(VOVWORLD) - Con 318 escaños, el Partido Conservador de la primera ministra británica, Theresa May, ganó los comicios anticipados que se realizaron el pasado 8 de junio, pero sin lograr la mayoría absoluta de 326, necesaria para formar gobierno. En comparación con las elecciones parlamentarias de 2015, esa organización perdió 12 asientos, mientras su rival, el Partido Laborista, consiguió 262 diputados, es decir, 30 más que en las anteriores. Ese resultado haría caer al Reino Unido en los riesgos de la inestabilidad política en medio de un panorama oscuro ante las negociaciones sobre su salida de la Unión Europea (Brexit) y el fantasma terrorista.
Tras los últimos comicios, Theresa May expresó su determinación de constituir un nuevo ejecutivo capaz de resolver los posibles problemas que el Reino Unido enfrentará luego de las negociaciones del Brexit. Para este fin, está esforzándose por formar un gobierno con el apoyo del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda de Norte, que logró 10 escaños en la Cámara Baja. Paralelo a esto, fortalece su gabinete en puestos clave para que los miembros del gobierno le ayuden a cumplir las labores importantes, incluido el proceso de negociaciones sobre la salida británica de la Unión Europea (UE).
La primera ministra británica, Theresa May, declara este 13 de junio durante su visita a Francia que las negociaciones sobre el Brexit se realizarán según lo programado (Foto: AFP/VNA) |
Sigue las divisiones en el seno del Reino Unido
Inmediatamente después de publicarse el resultado electoral oficial, muchos miembros del Partido Laborista de Jeremy Corbyn y sus simpatizantes urgieron a la dimisión de la líder conservadora. Aseguraron que tienen suficiente capacidad para formar un gobierno con 262 asientos. Próximamente, se presentará una moción de confianza en el Partido de Theresa May. Si obtiene la ventaja necesaria, la premier británica continuará en su cargo. En caso contrario, su salida del gobierno sólo es “una cuestión de tiempo”.
Actualmente, algunos funcionarios conservadores de alto nivel muestran un fuerte apoyo a May. Reiteraron que el Reino Unido no puede enfrentar nuevos vaivenes en un contexto en el que las conversaciones sobre su abandono de dicho bloque comunitario están próximas. Entretanto, otros miembros permanecen en silencio, lo cual llama la atención del público. El diario estadounidense The Washington Post supuso que esos conservadores británicos realizarán de manera tácita debates sobre si aceptarán la renuncia del cargo por parte de May o no y cuál sería el momento apropiado para esta hipótesis, es decir, a la vez o después de los inicios de las negociaciones del Brexit. En el caso de que May abandone el número 10 de la calle Downing, sería la segunda vez que Londres se ve influido por el cambio del máximo cargo del gobierno luego de que la titular del Partido Conservador apostara su carrera política al convocar a una votación anticipada.
El proceso del Brexit podría enfrentar grandes retos derivados de la inestabilidad política del Reino Unido (Fuente: Internet) |
Obstáculos en el camino hacia el Brexit
Se esperaba que las elecciones que el Reino Unido efectuó el pasado 8 de junio le hubieran guiado en el camino de las negociaciones sobre su separación de la UE, pero el fracaso de la actual premier, Theresa May, pone ese proceso en riesgo. Ante la actual coyuntura británica, las conversaciones al respecto, que iniciarán el 19 de junio según lo previsto, podrían demorar porque el Partido Conservador está concentrado en formar un nuevo ejecutivo. Mientras, las ventajas se inclinan hacia los laboristas, lo cual significa que Theresa May o su sucesor encarará enormes desafíos para tratar de convencer a las dos Cámaras de que deben ratificar un plan acerca de un “Brexit duro” que permita al Reino Unido salir del mercado europeo y de la unión aduanera, poner fin a la supervisión del Tribunal de la UE y la libre circulación dentro de esa agrupación, así como pagar acuerdos financieros bilaterales. Después, el bloque regional reiniciará su intercambio comercial con Londres como con otras naciones en el mundo de acuerdo con las normas de la Organización Mundial del Comercio. Si el parlamento británico vota en contra del “Brexit duro”, el despliegue del artículo 59 del Tratado del Lisboa podría aplazarse y ese programa dependería absolutamente de la decisión de los 27 Estados de la UE.
Las elecciones anticipadas del Reino Unido y los sucesos imprevistos podrían llevar esa nación a un caos e incluso interrumpirían las negociaciones sobre el Brexit. Pero según lo previsto, esas conversaciones terminarán a finales de marzo del 2019. Mientras, el fantasma terrorista, factor que dejó impactos negativos en la psicología del electorado británico en los últimos comicios junto a la división en el seno de la sociedad y en el plano político nacional continúa amenazando la seguridad de ese país y también al proceso de diálogo sobre su salida de la UE.