El ingeniero Tran Vu Thanh y su máquina desalinizadora usada en el delta del Mekong (Foto: VOV)

Thanh ha terminado su recorrido por la provincia meridional de Ben Tre para supervisar las máquinas y entregar otras nuevas a los pobladores. El delta del Mekong no es la primera región experimental de este ingeniero. Fue en 2014, durante una visita al archipiélago de Truong Sa (Spratly) que se dio cuenta de lo insoportable que era la escasez de agua dulce. De vuelta al continente, se concentró en diseñar una máquina capaz de transformar el agua de mar en agua potable. Puesta en servicio después de un año, la máquina solar NT-30 puede filtrar 50 litros de agua salada por hora. Su inventor recordó: “Cuando vives en medio del mar, el agua potable vale oro. En el archipiélago de Truong Sa a los residentes solo se les permiten cinco litros de agua fresca por día. Al observar lo difícil que era vivir en estas condiciones decidí usar nuevas tecnologías para hacerles la vida un poco menos difícil”.

En 2015, el delta del Mekong fue golpeado por una sequía y salinización de magnitud histórica. Miles de hectáreas de cultivos fueron arrasadas por el calor y el precio del agua potable había aumentado tanto que algunos agricultores no pudieron financiar la educación de sus hijos. Preocupado por esta situación, Tran Vu Thanh fue a esta zona de desastre para instalar su sistema de desalinización. Él dijo: “El 2016 fue el peor año en cuanto a la salinización y nuestro equipo aplicó con éxito nuestra tecnología en Truong Sa. Esto nos alentó para emplearla en el delta del Mekong. Tuvimos que adaptar nuestro sistema de desalinización a las condiciones del sitio. Mientras en el archipiélago de Truong Sa trabajábamos solo con el agua de mar, en esta región, los recursos hídricos son muy variados. En el delta del Mekong hay también agua salobre y agua que contiene alumbre”.

Posteriormente, Tran Vu Thanh y sus amigos del Club de Jóvenes Intelectuales de Hanói decidieron expandir su proyecto a todo el país. “¡No tengas miedo de los desastres naturales! ¡Adaptarse mostrando iniciativa!” es el eslogan del proyecto con el cual Thanh logró inspirar a toda la comunidad gracias a la ayuda de muchas personas bondadosas y organizaciones sociales. Contó: “Se han instalado 40 máquinas. Cada una cuesta entre 100 y 120 millones de dongs (4 mil 347 a 5 mil 217 dólares). Hoy, nuestro sistema de desalinización se ha trasladado a la tercera generación. Con una capacidad de filtrado de 300 litros por hora, cada máquina puede suministrar agua limpia diariamente para 100 o 150 familias”.

En el momento en que Vietnam estaba luchando contra la epidemia de Covid-19, el delta del Mekong fue devastado por una nueva ola de salinización y sequía. Tran Vu Thanh y sus colegas redoblaron los esfuerzos para instalar máquinas de agua potable en esta región. Nguyen Van Thuong, jefe del Comité de Zonas Rurales de la filial de la Unión de Jóvenes Comunistas Ho Chi Minh de la provincia de Ben Tre, resaltó: “Las máquinas de desalinización desarrolladas por el equipo de Tran Vu Thanh salvaron a la gente de Ben Tre. Esta hazaña tecnológica es la solución milagrosa para combatir la salinización en el delta del Mekong. Lo más destacado de su obra es usar la tecnología avanzada. Ahora tenemos agua dulce para nuestro consumo diario y nuestras granjas”.

Para los cuadros, soldados y pobladores tanto de Truong Sa como del delta del Mekong, Tran Vu Thanh se conoce con el cariñoso nombre de “Thanh de filtración acuática” o “Ingeniero en mares e islas”. Durante los últimos cinco años, Thanh ha movilizado a numerosos individuos y colectivos para ayudar a las zonas remotas e intrincadas del país en la aplicación de adelantos científico-tecnológicos.