(VOVWORLD) - A pesar de sus propias dificultades, Vang A Pao, trabajador comunitario de salud de la etnia Mong en la aldea de Sa Lai, situada en el distrito de Van Ho, en la norteña provincia de Son La, es un ejemplo, desde la aparición del brote del Covid-19, por sus aportes en la lucha contra el letal virus en su comunidad natal. Explica a los aldeanos cómo protegerse a sí mismos y a quienes los rodean. También respalda a la Administración local en la recepción de los repatriados desde las áreas infectadas y les suministra informaciones necesarias sobre los beneficios de la cuarentena.
 Giang A Pao (i.) está explicando a algunos aldeanos sobre la cuarentena obligatoria aplicada a los trabajadores que regresan al país desde el exterior |
Vang A So y diez habitantes de la aldea de Sa Lai regresaron a casa una vez completada la cuarentena. Aliviados y confiados, todos aplauden la dedicación y el coraje del personal médico y militar que los cuidó.
Hasta marzo de este año, A So y sus 10 camaradas trabajaron en China. Asustados por la mortalidad de la epidemia decidieron volver a su Patria. Tan pronto como llegaron, Vang A Pao les advirtió que tendrían que esperar dos semanas antes de poder reunirse con su familia. Les explicó que para evitar la propagación del virus en la región, el Gobierno vietnamita había ordenado el aislamiento durante 14 días para todos los nacionales que retornaban de las zonas afectadas por el nuevo coronavirus. A So dijo: “Al principio, todos estábamos muy preocupados porque no entendíamos nada. Pao nos expuso la necesidad de la cuarentena. Nos tranquilizó y afirmó que no era una medida discriminatoria, sino preventiva, porque veníamos de una zona de riesgo. El objetivo del aislamiento es evitar el contagio. Esta medida se aplica en todo el mundo. Después de sus argumentos, nos sentimos aliviados”.
 Vang A Pao junto a su familia en la cocina.
|
A Pao comprende muy bien el miedo y la duda de los residentes en cuarentena. Decía pacientemente a los aislados que no se trata de un arresto sino de una vigilancia médica que permite detectar a los enfermos y proteger a la comunidad. Él expresó: “Existe la necesidad de poner en confinamiento inmediatamente a cualquier persona que regrese de China u otras áreas infectadas a su llegada a suelo vietnamita. Cuanto más esperemos, mayor será el riesgo de contagio en la comunidad. Fui a los centros de cuarentena para tranquilizar a las personas. Es importante convencerlos del propósito de esta medida”.
Nguyen Quoc Tuan, vicedirector del Centro Médico de Van Ho apreció el trabajo de A Pao en medio de la evolución imprevisible del coronavirus, explicando: “Es esencial aislar los casos sospechosos. Una sola persona portadora del virus puede infectar a varias al mismo tiempo. A Pao entendió perfectamente este mecanismo y se lo transmitió a los aldeanos para que respetaran la cuarentena obligatoria. Gracias a él, los lugareños son cooperativos ahora”.
Además de las tareas mensuales como el censo demográfico y la atención médica a las embarazadas y los bebés, este dedicado trabajador de la salud asume la divulgación y la guía sobre las medidas preventivas contra el Covid-19 en esta intrincada aldea donde más de 80 familias viven en duras condiciones topográficas.
Pese a un subsidio mensual inferior a 10 dólares, este hombre mantiene su voluntariedad y persiste en trabajar con mayor responsabilidad por la salud de la comunidad.