(VOVWORLD) - Las tensiones comerciales entre la Unión Europea (UE) y China están mostrando signos de escalada, ya que cada una de las dos partes abren continuamente investigaciones antidumping destinadas a los productos de la otra, lo que genera preocupaciones sobre una guerra comercial a gran escala.
El Ministerio de Comercio de China comenzó el 17 de junio a realizar una investigación antidumping sobre la carne de cerdo y sus productos derivados importados de la Unión Europea (UE). Esto se considera la respuesta de Beijing a acciones anteriores de Bruselas.
La Unión Europea aumentará sus impuestos a la importación del 17,4 al 38,1% sobre los vehículos eléctricos fabricados en China. (Foto: Reuters) |
Riesgo de aumento de tensiones
La decisión de China se tomó 5 días después de que la Comisión Europea (CE) anunciara que impondría un nuevo impuesto de hasta el 38% a los vehículos eléctricos importados del gigante asiático con acusaciones de que los fabricantes chinos de vehículos eléctricos reciben grandes subsidios del Estado. Aunque la parte europea fijó como fecha límite el próximo 4 de julio para aplicar a los autos eléctricos chinos una nueva tarifa, que oscilaría entre el 17,4% y el 38,1%, y dijo que estaba dispuesta a considerar las denuncias y pruebas aportadas por la nación asiática, los observadores suponen que es difícil evitar que la UE imponga aranceles a estos productos.
Ahora la pregunta es ¿Cómo reacciona Beijing? En efecto, el Ministerio de Comercio de China ha afirmado repetidamente que el país actuará con determinación para proteger los intereses de sus empresas. Anteriormente, en enero de este año, Beijing también abrió una investigación sobre el brandy francés después de que la CE abriera una investigación contra autos eléctricos, paneles fotovoltaicos y equipos médicos de China. La agricultura es el sector europeo que enfrenta el mayor riesgo de represalias de la nación asiática porque es un área importante y políticamente sensible para algunos países europeos.
Además, otros productos, como bienes de consumo de lujo, vino, chocolate, muebles de alta gama y coches con grandes motores, también pueden estar sujetos a las medidas antidumping de Europa. Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio Europea en China, advirtió que, si esto sucede, las dos superpotencias comerciales entrarán en una guerra comercial a gran escala que seguramente causará daños a ambas partes.
Los fabricantes alemanes de automóviles están especialmente preocupados por este escenario. Simon Schutz, portavoz de la Asociación de la Industria Automovilística Alemana (VDA), afirmó: “La industria automotriz alemana tiene una clara posición de que no apoya los impuestos antidumping, porque esta no es una buena solución para resolver el problema. La imposición de aranceles podría ser el comienzo de un conflicto comercial y luego los fabricantes de ambos lados sufrirán sus consecuencias. No será posible traer beneficios a ninguna una vez que ocurra una guerra comercial".
Paul Triolo, un analista del Grupo estadounidense Albright Stonebridge, compartió esta opinión y afirmó que tanto la UE como China no quieren afrontar un conflicto comercial a gran escala en este momento. Según Triolo, esta aplicación de nuevos impuestos a los vehículos eléctricos chinos sólo se prorrogará temporalmente por otros 4 meses, lo que demuestra que la parte europea también quiere mantener el retroceso:
“Es peligroso cuando ambas partes aplican sus medidas de represalia una a otra. Nadie quiere eso, especialmente los fabricantes de automóviles alemanes. Por lo tanto, espero tomar medidas para evitar una escalada de tensiones, y la CE podrá manejar este tema de manera más flexible, por ejemplo, cuando tome la decisión de gravar los vehículos eléctricos chinos”, opinó.
En un supermercado en China. (Foto: AFP) |
Futuro de autos eléctricos europeos
Aunque la mayoría de los analistas creen que tanto la UE como China no quieren una guerra comercial, el aumento de los aranceles de la CE sobre los coches eléctricos producidos en China también causará enormes impactos. De hecho, el desarrollo de vehículos eléctricos es una de las prioridades estratégicas del Pacto Verde de la UE. En consecuencia, el bloque comunitario prohibirá todos los coches propulsados por motores de combustión interna a partir de 2035. Por lo tanto, cuando aumente el tipo impositivo sobre productos importados de China, los consumidores europeos tendrán que pagar un mayor precio para comprar coches eléctricos, lo que ralentizará el proceso de sustitución de los vehículos que utilizan combustibles fósiles en Europa y afectará su objetivo estratégico de neutralizar carbono para 2050. Por lo tanto, numerosas organizaciones de protección ambiental en Europa se muestran escépticas sobre el impacto de esta decisión en la implementación de otros objetivos ambientales y de cambio climático de la agrupación.
En un comunicado publicado la semana pasada, Volkswagen, el mayor grupo fabricante de automóviles de Europa, declaró que la subida de arancel de la CE para los coches eléctricos chinos importados es una acción que aumenta la tendencia de proteccionismo y aislacionismo. Este grupo agregó que los impactos negativos de esta decisión son mucho mayores que los beneficios que obtendrá Europa. Según Joe Mazur, analista de la Corporación Trivium China, Europa difícilmente puede esperar que la imposición de barreras arancelarias ayude a prevenir la invasión de vehículos eléctricos chinos.
“Los aranceles impuestos por la UE están dentro del rango previsto. Aunque habrá un impacto, no significa el fin de la presencia de vehículos eléctricos chinos en Europa. En los últimos años, los fabricantes chinos han ofrecido precios muy competitivos, por lo que, con nuevas tarifas, es posible que tengan que recortar sus beneficios o aumentar los precios para los consumidores, o ambos”, dijo.
Según estadísticas del grupo de investigación y análisis económico Rhodium, 5 de los 6 modelos de vehículos eléctricos del fabricante chino BYD, siguen siendo rentables en Europa, incluso con un tipo impositivo del 30%, mientras que el Modelo 3 de la empresa Tesla (Estados Unidos) fabricado en China sufrirá pérdidas con el nuevo impuesto de la UE.