(VOVWORLD) - En los últimos días varios países anunciaron su rechazo al Pacto Mundial sobre Migración y a la convocatoria de las Naciones Unidas para la aprobación final del documento, prevista para mediados del próximo diciembre en Marruecos. La oposición al acuerdo, aprobado inicialmente en julio pasado, es como un cubo de agua fría a los esfuerzos de la mayor organización internacional por resolver los problemas de la migración. También corrobora lo complicado de esta tarea.
El último país que se une a la lista de los retirados del pacto es Australia. Anteriormente, Estados Unidos, Hungría, Austria, República Checa, Polonia e Israel comunicaron sus similares decisiones.
Numerosos niños son llevados por sus padres migrantes en su camino hacia Estados Unidos (Foto: Reuters) |
El referido documento planteó 23 objetivos para asegurar la migración legítima, así como reafirmar y proteger los derechos de todos los refugiados y migrantes. También impide la discriminación de trato para con ellos y estipula la protección especial de las mujeres y los niños dentro de ese grupo.
Causas
El Pacto Mundial sobre Migración recibió en julio de 2018 el apoyo de los países miembros de la ONU después de 18 meses de negociación, excepto Estados Unidos, que se había retirado el año pasado. Dichos diálogos fueron calificados de “muy duros” ya que el tema debatido se relacionó con los intereses de cada nación. Las dificultades en el despliegue de las medidas planteadas, incluida la deportación de los migrantes indocumentados a sus países de procedencia, se fundamentan en los desacuerdos principales. Las preocupaciones siguen contagiándose pese a su apoyo inicial.
Al referirse a las causas del retiro de Australia, su primer ministro Scott Morrison alegó que la aprobación del mismo puede motivar la entrada ilícita en el país y echar al suelo los logros duramente conseguidos en la lucha contra la trata de personas. Otras autoridades de dicha nación estimaron que el acuerdo “no va con las políticas nacionales ni sirven a los intereses de Australia”.
Migrantes se concentran en Ixtepec, estado de Oaxaca, en el sur de México, en la caravana centroamericana hacia la frontera estadounidense (Foto: Reuters) |
El Gobierno polaco, de línea derechista, también aclaró que el rechazo de Varsovia se debe a que tal acuerdo va en contra de las prioridades nacionales, entre ellas la protección de sus ciudadanos y la política estricta contra los migrantes ilegales. Polonia también declaró que el Pacto Mundial sobre Migración afecta la soberanía de los países.
A su vez, Hungría y la República Checa reiteran su postura dura en cuanto al tema. Según el Gobierno de Budapest, las olas migratorias dañan la seguridad en su zona fronteriza del sur y amenazan la estabilidad de Europa.
Impactos
Que el primer texto mundial sobre el control de la migración recibiera la oposición de muchos países demuestra lo complicado y sensible del tema, cuya solución refleja la responsabilidad humanitaria de los países receptores y a la vez influye en sus propios intereses económicos y de seguridad.
No obstante, la división en esta labor común afectará el objetivo de mantener las actividades de la migración legítima e impide un mejor control de los flujos de migrantes en el ámbito global, en medio de su creciente aumento, ahora a 250 millones de personas, el tres por ciento de la población mundial.
Numerosos líderes estimaron que si el mencionado pacto es implementado de modo serio, será posible un mecanismo estable y más responsable para coadyuvar a los países de la ONU a resolver el problema. Ante el decepcionante rechazo de varios países, la mitad son de Europa, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, criticó el gesto y al mismo tiempo advirtió que la Unión Europea perderá su timón si más miembros del bloque se unen a ese grupo. En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que dicho texto forma parte de los intereses de su país y ofrece un proyecto correcto para la solución conjunta de los problemas globales.
En el contexto de que el tema de la migración resulta polémico tanto en Estados Unidos como en Europa, este nuevo asunto demuestra que no se trata de un desafío propio de una nación, sino de una crisis global. Así que es muy importante aunar esfuerzos para resolverlo juntos.