(VOVworld) – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan se encuentra de visita en Rusia. Su permanencia en el país euroasiático ha atraído atención especial de la comunidad internacional incluso antes de su viaje, pues las relaciones entre ambos países han experimentado numerosos altibajos. De esta manera, la gira del mandatario turco por Rusia constituye una oportunidad para restablecer los lazos bilaterales a largo plazo por los beneficios comunes.
En las conversaciones, ambas partes acordaron normalizar las relaciones bilaterales. Debatieron el levantamiento del embarco de la importación de alimentos turcos en el mercado ruso, la reanudación del tránsito aéreo y el proyecto del gasoducto, los enfrentamientos bélicos en Siria y la guerra antiterrorista, entre otros temas. Moscú se comprometió a revocar gradualmente las sanciones impuestas a Ankara y afirmó la prioridad de restablecer sus nexos al estado anterior a la crisis diplomática entre las dos naciones. Mientras el presidente de Turquía cifró sus expectativas en una nueva página de relaciones con el Kremlin.
Visita para descongelar relaciones diplomáticas
El presidente de Rusia, Vladimir Putin (d) y su homólogo de Turquía, Recep Tayyip Erdogan en la conversación (Foto: EPA/TTXVN)
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La visita de Erdogan a Rusia es la primera desde el fallido golpe de estado en su país en el contexto en que su operación contra los participantes en ese incidente ha perjudicado los nexos entre Turquía y Occidente. Después de la asonada militar, Ankara acusó a algunos aliados de Occidente de haber apoyado a los golpistas. En tanto, Moscú emitió un criterio muy diferente sin ninguna crítica contra esa purga, convirtiéndose en uno de los primeros países que respaldan el gobierno turco luego del frustrado golpe militar ocurrido el 15 de julio último. De esta manera, no es de extrañar que Ankara mejorara los lazos con el Kremlin en el actual escenario.
En noviembre de 2015, el derribo de un avión Su-24 de Rusia en la frontera siria por parte de un piloto turco deterioró las relaciones bilaterales, lo que derivó en una serie de represalias mutuas. Mientras Moscú impuso sanciones contra Ankara, el gobierno turco prohibió la entrada de los turistas rusos en el territorio nacional. Sin embargo, las tenciones fueron aliviadas después de que el mandatario turco se disculpara ante el Kremlin en cuanto al tema. En vísperas de la visita de Erdogan al país euroasiático, Turquía mostró su buena voluntad autorizando a sus ciudadanos leer el periódico electrónico Sputnick de Rusia cuyo acceso fue prohibido en abril de 2016.
Acercamiento mutuo por beneficios comunes
Erdogan aboga por revitalizar las relaciones con el Kremlin para lograr beneficios económicos que jamás ha podido recibir Turquía con otros países
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En medio de los deteriorados nexos entre Ankara y Occidente tras la asonada militar, se vislumbran perspectivas prometedoras de los lazos Turquía-Rusia. Aunque ambas naciones compiten por hacerse sentir en el mar Negro y el Oriente Medio, evitan las contiendas alrededor de los temas de Siria y Ucrania que podrían perjudicar su cooperación estratégica en el proyecto de gasoducto TurkStream y la central nuclear construida por Rusia en el territorio turco, además de la colaboración bilateral en los sectores económico y comercial. Antes del derribo del avión Su-24 de Moscú, los dos países habían trazado la meta de elevar el intercambio comercial a 100 mil millones de dólares. En este sentido, la congelación de los lazos con Turquía provocó grandes pérdidas a la parte rusa en el contexto en que el gobierno de Vladimir Putin enfrentaba enormes presiones económicas debido al embargo de Occidente y la depreciación petrolera mundial que evaporaron cada año unos 150 mil millones de dólares del presupuesto federal. En tanto, Turquía vivió los riesgos de seguridad e inestabilidad política. En la primera mitad del presente año, presenció siete ataques con bombas en las ciudades principales de Ankara y Estambul, cobrando 200 vidas. Mientras el enfrentamiento duradero con la comunidad kurda que había dejado un saldo de 40 mil muertos, tendía a agravarse, los conflictos políticos internos con las luchas por el poder condujeron al cambio profundo del gabinete turco en mayo último. Por esta razón, el mejoramiento de las relaciones con Rusia contribuirá a impedir una mayor caída del país en la crisis y recuperar el crecimiento económico. Según estadísticas, durante el plazo de embargo impuesto por Moscú, el turismo que había aportado 4,5% del Producto Interno Bruto de Turquía sufrió pérdidas relevantes. De esta manera, Erdogan abogó por revitalizar las relaciones con el Kremlin para lograr beneficios económicos que jamás ha podido recibir con otros países. Por su parte, Moscú tendrá provechos nada pequeños de la asistencia de Ankara en la exportación de gas y petróleo.
Cabe decir que la gira del presidente turco a la Federación Rusa reafirma la buena voluntad de Ankara en el restablecimiento de la cooperación con Moscú. Hasta la fecha, los últimos altibajos en las relaciones entre los dos aliados antiguos han acabado por el bien recíproco en la actual situación de un mundo lleno de inestabilidad.