(VOVWORLD) - Ubicado en la comuna de Dien Xa, distrito de Nam Truc, provincia norteña de Nam Dinh, al lado del río Rojo, el pueblo de Vi Khe es muy reconocido por sus flores y árboles ornamentales desde hace más de 800 años. Más que una profesión, la cultura del bonsái en la localidad es una verdadera pasión, que cultiva toda la comunidad.
 Los artesanos locales dedican la pasión y la paciencia para generar obras de alto valor (Foto: danviet.vn)
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Según algunos documentos, la horticultura se practica en Vi Khe desde el siglo XIII. Las técnicas fueron enseñadas por To Trung Tu, un mandarín de la dinastía Ly. Nguyen Van Ri, encargado del cuidado de la casa comunal del pueblo, dijo: “Nuestra aldea fue fundada hace mil años. Su casa comunal rinde homenaje a dos generales. El primero es Ngo Quyen, quien puso fin a casi mil años de dominio chino sobre nuestro país mediante la victoria de la batalla de Bach Dang en 938. El segundo es To Trung Tu, quien entregó las técnicas de horticultura a los aldeanos. Han pasado ocho siglos pero esta profesión ha sido preservada y transmitida de generación en generación, contribuyendo así al prestigio de Vi Khe.”
A ambos lados del camino que conduce al pueblo hay grandes jardines verdes con todo tipo de árboles ornamentales con formas peculiares. La creación de un árbol así a partir de una planta joven es un proceso largo que requiere paciencia y pasión por parte de los artesanos. Este proceso puede llevar desde unos pocos años hasta varias décadas para generar productos de alto valor. Cada bonsái es una obra de arte que refleja la dedicación, la habilidad y el gusto de su creador. En Vi Khe, no es difícil encontrar plantas ornamentales en forma de animales o arquitecturas famosas del país, como la pagoda del Pilar Único, el pabellón Khue Van Cac en Templo de la Literatura o la Torre de Pho Minh. Los árboles utilizados son banianos, ficus racemosa, ficus benjamina, barringtonia acutangula, palma real, cycas revoluta y podocarpus macrophyllus. Estos simbolizan las cualidades de las personas y se supone que traen suerte y felicidad a sus dueños. Las formas favoritas son de dragón o fénix volando, dragón descendiente o madre abrazando a su hijo, entre otras. Estas expresan las concepciones hacia la bondad de la vida, según la filosofía oriental. En los últimos años, esta profesión ha brindado significativos ingresos a los locales y ayudado a mejorar la vida de muchas personas. Nguyen Van Chien, presidente de la Asociación de Criaturas Ornamentales de la aldea, dejó saber: “Además de cultivar arroz, casi el 100% de los aldeanos practican la horticultura. Este trabajo, que se transmite de padres a hijos, garantiza un ingreso estable.”
 Un árbol ornamental de cientos de años en Vi Khe (Foto: VOV)
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Los artesanos de Vi Khe cuidan sus árboles como lo hacen los artistas con sus obras, con alta paciencia. Nguyen Van Giang, un joven artesano del pueblo, contó: “Para crear un árbol ornamental, tienes que pasar por varias etapas. Después de elegir las plantas, las cuido para que broten. Luego, el trasplante demora 3 meses en realizarse. A medida que el árbol crece, empiezo a podar las ramas para darle la forma deseada.”
Gracias a su habilidad y pasión por esta artesanía tradicional, los artesanos de Vi Khe han logrado crear obras maestras para embellecer el campo y enriquecer su tierra. Al visitar la aldea en los últimos días del año, se pueden contemplar alfombras de bonsáis verdes y flores multicolores que se extienden desde el centro del pueblo hasta la orilla del río Rojo. Estos productos ayudan a elevar la calidad de vida de los locales y también promover los oficios artesanales de Vietnam en la era de la globalización.