(VOVworld) - Junto con las demás localidades del país, la comuna de Bac Son perteneciente a la ciudad de Mong Cai, en la provincia de Quang Ninh, está desplegando activamente el programa de construcción de la nueva área campestre. Siendo una comarca montañosa y fronteriza con numerosas dificultades, la administración y el pueblo locales saben aprovechar las condiciones existentes para implementar eficientemente el movimiento.
La cría de paloma torcaz de Francia
Esta comarca fue fundada en 2003 sobre la base de una parte de la extensión y población de la comuna de Hai Son para adecuarse al desarrollo socio-económico. La nueva unidad administrativa cuenta con 400 familias de los mil 700 habitantes que viven en 4 aldeas de unas 50 mil hectáreas de superficie. La mayoría de la población pertenece a los Dao, San Chi y Hoa (vietnamitas de origen chino). También lo pueblan los Tay y Kinh. Bac Son comparte 22,7 kilómetros de fronteras comunes con China y l3 señalizaciones. Como una comarca en la zona montañosa, lejana e intrincada, la construcción rural encuentra numerosas dificultades, ya que los lugareños labran en terrazas, y la formación del gran campo y la mecanización agrícola tropiezan con muchos obstáculos. Además, el sistema de riego no favorece como en la llanura y por tanto el rendimiento de arroz resulta muy bajo. Sin embargo, con forma de pensar flexible, la administración local aprovecha lomas y montañas para desarrollar la silvicultura, ayudando al pueblo a elevar sus ingresos. Junto con esto, se abrieron cursos de formación y promoción agrícola de corto tiempo para orientar y divulgar conocimientos del cultivo de la acacia a los étnicos. Gracias a ello, los autóctonos han cambiado paso a paso su estilo de vida y forma de pensar, y saben trasplantar árboles de alto valor económico. Giang A Sinh, habitante de Bac Son, dijo: “En los primeros años, los lugareños solo sabían roturar y recuperar terrenos baldíos. Después cultivaban bosques en lomas desiertas, principalmente la acacia porque esta planta crece rápidamente y al cabo de 7 u 8 años se puede cosechar. Dependiendo de la cantidad de árboles, cada loma se vende a 40 o 50 millones de dongs”.
La administración de la comarca orientó también a los agricultores a cambiar la estructura de plantas y animales de corral acorde a la condición local. La zona de Mong Cai es famosa por la carne de cerdo, muy buena y fácil de consumir. Los autóctonos invirtieron audazmente en el fomento de esta raza porcina y la cruzaron con los cerdos silvestres de Lang Son para lograr un alto valor económico. La familia de Ho Thi Vay fue elegida como piloto. Al principio, crió l0 cerdos silvestres y después aumentó a 30. Cuando este modelo obtuvo alta eficiencia económica, ella compartió experiencias y ayudó a los vecinos a enriquecerse con la cría. Vay dio a conocer: “Invertimos un total de 200 millones de dong en la ganadería, incluyendo la construcción de una alberca de biogás con 30 millones, un establo, 50 millones, y en la compra de pies de cría, 30 millones. Después de un año y medio o 2 años, vendimos estos animales a un precio de 200 a 350 mil dong por kilogramo. La cría nos trajo un ingreso de l00 millones de dong al año. Además, producimos tartas de soya y destilamos aguardientes para vender.”
Un modelo de criar cerdos silvestres con alto valor económico en Bac Son
Bac Son tiene la frontera común con China, por ello la garantía de la seguridad y el orden social constituye una tarea primordial para implementar los acápites del nuevo campo. Nguyen Van Hoan, presidente del Comité Popular comunal informó: “
En cuanto a la seguridad, podemos reafirmar que desde la fundación de la nueva comuna en 2003, el orden social se garantiza, la línea limítrofe y los hitos fronterizos son defendidos sólidamente. En Bac Son no hay focos candentes y los compatriotas se sienten muy tranquilos con el desarrollo económico”.
Con las peculiaridades de una comarca montañosa, gracias a los esfuerzos de los dirigentes y el consenso del pueblo, la comuna ha superado dificultades y la vida de sus habitantes se garantiza con el ingreso per cápita de 30 a 40 millones de dong (de mil 500 a 2 mil dólares estadounidense) al año. Bac Son ha cumplido 8 de los l9 estándares del nuevo campo. Este éxito se debe también a los aportes de los jóvenes jefes de poblados, que siguen de cerca la situación de cada zona residencial asignada. Los cuadros de base han realizado la propaganda y movilizado a los compatriotas étnicos a cumplir políticas y aplicar formas de trabajo eficientes para mejorar su vida. Además, conocen la situación local para tomar medidas oportunas. Gracias a este canal informativo, los agricultores comprendieron que en la edificación de la nueva área campestre ellos son protagonistas y disfrutarán de sus beneficios. Partiendo de esto serán más conscientes de aunar fuerzas para acometer la tarea crucial.