(VOVWORLD) - Tan Van, una aldea perteneciente a la ciudad de Bien Hoa, provincia sureña de Dong Nai, es conocida por la alfarería tradicional desde hace cientos de años. Los productos de este lugar se elaboran con arcilla negra poniendo énfasis en los diseños delicados y los esmaltes únicos. Pese a las vicisitudes de la historia, esta profesión todavía se mantiene de generación en generación, demostrando la inagotable vitalidad de un pueblo artesanal en la región survietnamita.
Un gran número de jarras, ollas y macetas expuestas al sol para secarse en un taller de cerámica en Tan Van (Foto:vnexpress.net)
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Situada a orillas del río Dong Nai, se encuentra la antigua aldea de alfarería de Tan Van establecida desde hace unos 300 años. Al llegar allí, se puede ver a los alfareros trabajando laboriosamente y los antiguos hornos de cerámica con altas columnas de humo que sobrepasan los techos de las casas. En el patio de las viviendas se observan una gran cantidad de jarras, ollas y macetas expuestas al sol para secarse.
Hong Van Chinh es uno de los alfareros veteranos del horno de cerámica de Kim Lan y como heredero de la cuarta generación de una familia que practica este oficio, es considerado un gran especialista en la materia. Como buen ceramista no necesita moldes, reglas ni herramientas, se basta solo con sus hábiles manos para crear figuras de cerámica. El hombre explicó al respecto: “Para los decoradores, el trabajo es relativamente simple, porque pueden usar moldes. Pero para los que se encargan de la etapa de crear las formas de los productos, como nosotros, es mucho más complicado porque tenemos que ser capaces de inventar y saber cómo dar forma. Este proceso no sucede de la noche a la mañana sino que lleva al menos un año de aprendizaje”.
Además de la etapa de crear y dar forma a la arcilla, hay muchos factores que confieren características distintivas a los productos de cerámica de Tan Van, tales como la técnica de la formulación de esmaltes, la aplicación de estos y la cocción. La formulación de esmaltes decide los colores de los productos y muchos de ellos son un secreto muy bien guardado de cada familia. Mientras, la manera de adherirlos en los artículos también juega un papel importante en el proceso de fabricación de la cerámica. La cocción determina el éxito o el fracaso del resultado final. Los que tienen la responsabilidad de esta etapa deben tener mucha experiencia para evaluar con precisión la temperatura en el horno a través de la simple observación de la llama, y ajustarla si es necesario. Un ejemplo de ello es Lam Lap, quien puede determinar con exactitud la temperatura del horno por el color del fuego.
Una alfarera local está dando forma a un producto (Foto:vnexpress.vn)
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Según su experiencia, los hornos de cerámica siempre deben ser mantenidos a una temperatura constante de 1.200 grados, y este proceso de cocción se deberá prolongar durante cuatro días. Además, es necesario controlarlos con regularidad para lograr productos de perfecta calidad. Lam Lap agregó lo siguiente: “Empecé en esta profesión cuando tenía veintitantos. Mis abuelos también fueron ceramistas, así que me transmitieron el amor por esta artesanía tradicional. Creo que la pasión es una motivación para que persiga este trabajo”.
Dedicados a la artesanía desde hace casi 30 años, los alfareros como los señores Chinh y Lap no podrían cuantificar su producción, aunque eso no les preocupa. Lo que los hace progresar es la esperanza de perpetuar una tradición que es el orgullo de toda la región del sur.
En la actualidad, los fabricantes de cerámica del pueblo de Tan Van se centran en el mejoramiento de la calidad y el diseño para no solo ofrecerla al mercado sino también exportarla al extranjero. Además, muchos restaurantes y sitios turísticos del país han comprado los productos de esta localidad para su decoración interior y exterior. Sin embargo, para seguir desarrollando este arte tradicional, se requieren el esfuerzo y la determinación de los artesanos y el fuerte apoyo de las autoridades.