la memoria de los ancianos locales, este especial encuentro fue algo espontáneo, convocado solamente una vez a principios de año, constituyendo el motivo por el cual los jóvenes aldeanos de ambos sexos se citaron. Al concurrir al mercado los varones deseaban encontrar a sus amadas y conseguir algunas cosas que trajeran suerte a su familia. Nguyen Tien Dung, residente de la cabecera de Nam Giang, contó: “Desde hace tiempo Vieng es una feria para que la gente compre suerte y no piense en precios caros o baratos. Aquí se intercambian boniatos, maní, legumbres e instrumentos agrícolas. Numerosos productos se permutan sin necesitar el dinero ni pensar en valores materiales, llevan hortalizas, palas y guatacas entre otras cosas. Este es el carácter del mercado.”
Aquí no se importa el precio, lo más importante es conseguir algunas
cosas que traigan suerte a la familia
Según la leyenda popular, a las l2 de la noche del 7 de enero lunar los hombres del infierno y la tierra realizan la compraventa, por ello, si quiere asistir al mercado Vieng la gente debe partir antes de la medianoche. Especialmente, en la zona de la feria Vieng Phu, se encuentra un conjunto de reliquias para rendir culto a la Santa Madre Lieu Hanh, una de los cuatro Santos inmortales acorde con la fábula popular vietnamita. Antes de ir a la plaza rural, numerosos lugareños encienden inciensos en su templo, rogando felicidad y fortuna para su familia. Nguyen Thi An, una peregrina, dijo: “Este es el lugar de adoración a la Madre Lieu Hanh, Santa inmortal, creadora de la feria Vieng para que los descendientes soliciten suerte y consigan regalos para sus familiares. El mercado tiene carácter caritativo, por ello todos los concurrentes desean paz para el país y felicidad para el pueblo.”
Se encuentran aquí utensilios de la vida cotidiana
En su mente todos los clientes expresan la aspiración a lo bueno en el año nuevo. En la noche oscura los peregrinos caminan despacio bajo la luz brillante de antorchas con el aroma de inciensos, para confiar más en el resultado de sus peticiones. Nguyen Tien Dung continuó: “Anteriormente, el antiguo mercado Vieng estaba a un kilómetro de la Pagoda de Dai Bi, sin embargo, las campanadas del lugar de veneración repercutían hasta la feria, despertando a los peregrinos, depurando su alma, para que practicaran una vida sana acorde a la moral humana.”
El mercado comienza desde la madrugada
Además del mercado Vieng Phu, se encuentra la feria Vieng Chua, en el distrito de Nam Truc, a unos 25 kilómetros, que es más grande. Los productos vendidos aquí no son diferentes a los de Vieng Phu como las rejas del arado, guatacas, hoces, cestas, zarandas o posturas de plantas, árboles ornamentales y frutales. El lugar de comercio más animado es el área de objetos viejos. En el terreno frente a la Pagoda Dai Bi, se colocan sobre los tapices de nailón muchos incensarios, candelabros, teteras, y tazas de bronce, porcelana, garrafas, incluso gongs y batintines. Los vendedores y clientes intercambian con efusión. Nguyen Cong Hoang que concurrió durante muchos años al mercado Vieng dio a conocer que por su afición, algunas personas llevaron productos a la feria para exhibir y no para vender aunque perdieron mucha fuerza y dinero en la transportación. Al recorrer esta plaza rural los visitantes no pueden pasar por alto la carne de ternero, un sabroso manjar. Según los lugareños, anteriormente se llevaron también búfalos y bueyes al mercado para trocar. Al finalizar la feria muchas personas los sacrificaban y procesaban comidas para los concurrentes. Hoy día, la carne de ternero asada se ha convertido en un producto especial para los visitantes en el mercado Vieng. Los hombres antiguos consideraban que la carne roja era sinónimo de la suerte.
Visitantes compran objetos en el mercado en esperanzas de la suerte y fortuna
en el inicio del año nuevo
Hoy día, la vida se desarrolla, y esta plaza rural es más concurrida cada día. Muchas personas juzgan que si no compran algún objeto, significa no tener suerte y fortuna en el inicio del año nuevo. Por lo tanto, al concluir la feria casi todos los concurrentes se marchan con regalos a sus casas y los más preferidos son las plantas, porque simbolizan felicidad y sosiego en el año nuevo.