Tenues perspectivas de negociación de paz
Desde el comienzo de la operación militar especial en Ucrania el 24 de febrero de 2022, Rusia ha declarado repetidamente que continuará su misión hasta lograr los objetivos establecidos por el presidente Vladimir Putin, de desmilitarizar y desnazificar al régimen de Kiev, y que no cederá a ninguna condición previa para la nación vecina. Mientras tanto, Occidente respondió a la solicitud de Ucrania de brindarle apoyo armamentístico.
El pasado 11 de febrero, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Vershinin, estableció las condiciones para la reanudación de los diálogos con la parte ucraniana. En consecuencia, Moscú sólo volverá a la mesa de negociación si Kiev abandona sus exigencias, alegando que los contenidos a someterse a debate deberían basarse en la situación real. Vershinin también acusó a los países occidentales de interferir e influir en la decisión de la administración de Ucrania.
Anteriormente, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, planteó condiciones para reanudar las negociaciones con Rusia, incluida la restauración de la integridad territorial de su país y la compensación de las pérdidas derivadas del conflicto. Kiev no rechaza el diálogo con Moscú si el mismo se basa en los principios comunes del derecho internacional y el respeto a la Carta de la ONU, la soberanía y la integridad territorial, dijo.
En 2022, Rusia y Ucrania dialogaron varias veces, pero las partes no llegaron a ningún acuerdo concreto. La realidad muestra que casi no hay posibilidad de que ambos países vuelvan a la mesa de conversaciones. Mientras, los acontecimientos sobre el terreno en los últimos días han demostrado que la perspectiva de poner fin al conflicto ruso-ucraniano en 2023 sigue siendo sombría. Solo el 12 de febrero se registraron 424 bombardeos y 23 escaramuzas entre tropas rusas y ucranianas.
Nadie ganará si se prolonga el conflicto
En medio de las hostilidades en curso y negociaciones aún estancadas, Estados Unidos y los países occidentales aumentan la ayuda militar a Ucrania.
El 14 de febrero, el Grupo de Contacto de Apoyo a Ucrania compuesto por casi 40 países y organizaciones y liderado por Estados Unidos envió un mensaje de apoyo a Ucrania en la reunión realizada en la sede de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Bruselas, Bélgica.
Incluso, Reino Unido consideró la posibilidad de producir armas y vehículos blindados en el territorio ucraniano. Varios funcionarios de defensa británicos visitaron Kiev para conocer la oportunidad de establecer empresas conjuntas para la producción de armas en esa nación eslava. Durante una reunión con Zelensky, el primer ministro británico, Rishi Sunak, ordenó a al Ministerio de Defensa de su país que estudiará el suministro de cazas a Kiev.
Previamente, en enero de 2023, un grupo de 11 países europeos, incluidos Estonia, Reino Unido, Polonia, Letonia, Lituania, Dinamarca, República Checa, Alemania, Países Bajos, Eslovaquia y España, se comprometieron a proporcionar más armas a Ucrania y revelaron la posibilidad de enviar carros de combate principales, artillería pesada, municiones, vehículos de defensas aéreas y de combate de infantería.
En respuesta a los referidos movimientos, Moscú ha advertido repetidamente que la entrada de armas extranjeras en Ucrania sólo aumentará las tensiones y causará más dolor a Kiev.
En tanto, los analistas advierten que no importa cómo termine el conflicto, habrá pérdidas tanto para Rusia como Ucrania. La postura dura y la posición negociadora con condiciones previas de ambas partes hacen que la perspectiva de encontrar una solución pacífica para su conflicto bélico sea cada vez más difícil.