Yen Tu, famoso sitio turístico espiritual de Vietnam
Lan Anh -  
(VOVworld) - La zona de reliquias históricas y paisajes pintorescos de Yen Tu tiene 20 kilómetros de largo y pertenece a los barrios de Phuong Dong y Thuong Yen Cong de la ciudad de Uong Bi, provincia de Quang Ninh. Ubicada en un entorno de montañas y bosques en la región del Noreste de Vietnam, la cima de Yen Tu es famosa por la Pagoda de Bronce, de una altura de mil 68 metros sobre el nivel del mar. Esta área hermosa incluye otras pagodas, templos, torres y árboles seculares que se mezclan con la naturaleza.
Bajo el sol sofocante del verano nada es más recomendable que un paseo por la zona de Yen Tu. Vientos frescos y un inmenso verdor gracias a las plantas alivian el cansancio de los viajeros. Todas las preocupaciones y tristezas desaparecen ante la majestuosidad de la naturaleza.
La estatua de jade del emperador-monje Tran Nhan Tong
Éste es el lugar donde se asentaron numerosos veteranos bonzos de alta virtud a finales de la época Ly y principios de la época Tran, nombres como Hien Quang, Dao Van, Tran Nhan Tong y Thanh Tong practicaban la religión. Ésta se considera la tierra de Buda después de que el rey Tran Nhan Tong transfirió el trono a su hijo para profesar el budismo durante l0 años en Yen Tu, fundando la secta de Truc Lam y convirtiéndose en el creador de la orden contemplativa vietnamita. El bonzo venerable Thich Tue Phuc, viceadministrador del Instituto Contemplativo de Truc Lam Yen Tu dio a conocer:
“Hablar de la pagoda de Yen Tu es referirse a la secta contemplativa homónima. En el siglo l4, Tran Nhan Tong, tercer rey de la familia Tran, de 35 años de edad, decidió ceder el trono a su hijo Anh Tong y se convirtió en su asesor durante otros 6 años. Cuando tenía 41 abandonó todo para ir a la montaña de Yen Tu y practicar la religión. Aunque la introducción en Vietnam de estar religión viene por vía de la India, durante los siglos primero y segundo, el Budismo todavía no se conocía, y por ello el monarca Tran Nhan Tong agrupó a las facciones y adeptos, creando la orden contemplativa de Truc Lam Yen Tu”.
En los verenos, esta zona pintoresca no solo recibe a excursionistas de todas las partes, también muchos alumnos y estudiantes llegan aquí para escuchar las explicaciones de la doctrina budista. El reverendo Thich Tue Phuc informó:
“La contemplación es la transformación espiritual y de la conciencia. Sobre todo en verano, los religiosos crean condiciones para que los alumnos y estudiantes la practiquen, vivan en la pagoda y tengan una visión más madura. Al regresar a su casa serán buenos hijos y ciudadanos.”
Hoy en día el sendero hacia la montaña de Yen Te es más practicable. Generalmente, los peregrinos tardan unas 2 horas en atravesar las cuestas accidentadas y conquistar la cima. Si no tienen mucho tiempo, también se puede subir en teleférico. Este sistema les ahorra la mitad del viaje hasta su llegada a esta tierra budista. El señor Le Trong Thanh, subdirector de la Compañía de Tung Lam y administrador del teleférico, informó:
“Generalmente los sábados y domingos recibimos un gran número de turistas. Para atenderlos trazamos mejor un plan minucioso, guiándoles en la visita a las pagodas, templos y torres, evitando atascos.”
Aunque está ubicada a una altura de mil 68 metros, la Pagoda de Bronce
sigue atrayendo a muchos peregrinos nacionales e internacionales
Los excursionistas que tienen más tiempo prefieren caminar hacia la Pagoda de Bronce. La ruta sinuosa empieza desde el arroyo Giai oan (Purgatorio) y serpentea pendientes y rocas lisas. En este lugar, el Rey Tran Nhan Tong estableció un templo para purgar a los que sufrieron desgracias y accidentes. El oratorio se esconde entre los árboles frondosos, cerca del arroyo.
En el trayecto hacia la Pagoda de Bronce los viajeros pueden ofrecer inciensos a Buda en la pagoda de Hoa Hien, el templo de Ngoc Van, la pagoda de un solo techo y otros lugares de culto de Bao Sai y Van Tien. Estas son las escalas de los excursionistas en el camino penoso hacia la cumbre de mil 68 metros de altura. Bach Hop, una peregrina, compartió su impresión: “A mi llegada a la Pagoda de Bronce a las 5 de la mañana todo estaba oscuro, pero me siento muy seguro. Anteriormente pensaba de modo diferente y mi imagen de los lugares de veneración era otra. Sin embargo, al acudir a Yen Tu veo que el paisaje es muy limpio como en la tierra budista y todo rebosa tranquilidad.”
Al recorrer la Pagoda de Bronce tanto los fieles como los viajeros tienen la sensación de entrar en el paraíso, donde hadas y Budas juegan ajedrez, conversan sobre las sutras y propagan la religión a las criaturas del mundo
Lan Anh