La aldea antigua de cerámica Lu Cam tiene una historia de unos 300 años y está a unos l0 minutos en carro de la famosa ciudad turística de Nha Trang en el centro de Vietnam. El nombre de esta villa profesional evoca imágenes simbólicas de su pasado: Lu Cam significa horno de loza, un oficio que existe desde hace tiempo en esta tranquila zona rural. El ceramista Tran Van Binh contó:

“Hace unos 250 años, los alumnos del creador del oficio Dao Lu Nghe trajeron y transmitieron la alfarería a nuestros aldeanos. Posteriormente, los reyes le otorgaron el título de Maestro Dao Nghe. Nuestros antepasados dijeron que la loza prosperaba aquí y el pueblo disfrutaba de una vida feliz. Los artesanos sólo trabajaban de enero a agosto y descansaban en la estación lluviosa”.

                                                   
 Hoy día, los habitantes de Lu Cam todavía veneran al creador del oficio, de apellido Dao, y aportaron el dinero para construir su templo. En l874, Lu Cam se separó de la aldea Ngoc Van para fundar una nueva villa y el templo se convirtió en la casa comunal existente hasta ahora. Anualmente los aldeanos organizan aquí una ceremonia solemne. Esta es una ocasión para que los hijos y nietos de Lu Cam pidan paz para el país, seguridad para el pueblo y para que expresen gratitud a sus antecesores por haber creado y mantenido la fama de su villa a través de numerosas generaciones.

En un tiempo, todas las familias locales se dedicaban a ese trabajo. Por ello, perduran ciertos apodos, como Caserío cerámico, Mogote cerámico o la Población del horno de ladrillos. Los productos de Lu Cam eran diversos en géneros y preferidos por los habitantes de toda la zona. Bajo las manos hábiles, mirada creativa y el talento de los alfareros para la cocción, la arcilla se transforma en objetos útiles para la vida. El doctor Nguyen Khac Su, profesor asistente del Instituto de Arqueología de Vietnam, apuntó: “Los coleccionistas de objetos de cerámica afirman que los productos de Lu Cam, como ladrillos, tejas, jarras, vasijas, teteras, ollas, incensarios y otros, son muy ricos y alcanzan un alto nivel técnico. Esta aldea profesional se destaca por sus artículos de barro cocido, aunque también fabrica objetos esmaltados, que revistieron un importante significado para la población que vivía a lo largo del Río Cái. Hoy día, los artesanos locales continúan su trabajo, pero sus productos son diferentes de los anteriores”. 

  Anteriormente, gracias a la comunicación favorable, los artículos de porcelana de Lu Cam estaban presentes en todas las partes. Posteriormente, otros poblados también aprendían este oficio, pero los artículos de Lu Cam siempre eran de preferencia de los consumidores. Actualmente, debido a la aparición de nuevos materiales y utensilios, numerosos productos de Lu Cam sólo quedan en la memoria de los viejos alfareros. Muchas personas se trasladaron a nuevos trabajos y esta aldea corre el riesgo de perder su fama. A pesar de todo, algunos hogares siguen manteniendo su profesión para transmitirla a la futura generación. El joven Huynh, del poblado Lu Cam, expresó: “No abandono el oficio legado por mis antepasados. Mi padre dijo que no podemos perderlo. Este trabajo es duro pero me gusta y me esfuerzo por fabricar artículos cada día más bonitos”.