El músico Quoc Trung y su audiencia

Una tarde de octubre, en la casa comunal de Dong Lac, en el número 38 de la calle de Hang Dao, del distrito de Hoan Kiem, el ambiente es muy tranquilo. Solo suena el piano del músico Quoc Trung para alrededor de 20 espectadores. Se trata de un encuentro titulado “La música - El último amigo”, en el marco del Espacio Cultural Hanoia organizado la segunda semana de cada mes por la Sociedad de Responsabilidad Limitada Tam Son. Nguyen Thanh Binh, encargado de la marca Hanoia, dejó saber: “Cada mes este espacio cuenta con un tema diferente que aborda de manera profunda no solo los asuntos académicos sino también los diarios. Por ejemplo, cuando hablamos sobre el Tet o el Año Nuevo Lunar, conversamos sobre las diferentes maneras de decorar los altares ancestrales. También, podemos debatir sobre el estilo y las formas de comportamiento de los vietnamitas en cualquier situación social, como cuando entregan y reciben los regalos. En la pasada edición de octubre tratamos la música y durante la próxima, citaremos los patrimonios de Hanói.”

Además, a parte de estos encuentros, se pueden encontrar productos tradicionales de alta calidad que elaborados por los artesanos más talentosos del país, como las pinturas de laca, la seda My A y los bordados. Para que los turistas extranjeros entiendan mejor sus valores, el lugar tiene algunos guías turísticos para explicarles. “Todos estos son productos artesanales de Vietnam, con diseño tradicional de la nación. Esperamos que a ustedes les gusten”, dijo uno de ellos.

Los jóvenes participantes en el Espacio Cultural Hanoia

Este centro cultural es reconocido como una casa patrimonial de la capital. En el siglo XVII fue una tienda de “yem” (prenda interior tradicional de la mujer vietnamita) de seda. En 2000, fue reconstruida para rendir tributo a los genios que protegen la capital: Cao Son, Linh Lang y Bach Ma. Hoy en día, aún mantenie su techo con pilares en forma de la cabeza de dragón, así como las estelas de piedra y los adornos de más de 150 años de antigüedad. Especialmente, en su puerta hay una lápida grande en la cual hay grabadas estas palabras: “Esta casa comunal construida durante la dinastía Le vende “yem” de seda de la pareja de Nguyen Cong Trung y Nguyen Thi Tu Thiet”. Dentro, se exponen algunos pareados antitéticos. Afuera, hay un patio pequeño con diversos tipos de flores y plantas. Sin embargo, a pesar de su significado histórico tan importante, el lugar no llamaba mucho la atención a los turistas. Por esta razón, las autoridades de Hanói decidieron crear el Espacio Cultural Hanoia en ese lugar. Nguyen Kim Nhung, directora de mercadotecnia del proyecto, dio a conocer: “Tenemos la oportunidad de implementar nuestro proyecto aquí, gracias al Comité Popular y a la Comisión Administrativa del Casco Antiguo de Hanói. Conservamos los altares en la segunda planta, mientras la primera se dedica a contar la historia de la casa comunal y honrar los productos tradicionales.”

Con su autenticidad demostrada en su espléndida arquitectura y la instalación del espacio Hanoia, la casa comunal de Dong Lac ayuda a los visitantes a descubrir tanto la cultura vietnamita tradicional como sus expresiones modernas.