(VOVWORLD) - A finales de la semana pasada, la atmósfera de distensión en el Medio Oriente gracias a una serie de acuerdos de paz suscritos recientemente entre Israel y los países árabes se rompió cuando el científico nuclear de primer orden de Irán, Mohsen Fakhrizadeh, fue asesinado el 27 de noviembre en una emboscada al este del país. El incidente, que ha desatado la preocupación en la opinión pública y en analistas y expertos, puede generar nuevas incertidumbres y tensiones graves en la región.
El científico nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh, asesinado en un ataque con bomba en la ciudad de Absard, al este de Irán (Foto: Times Of Israel) |
Antes de su asesinato, Mohsen Fakhrizadeh rara vez aparecía en los medios de comunicación iraníes o internacionales. Sin embargo, se considera que fue una personalidad relevante en el programa de desarrollo nuclear de Irán.
Personalidad relevante
Según fuentes occidentales, Mohsen Fakhrizadeh era el principal científico nuclear iraní y fue conocido como el “cerebro” al mando del programa de desarrollo nuclear de la nación persa durante muchos años. Además, la Agencia Internacional de Energía Atómica y la inteligencia occidental lo calificaron como jefe del programa nuclear secreto de Irán, antes de que dicho proyecto fuera suspendido en 2003. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mencionó a este personaje en un discurso sobre el programa nuclear de Irán en 2018. Por su parte, Holly Dagres, experta en el Consejo del Atlántico Norte de Estados Unidos, designó a Mohsen Fakhrizadeh como el Roboert Oppenheimer de Irán, aludiendo su relevante papel al compararlo con el científico que desarrolló la primera arma nuclear del mundo para Estados Unidos.
Según medios de comunicación internacionales, Fakhrizadeh se asoció a la Revolución Islámica de Irán en 1979 y se unió a la Guardia Revolucionaria Islámica de esa nación. Obtuvo el título de doctor en ingeniería nuclear y fue docente en la Universidad Imam Husein. Fue uno de los ocho ciudadanos iraníes vetados de realizar viajes internacionales y transacciones financieras de acuerdo con una resolución de la ONU del año 2007 sobre acusaciones relativas a estudios nucleares o de misiles balísticos.
La posición y la importancia de ese científico explican por qué el gobierno iraní reaccionó con tanta indignación ante su asesinato. Por su parte, la comunidad internacional muestra preocupación ante las peligrosas consecuencias que se puedan derivar del suceso.
El funeral del científico Mohsen Fakhrizadeh, el 30 de noviembre (Foto: Ministerio de Defensa iraní) |
Medio Oriente, una región cada vez más tensa
Muchos analistas consideran que el asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh reviste un gran impacto en la situación interna de Irán, hecho similar al asesinato del general Qassem Soleiman por parte de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en enero de este año.
En respuesta al atentado al ex comandante de la fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Irán allanó varias bases militares que albergaron tropas estadounidenses en Irak, pero no causó ninguna baja. Por lo tanto, si determina la autoría del asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh, podría responder de algún modo, aunque la réplica sea únicamente un acto simbólico. Sin embargo, en este incidente, Irán sospecha que Israel pudiera ser el culpable. A lo largo de los años, Teherán ha declarado en numerosas ocasiones que quiere erradicar a Israel. Mientras, el estado judío, siempre ha respondido con obstinación a Irán.
De hecho, poco después del asesinato del científico, el 28 de noviembre, el líder supremo de Irán, Alí Hoseiní Jamenei, anunció que Teherán respondería al atentado contra Mohsen Fakhrizadeh. Entretanto, el presidente iraní, Hassan Rouhani, acusó a Israel de perpetrar el crimen y se comprometió a dar una respuesta “en el momento apropiado”. En el funeral del investigador celebrado el 30 de noviembre, el ministro de Defensa de Irán, Amir Hatami, confirmó que Irán se estaba preparando para responder con vigor a la ofensa.
Muchos países y organizaciones internacionales expresaron su preocupación y alentaron a las partes a abstenerse de actuar. El 29 de noviembre, los Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Rusia instaron a todas las partes a la calma para evitar desestabilizar la región del Medio Oriente.
Con anterioridad, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, también solicitó actuar con moderación y evitar cualquier acción que pueda aumentar las tensiones en la región. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania también exhortó a todas las partes a contenerse de llevar a cabo acciones que intensifiquen las tensiones y afecten las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán. Mientras, la Cancillería de Turquía pidió depurar responsabilidades a todas las personas involucradas en el ataque.
El exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, John Brennan, advirtió que el asesinato reviste el riesgo de desencadenar más conflictos en Oriente Medio. El demócrata Chris Murphy, miembro del Subcomité de Oriente Medio del Senado estadounidense, afirmó que el atentado contra el científico iraní Mohsen Fakhrizadeh “no hace que Estados Unidos, Israel o el mundo sean lugares más seguros”.