(VOVWORLD) - En vísperas de la ceremonia de toma de posesión del presidente electo Joe Biden, a celebrarse el 20 de enero, la situación de Estados Unidos se ha vuelto más tensa, especialmente después de que la Cámara de Representantes votase el miércoles para someter a juicio político al saliente mandatario Donald Trump. Este proceso que se trasladará al Senado en los próximos días, forma parte de los esfuerzos de los demócratas en el Congreso para destituir al líder republicano, acusado de “incitar a la insurrección”, luego de que en un encendido discurso instase a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio antes de que el Congreso certificara la victoria electoral de Biden.
 El vicepresidente estadounidense Mike Pence. (Foto: CNN) |
Esta medida se produjo apenas una semana antes del período de transición del poder a la nueva administración de Biden, la cual convierte a Trump en el único presidente de Estados Unidos en enfrentar un histórico juicio político.
Una fuerte presión sobre Trump
La votación de la Cámara de Representantes ha situado a Trump como el primer presidente del país en someterse a dos procedimientos de destitución en un solo mandato. Sin embargo, el primer juicio en 2019 relativo a una llamada telefónica al presidente de Ucrania, fue superado con bastante facilidad. En el segundo, Trump enfrenta una presión mucho mayor cuando al menos 10 senadores republicanos votaron en su contra.
Con antelación, este órgano legislativo ratificó una resolución convocando al vicepresidente Mike Pence a activar la 25ª enmienda de la Constitución para apartar a Trump de la presidencia. Esta medida permite deponer al dirigente de su cargo, si el vicepresidente y la mayoría de miembros del gabinete declaran que no está en condiciones de cumplir con sus responsabilidades.
Los demócratas acusan a Trump de haber “incitado una insurrección”, después de que el 6 de enero una muchedumbre de sus partidarios asaltara el Congreso cuando estaba reunido para certificar la victoria de Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Lo ven como un caos sin precedentes en la sede del órgano legislativo estadounidense durante los últimos 200 años.
El 11 de enero, el líder republicano en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, dijo que, en una llamada telefónica de 30 minutos, Trump había reconocido su “cierta responsabilidad” por los disturbios en el Capitolio.
Camino de salida
Según analistas, el proceso de destitución es un duro golpe para Trump. Sin embargo, evaluaron que será poco probable que el juicio suceda antes de la investidura de Biden, el 20 de enero. Además, el vicepresidente Pence rechazó en una carta remitida a la titular de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, la posibilidad de reactivar la 25ª enmienda de la Constitución para apartar a Trump del cargo antes de que expire su mandato. Opinaron que este proceso solo puede llevarse a cabo después de que Trump deje la presidencia. Además, no hay garantía de que el juicio político tenga un resultado perjudicial para él, porque para destituirlo, los demócratas deberían reunir el apoyo de dos tercios de los senadores. También dijeron que ahora solo uno o dos senadores republicanos expresaron el intento de destituir a Trump, a pesar de que el senador de alto nivel del Partido Republicano, Mitch McConnell, mostró su “satisfacción” con la votación de los demócratas para despedir a Trump.
Sin embargo, según expertos, incluso si Trump supera este juicio político, su ambición de postularse para el puesto de presidente de Estados Unidos en 2024 enfrentará muchos desafíos.