Nacida en una familia con escasos recursos económicos, Vuong Tuyet Bang siempre ha mostrado su empatía hacia los estudiantes que se encuentra en circunstancias difíciles, ayudándoles tanto material como espiritualmente. Durante más de 30 años de trabajo como profesora, Vuong Tuyet Bang ha ofrecido tutoría gratuita para alumnos con precariedades. Cada año, la maestra deduce parte de su salario para apoyar a los estudiantes en situaciones socioeconómicas precarias.

Nguyen Hoang An, alumno de la clase 4C, de la escuela primaria Tay Tuu B, es uno de los estudiantes que ha recibido los cuidados y las enseñanzas de Vuong Tuyet Bang. Hace dos años, sabiendo que la situación familiar de An era difícil, ya que este alumno nació con la enfermedad de los huesos de cristal, la profesora pidió a la escuela y persuadió a la familia de An para que lo transfirieran de la clase 2B a la 2C que estaba bajo su cargo con el objetivo de darle una tutoría adicional y cuidarle como si fuese su propio hijo.

La maestra Vuong Tuyet Bang y el alumno Nguyen Hoang An. (Foto: nhandan.vn)

La maestra Vuong Tuyet Bang recordó: “An es un estudiante discapacitado que sufre de osteogénesis imperfecta y ha sufrido roturas óseas en seis ocasiones. La madre y la hermana menor de An también sufren esta enfermedad y su familia es muy pobre. Decidí pedirle que se incorporara a la clase a mi cargo para poder cuidar y enseñar directamente a este alumno. A veces estaba preocupada, nerviosa y temerosa de que An se rompiera sus huesos otra vez, pero otras veces estaba llena de alegría porque el niño mejoraba gradualmente, y al final del curso escolar nos alegró a todos al obtener una muy buena calificación en matemáticas. Los padres de An han estado muy felices al constatar como la maestra había brindado luz al panorama familiar. Cuando he cuidado de An, he tenido la suerte de que él rara vez se ha enfermado y no se ha roto más huesos. Durante la complicada pandemia de covid-19, los alumnos tenían que estudiar en línea, así que fui a la casa de An para discipularlo. Durante las sesiones de tercer y cuarto grado, lleve a cabo actividades para enseñarle a estudiar y responderse preguntas sobre su salud y situación escolar”.

Esta vocación de buen corazón de Vuong Tuyet Bang se ha extendido a otros maestros de la escuela. Los profesores se ofrecieron como voluntarios para impartir lecciones adicionales gratuitas para Nguyen Hoang An y otros estudiantes desfavorecidos. La escuela proporcionó leche, matrícula y comidas gratuitas para An, además de visitar, animar y entregar obsequios a su familia con regularidad. Gracias a esta ayuda, especialmente la tutoría y el cuidado atento de la profesora, el niño se volvió más activo, se comunicó naturalmente con la clase y ese año escolar ganó el título de “Estudiante con un progreso sobresaliente en matemáticas”.

Al respecto, Nguyen Hoang An expresó: “Lo que más me gusta estudiar es matemáticas. A menudo voy a la casa de la maestra Bang para pedirle que me las enseñe. Quiero mucho a la profesora porque ella me quiere mucho a mí. Prometo seguir estudiando. Siempre estaré agradecido con la maestra y la considero como mi segunda madre”.

Además de An, durante años, Vuong Tuyet Bang también ha patrocinado a muchos otros estudiantes, les apoya con las cuotas mensuales de matrícula y las tarifas de alojamiento, así como les dona libros, cuadernos y ropa. En la escuela, hay una conserje que es madre de un niño con discapacidad y, a veces recibe la atención y la ayuda de la profesora Bang. Esta maestra de buen corazón siempre desea compartir en parte las dificultades con las trabajadoras en el centro educativo.

Al hablar sobre Vuong Tuyet Bang, colegas, estudiantes y padres hacen alusión a cuanto amor le profesan a esta gentil maestra y cuanto aprecian su amabilidad. Nguyen Thi Thanh Vy, funcionaria de la Oficina de Educación del distrito de Bac Tu Liem, manifestó: “En una reunión sobre los maestros entusiastas y creativos del distrito, Vuong Tuyet Bang compartió una historia simple de bondad y trabajo para ayudar al alumno An. Siendo testigo de esta historia, me siento muy afortunada y conmovida. La maestra Bang es una imagen viva de como un buen corazón hace florecer a los alumnos. Espero que muchos de nuestros maestros presten cada vez más atención a los estudiantes, para que puedan aliviar sus dificultades en la vida”.

Para Vuong Tuyet Bang, sembrar semillas de bondad es una alegría y también una responsabilidad social. La profesora siempre reflexiona y piensa en cómo ayudar a todos los estudiantes, especialmente a los escasos recursos económicos y con discapacidades.

“A los estudiantes pobres y discapacitados, les manifiesto mucha compasión. Creo que solo el camino del aprendizaje ayudará a los alumnos pobres a tener un futuro mejor. Utilizo mi propio amor para transmitir a los niños la fe y la energía necesarias para levantarse en la vida. Esa es la fuerza motriz que me ha seguido a lo largo de mi vida docente”, dijo.